XX Jornadas Nacionales de Gestalt. (A.E.T.G). Pamplona, Abril 2.006
Paco Peñarrubia.
La relación terapéutica en grupo.
Buenos días a todos.
Me toca hablar de la relación terapéutica en grupo en gestalt, lo cual es un poco redundante porque podríamos decir que la relación terapéutica en gestalt se basa y enfatiza precisamente en la relación, así que retomo un poco lo que estaba diciendo Carmen Vázquez sobre el yo-tu nosotros porque yo creo que esa es la esencia, pero aplicado en un formato de grupo. Veamos un poco más a nivel histórico, porque la gestalt se trabaja mucho en grupo, parece que fuera más una terapia en grupo.
Hay gente que lo discute diciendo que es más una terapia en grupo en el sentido de que no habla del grupo como totalidad, o que no hace interpretaciones grupales sino que hace más bien trabajos individuales en el centro del grupo. Así es discutible en qué medida es una terapia de grupo o en grupo, pero en cualquier caso lo que es verdad es que en la época en que Fritz, Laura y todos sus colaboradores americanos, y digamos que a partir de los años treinta del siglo pasado, las teorías de grupo eran prácticamente inexistentes o muy poco desarrolladas. Es decir la psicoterapia ya había nacido como una indagación individual. Tenía sentido en tiempos de Freud, obviamente hacía falta un nivel de intimidad, de secreto, de discreción para encarar asuntos que tenían que ver con emociones socialmente inadaptadas, o problemas, o fantasmas, o monstruos interiores que a cualquier persona le hubiera dado miedo que se supiera en un entorno más público, así que era normal que la condición básica de la terapia fuera el secreto, la seguridad.
Ese fue el primer psicoanálisis que Perls conoció, se formo en psicoanálisis con la influencia de Reich, y de Karen Horney. Así que Perls no tenía mucha experiencia de grupo a excepción de su entrenamiento como actor, ya que durante su juventud estuvo dudando entre ser actor o ser psiquiatra, y realmente cuenta que uno de sus maestros más importantes en esa época fue Max Reindhart, director de teatro Berlinés, Austríaco pero que trabajó mucho tiempo en Berlín, y que revolucionó un poco el teatro de la época. Así, ni Perls conocía mucho de grupos, ni estaba en la cultura terapéutica, es más, en ese momento, que era un momento de investigaciones sociológicas, más bien se pensaba que lo colectivo era algo sobre lo que desconfiar. Se hablaba de la masa como un lugar de despersonalización, como que los grandes grupos, los grandes colectivos más bien, lo que hacen es que arrastran a la gente a que haga lo que no quiere hacer, y se estudiaron mucho los linchamientos, todos esos movimientos irracionales de masas, así que lo colectivo no parecía que fuera el ámbito del trabajo de responsabilidad, de introspección, de autoconocimiento, sino más bien todo lo contrario.
Esto fue cambiando con el psicoanálisis, con un cierto psicoanálisis, porque para muchos psicoanalistas clásicos, digamos que el método analítico solamente se puede desarrollar en terapia individual porque se basa en la transferencia del paciente, o del cliente, sobre el terapeuta, y hay que mantener esa relación sin mayores distorsiones de otros acompañantes, ni otros resonadores, sino mantenerla ahí, entre terapeuta y paciente para que precisamente eso abone todo el sistema de proyectar, de transferir de ponerle al terapeuta asuntos que a uno le ayuden, cuando se dé cuenta, a explicarse su vida, así que como digo, para muchos psicoanalistas el grupo no es un formato terapéutico, al menos para el método psicoanalítico.
Pero esto no fue así para la Escuela Inglesa, el primer teórico de grupo Bion, que también era psicoanalista, fue el que empezó a trabajar en grupos, y a ver que realmente lo que pasaba en un psicoanálisis, entre comillas, de grupo no era lo mismo que pasaba con un paciente en el diván, tenía otras leyes y otras normas, y que de eso se podía hablar. En cualquier caso en ese primer arranque de lo grupal, desde Bion, se sigue pensando que la relación terapéutica en grupo se basa especialmente en la relación con el terapeuta. Es un enfoque muy centrado en la autoridad del terapeuta, todo lo que le pasa al grupo tiene que ver en función del terapeuta, o bien le obedecen, o bien se rebelan, o bien esperan de él la salud, o bien aceptan sus interpretaciones, o bien no las aceptan y se pelean, etc., pero todo en relación con la autoridad.
Los grupos empiezan su andadura teórica estableciendo una concepción muy jerarquizada, muy vertical de la relación. Esto va cambiando con el tiempo, luego viene la dinámica de grupos de Lewin, que fue originariamente uno de los psicólogos de la forma, de la psicología de la Gestalt, y la teoría Lewiniana lo que hace es que empieza a hablar de las interrelaciones de los miembros del grupo, midiendo variables de influencia, de liderazgo, de comunicación, de reflejo, de feedback, etc., etc., y viendo que todo eso que estaba pasando entre los miembros es tanto, o por lo menos tan significativo como lo que pasa con la autoridad institucional, el coordinador, el terapeuta o el director de ese grupo.
La dinámica de grupos lo que hace es empezar a enfocar el eje mas horizontal, no solamente lo que pasa en relación con la autoridad, sino lo que pasa entre los miembros. Y así se llega a Perls, pasa también por Foulkes que es el creador del grupo-análisis. En realidad hizo lo que le hubiera tocado hacer a la gestalt, Foulkes era psicoanalista como Fritz pero también tenía experiencia en la dinámica de grupos lewiniana. El empezó a hacer la primera síntesis, cuando habla de grupo análisis es el primero que dice que el terapeuta es un miembro más del grupo, aunque con características particulares, pero es la primera vez que empieza a hablar de la figura de autoridad como con una cualidad distinta, pero de igual jerarquía que el resto de la gente del grupo.
Cuando por ahí llegamos a la psicología humanista, y desde ahí a Fritz Perls, Fritz no creía tanto en esta idea del eje horizontal como la hermandad, igual que podríamos hablar del eje paterno filial con la autoridad, también está en los grupos el eje con la hermandad. Lo que pasa en los grupos, se parece bastante a la hermandad en las familias. Pero Perls no consideraba tanto que estos fueran asuntos de hermandad, sino asuntos de poder, y yo creo que ahí tiene mucho que ver su propio entrenamiento, su propia terapia con Karen Horney. Karen es una de las neo-freudianas, una de las discípulas últimas, y que tuvo mucha influencia en Fritz, es la primera que dice que el paciente viene básicamente a jugar una batalla de poder a la sesión, o sea que también viene a curarse, pero no tanto, también viene a cambiar, pero no tanto, viene básicamente a pelearse, a jugar el poder, a afirmarse, un poco llevando la contraria, o perdiendo, o intentando al menos vencer en esa relación.
Perls tenía bastante interiorizado este modelo, aparte de su propio carácter, ya que él era bastante peleón, así que su idea es que el grupo lo que desarrolla es un espacio especialmente amplio, resonador, y en ese sentido útil de los asuntos de poder entre los miembros, y ya no habla de poder con respecto a la autoridad, que obviamente es un poder instituido, que tiene el propio coordinador por el rol que desempeña, y también el que le da su propio desarrollo personal, sus conocimientos, madurez y demás, pero también todo el poder que se desarrolla entre los miembros del grupo.
Él dice, y viene a ser en este sentido muy revelador, que la transferencia que los miembros de cada grupo establecen entre si es mucho más poderosa que la que establecen con el terapeuta, dicho de otra manera, el terapeuta puede decir algo a un miembro del grupo y eso, obviamente, tiene mucho peso, porque viene dicho por la autoridad, por el que supuestamente sabe, por el técnico, el sabio de la tribu, y eso es verdad, pero, también es verdad que el paciente, el cliente tiene un poder suyo, que no es igual que el del terapeuta, pero es de calibre parecido, porque él tiene el poder de la resistencia, el poder de transferir o no transferir, tiene el poder de hacerlo o no hacerlo, tiene el poder de someterse o no someterse, el cliente también tiene mucho poder.
Entonces, lo que viene a decir Perls es que cuando el terapeuta hace una intervención, el cliente puede ser que la recoja, pero puede ser que piense que eso son cosas del terapeuta, que esos son problemas de terapeuta, que le está mirando mal, que no le entiende, que tiene su propia distorsión. Ahora cuando lo que te dicen en el grupo no te lo dice el terapeuta, sino que te lo dice un compañero, y lo apoyan diez mas, eso es incontestable, y cualquiera que tenga experiencia de grupo se dará cuenta de esto, es decir el poder de la intervención del terapeuta es mucho, pero el poder de la intervención de los compañeros es demoledor, y cuando todo el grupo le dice a alguien algo que uno no ve, pero date cuenta de esto, o observa esta conducta, o esta característica personal, o bájate del guindo cuando todo el grupo le hace de espejo y lo refleja no hay quien niegue eso, no hay quien diga, esto es problema de este grupo, lo puede decir en un primer paso este grupo no me entiende no me quiere tiene mal rollo conmigo pero, antes o después eso es incontestable porque tantos espejos son muy difíciles de rebatir.
Así que Perls decía, por experiencia, que es ese sentido lo que cada miembro del grupo le pone, o transfiere a sus compañeros es de más poder, o de mas calibre que lo que ponen en el terapeuta, o al menos del mismo, así que Perls decía que si lo miramos desde ahí la relación terapéutica entre los miembros del grupo es tan importante que, él decía incluso, como una especie de bravata provocativa más que otra cosa, que el formato de grupo era la terapia del futuro, que la terapia individual estaba un poco obsoleta.
El se refería mas a los tiempos freudianos, donde a nivel social se podía hablar muy poco de según qué cosas en público, y había que remitirse a lo privado. Pero a partir de los años de la contracultura en los sesenta, donde hubo toda una apuesta por la transparencia, como por darse más permiso de ser de lo que uno se había dado hasta entonces, ahí los grupos tenían mucha más valía, porque uno en grupo podía mostrar y enseñar más cosas, y la terapia individual se había quedado obsoleta.
Obviamente esto no es así, y yo creo que cada formato tiene su propia valía y en momentos es el uno o el otro el más importante, a veces es muy bueno también combinarlos, pero bueno, esto fue una idea de Perls que lo que sí que estaba apoyando es que el grupo tiene una especie de eficacia como formato terapéutico innegable, y de suyo yo creo que el contagio y el impacto emocional del grupo es muy fuerte y la presión para el cambio también, es decir en grupo en realidad cuando uno está haciendo cosas que no son del todo apoyadas por el grupo, esa misma presión del grupo facilita mucho que uno vaya cambiando conductas y actitudes, así que desde ahí obviamente el grupo tiene mucho poder.
Al final de su vida Perls decía que el grupo ya no servía, que era un formato demasiado artificioso, eso de estar trabajando una sesión de dos horas, o un maratón de dos días, o el tiempo que dure no dejaba de ser un laboratorio un poco separado o demasiado separado de lo que es la vida cotidiana, y él decía que la terapia tenía que desarrollarse en otro medio, en otro entorno que era la comunidad terapéutica, es decir el lugar donde se está viviendo todos los días y desarrollando conductas, actitudes novedosas, restituidas de cambio interno y que eso se puede desarrollar en una situación que dura en el tiempo y donde conlleva a la convivencia como puede ser la comunidad terapéutica o el Kibutz gestáltico que llamaba él porque había tenido también su propia experiencia en Israel, en comunidades de artistas. También era parte del pensamiento de la época donde la contracultura hablaba de las comunas como el lugar de desarrollo futuro, como la superación de la familia tradicional, como el nuevo caldo de cultivo para la nueva educación. No sé si hoy día Perls mantendría esta idea, pero, yo creo que de otra manera también la podemos rescatar, así que esto es lo que tiene que ver un poco con la historia de cómo han ido las formulaciones en los grupos.
Resumiéndolo en que tiene esto que ver con la relación terapéutica en los grupos desde el punto de vista de la gestalt yo creo que originariamente la relación terapéutica en grupos en gestalt es bastante autoritaria, o directiva, yo creo que ese es el homenaje, o la tradición del psicoanálisis que Fritz tenía y que también correspondía con su manera de trabajar.
Fritz trabajaba guiando la sesión, pidiendo quién quería trabajar, que salía al centro, llevando ahí Fritz la dirección de la sesión, de cualquier manera a partir de puras situaciones del darse cuenta, a partir de proponer experimentos, a partir de ir acompañando a la persona a donde fuera, a través de decodificar los sueños cuando el trabajo era con sueños, etc., pero era él, de alguna manera, quien guiaba la sesión, y si había alguna actividad de grupo que se hacía, alguna propuesta, algún experimento, era también él quien lo diseñaba y lo proponía.
Así podemos decir que en origen la proposición gestalt del trabajo grupal era muy directivo, es el terapeuta el que propone, el que dice, el que reparte el tiempo, el que organiza un poco la situación. Esto se ha criticado, sobre todo por la personalidad de Fritz, hombre de fuerte personalidad, se ha criticado como un exceso de juego de poder, pudiendo entenderse de alguna manera así, obviamente era bastante directivo, pero yo creo que también era muy igualitario en el sentido más duro de la palabra. Es decir, Fritz lo que proponía es, yo me voy a dar el permiso de ser yo para que tú te lo des igualmente, y yo no me voy a privar de decir y de hacer lo que quiera hacer, pero, siendo esto una invitación a que tú hagas lo mismo, así que Fritz estaba desarrollando por la vía dura este asunto de lo dialógico, del yo-tu que está tan presente en la Gestalt a través de Buber, a través de Laura.
Pero este asunto de “yo soy yo y tu eres tú y estamos aquí para jugar en serio”, así que yo no voy a hacer el paripé, yo no te voy a tratar como si fueras un pobrecito que está muy y enfermo y al que hay que cuidar, tu eres una persona que también es capaz de tener tus propios recursos, y si no los estas utilizando yo te voy a dar suficiente vacío, o frustración, o te voy a dejar en el dique seco para que más o menos, antes o después, eches mano de tus propios recursos.
Así que puede ser una relación muy directiva, pero también muy igualitaria, porque está diciendo, tú tienes aquí la capacidad de ser tú, y yo, desde luego, te voy a poner todas las condiciones para que la desarrolles y para que te arriesgues a ser responsable de ti mismo, yo me hago responsable de mí. Así que es una relación también muy igualitaria entendida desde ahí, no es una relación paternalista de demasiado apoyo, ya que Fritz era una persona confrontativa. Cada terapeuta gestáltico desarrolla su propio estilo, que puede ser más del lado de la ayuda, o bien del lado confrontador, más equilibrado o menos, pero él era en este sentido mas confrontativo que apoyador y desde ahí estaba repartiendo el espacio, en este caso de la sesión individual, dentro del grupo para que fluyera, y esto es un desarrollo de lo relacional, del yo-tu, de esa parte dialógica que Fritz la jugaba, como digo, hasta las últimas consecuencias. Esto en el grupo podríamos decir que sería la figura.
Si vemos el grupo como una especie de campo que lo es, como una especie de lugar, de fuerzas, el grupo que está alrededor de la pareja que trabaja en el centro, que es uno del grupo que ha querido salir a trabajar y el terapeuta, esa pareja serían la figura que están en el centro, y el grupo haría de fondo, de forma que lo relacional, ese yo-tu es la figura, pero, ¿qué es el otro, qué es el fondo, qué es el grupo? ¿Cómo entendemos eso?
Yo creo que el grupo habría que entenderlo que es como la situación, así cuando le preguntaban a Simkin, uno de los primeros colaboradores de Perls, ¿Qué es la gestalt? El decía gestalt es la terapia de yo-tu, aquí y ahora, del yo-tu ya estamos hablando, y el aquí-ahora habla de la situación, siempre hay un espacio y un tiempo en el que está ocurriendo, aquí y ahora de este momento o el allí-entonces cuando hablamos del pasado, pero siempre hay una situación, el aquí-ahora siempre está hablando del ambiente, del entorno. Así que la terapia gestalt siempre está trabajando con el yo-tu y el ambiente, el aquí-ahora, el espacio, el tiempo. Así que el grupo es el ambiente, el grupo es el entorno, el grupo es el fondo del cual es inseparable la figura, y el grupo está trabajando, sin que lo parezca, a la vez que está trabajando la pareja del centro, el yo-tu.
Como decía antes esto tiene bastante que ver con la formación que Perls tuvo teatral, he estado investigando cómo era este estilo de Max Reindhart, director teatral al que Fritz reconoce como maestro. Y como Perls no era muy generoso en atribuir lo que había aprendido de otros, que lo reconociera de Reindhart me hizo pensar que sería especialmente importante lo que aprendió de él. Investigando lo que hizo este hombre, muy novedoso para la época, trabajaba con esta idea de que los figurantes eran inseparables de los protagonistas en cualquier escena teatral, y él trabajaba además en historias griegas donde tanta importancia tienen los figurantes, el coro, en fin, hay un montón de comparsas, de gente que está trabajando en la escena y no solo los protagonistas.
Él ensayaba con los protagonistas, pero también ensayaba con cada uno de los comparsas que a lo mejor simplemente estaban ocupando sitio, que ni siquiera tenían frase, pero él trabajaba con cada uno de ellos para que supieran de que iba la escena, para que supieran que su papel, aunque fuera simplemente hacer de soldado, de persona que está de paso, de pueblo que asiste a la escena, que su presencia era importantísima, que si él no estaba centrado los protagonistas tampoco se centraban, que si él estaba en otra cosa eso desvirtuaba la energía de la escena.
Así que la idea de Max Reindhart era que la escena la componían todos, y exigía de cada uno que estuviera con la misma impecabilidad que si fuera el actor único sobre el que recae el peso del diálogo. Y de alguna manera Perls hace esto, cuando el está trabajando en el centro está pidiendo una atención especial del resto del grupo. En realidad no la pedía, porque era tan fascinante lo que estaba ocurriendo en el centro que eso captaba automáticamente la atención de los de alrededor, pero obviamente se está dando un intercambio energético de un calibre muy especial.
Lo que pasa en la sesión individual dentro del grupo, no pasa en la sesión individual fuera del grupo, obviamente nunca sabremos cómo sería porque si es una no es la otra, son incomparables, pero hay algo que tiene una especie de compromiso mayor, de que uno se compromete emocionalmente de otra forma, y creo que en buena parte tiene que ver con que el que está en el centro se sabe mirado por los ojos de alrededor que están poniendo una mirada implicada, una mirada que también está comprometida, y entonces eso llega al que está trabajando, y lo que está haciendo el que trabaja contagia, repercute, vuelve a los que están observando, y se está dando un contagio en cadena un poco sutil. A veces no se puede definir, pero se nota en el proceso del grupo, se nota porque cuando acaba de trabajar una persona hay siempre cuatro o cinco personas muy conmovidas por el trabajo del primero que van a ser los que sigan a trabajar a continuación, cuando acaba uno sigue el siguiente que está afectado por lo que ha pasado, y luego sigue otro afectado por lo que acaba de ocurrir, y otro posterior en función de lo que ocurre.
Digamos que al final el horizonte sería que trabajen todos en cadena, no han trabajado como grupo a la vez, sino que han trabajado en cadena, pero lo que ha pasado entre cada uno y el resto es inseparable, y esto es una formulación muy sui géneris de que “el todo es más que la suma de las partes”, frase que viene de la psicología de la gestalt y en realidad se hace a la definición de un grupo. El grupo es más que la suma de sus componentes. Está lo que cada uno trae, cada componente del grupo es insustituible, tiene su función, lugar grupal. Está lo que cada uno trae, pero, el grupo es algo mas, es una nueva configuración, es una nueva gestalt, esto lo vimos cuando hablé de esta cadena, lo que está trabajando cada uno y lo que está pasando, ese contagio hace que ocurra algo que es mas allá de lo que va haciendo cada uno. Así que podríamos hablar de que la relación terapéutica en grupo no solo se agota en lo dialógico, en el yo-tu, en esa figura que está trabajando en el centro, sino que es también relacional con la situación, es este caso con el grupo como fondo, o dicho de otra manera, podríamos entender que la relación no es solo dialógica sino también ecológica, está ocurriendo a un nivel social, está ocurriendo a un nivel donde todo el mundo está trabajando a través de la figura central del yo-tu.
Dicho así, es como poder entender que lo que al final decía Fritz, de que ni siquiera el grupo era el mejor formato, porque había que trabajar en comunidad, tiene un poco este sentido del porqué lo decía, y es porque realmente el trabajo de cada uno está afectando a los demás y tiene siempre una proyección social. Fritz de alguna manera tenía mucho interés en tener un impacto en la sociedad, en la cultura, en la educación, no solamente hablaba de una terapia, su idea era una filosofía de vida, y visto así el trabajo de grupo es lo más parecido a lo colectivo.
Cuando uno trabaja en grupo hay mas posibilidad de que se contagie afuera del grupo, que haya ese asunto, que igual que pasa entre la figura del centro y el ambiente grupal, esté también ocurriendo entre el grupo y la gente que está fuera del grupo, pero que va a ser afectada por aquella salud que desprende la gente que va curándose.
Cada persona que se terapeutiza y que va cambiando aspectos de su vida, que va cambiando su manera de hacer las cosas, también contagia eso a su alrededor, a su familia, a su entorno y demás, y eso también está pasando en el grupo. Así que, resumiendo, digamos que la relación terapéutica en el grupo en gestalt es un proceso que va de la dialógico a lo ecológico, de lo relacional a lo situacional, y que eso es inseparable porque, hay una relación de figura y fondo que son inseparables, como pasa con el ojo, que no puede ver lo uno separado de lo otro, la figura y el fondo siempre se perciben como una totalidad.
Nada más, gracias.
Paco Peñarrubia.
Pamplona, Abril 2.006