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Estudio sobre la pananoia. Carlos Cantabrana

El término paranoia deriva del griego para y nous, que puede traducirse como pensamiento paralelo o espíritu no centrado. Encontramos excelentes descripciones literarias e históricas de sujetos q padecieron trastornos de esta índole: Otelo con sus celos morbosos, Don Quijote o Mozart. Las paranoias son psicosis delirantes generalmente crónicas, cuya gravedad puede variar según sea la estructura de la personalidad que se ve afectada y se organizan como desarrollos delirantes. Provocan que, con el transcurso del tiempo, se construyan ideas patológicas alrededor de la vida del sujeto que las padece, afectando a su medio familiar, social y laboral. También pueden ser cuadros clínicos agudos, ya que pueden estos sujetos padecer descompensaciones agudas, de diferente intensidad provocadas por una inadaptación con el medio ambiente o contexto socio cultural del momento.
La paranoia se conoce además como un estado mental patológico en el que el paciente sufre delirios (percepciones y creencias sistemáticas y erróneas, desconectadas de la realidad y resistentes al cambio) de los cuales los más comunes y más conocidos son los de persecución y de grandeza. A finales del siglo XIX, Sigmund Freud definió la paranoia como un trastorno mental en el que el síntoma primordial es la extrema desconfianza hacia los demás; la personalidad paranoide llega a creer que los que le rodean quieren asesinarle. En la forma más grave, la psicosis conocida como esquizofrenia paranoide, el paciente puede tener alucinaciones en las que personajes históricos, mitológicos o religiosos se le aparecen y le transmiten mensajes, alucinaciones obviamente conectadas con los delirios de grandeza del paciente.
Considerar la paranoia como una enfermedad es una especie de anacronismo, pues nos aleja del conocimiento de la naturaleza misma del funcionamiento de la mente normal y, por consiguiente, de la mente enferma. Afortunadamente la paranoia pura es rara, y se presenta como un rasgo más de un determinado carácter.
El desconocimiento de la naturaleza (el origen, las causas) de las llamadas “psicosis endógenas” inhabilita sobre fórmulas que intenten llevar las “formas clínicas” a la categoría de “enfermedades”. Lo que más influye sobre esta insuficiencia, es el hecho de que el carácter persecutorio y otros rasgos bien conocidos (vivencias de autorreferencia, percepción delirante, etc.) se observan en multitud de afecciones que no coinciden con la clásica descripción de la paranoia, por la evolución, la edad de comienzo y la coexistencia de otros síntomas, obligando a la utilización del calificativo de “paranoides”. Estas características, se muestran además como “cualidades” del comportamiento primario defensivo con el que todo individuo está familiarizado por propia experiencia. Todo aquél que tenga vecinos o haya experimentado los celos sabe esto. La paranoia parece ser -mucho más que una enfermedad o un desarrollo patológico- una cualidad de ciertos procesos psíquicos (o de todos) y que se ve exagerada o se manifiesta desproporcionadamente en algunos enfermos.
Características De La Personalidad Paranoica.
• Desconfianza: Tienen una suspicacia permanente y a veces oculta en la apariencia de lo contrario. Poseen una creencia exagerada de las posibilidades agresivas y conspiradoras del prójimo, y se sienten fácilmente provocados y aludidos.
• Rigidez: Son individuos autoritarios que toleran difícilmente que se les lleve la contraria.
• Hipertrofia del yo: Se manifiesta por un egocentrismo marcado y una autofilia que conduce a la valoración exagerada y reiterada de sus virtudes, éxitos o aciertos. Todo ello redunda en acentuar su narcisismo.
• Evitación de la intimidad: se mantienen firmes en su postura, evitan la intimidad por temor a dar información que pueda ser utilizada como arma por sus enemigos.
• Rencorosos: están a la espera de la venganza. La sobre valoración, la intolerancia a la crítica, la auto justificación de los errores, el humor irónico y la necesidad del contrincante forman parte de los rasgos del trastorno paranoide.
• Hombres de dos caras: si se tiene la oportunidad de hablar con algún familiar o persona cercana, se verá que le paranoide tiene un tipo de conducta para los familiares o amigos y otra muy distinta para los que no lo son.
• Juicios erróneos o pasionales: Es el típico pasional con unos criterios apriorísticos, sobre lo que va a justificar mediante racionalizaciones su conducta. Fácilmente cree q los demás compiten con ellos y por esto esconden sus hallazgos de libros, objetos y lugares, etc., particularmente a los q creen sus adversarios.
• Justicia y fanatismo: Las normas, la lealtad y la justicia sirven como disfraz al resentimiento y agresividad. A menudo vehiculan esas actitudes de perfeccionismo integrándose en sectas religiosas o grupos políticos, de los que serán obstinados fanáticos.
Mecanismos de defensa: La negación de la realidad es la primera defensa significativa, el individuo cegado por la actitud pasional no es capaz de aceptar la realidad y la niega, tanto la de sí mismo como la de los demás. Ello le sirve para evitar los aspectos de su conciencia dolorosos, contradictorios o desagradables. La proyección como mecanismo el paranoico en su actitud recelosa y desconfiada, al ser incapaz de cotejar su realidad con otra, no puede asumir la situación hostil q tiene y la proyecta a los demás: los demás me provocan. El paranoico en su actitud recelosa y desconfiada, al ser incapaz de cotejar su realidad con otra, no puede asumir la situación hostil q tiene y la proyecta a los demás: los demás me provocan.
La proyección esencialmente es un fenómeno no consciente. La persona que proyecta no el paranoico en su actitud recelosa y desconfiada, distingue entre mundo interior y mundo el paranoico en su actitud recelosa y desconfiada, al ser incapaz de cotejar su realidad con otra, no puede asumir la situación hostil q tiene y la proyecta a los demás: los demás me provocan. Visualiza en el mundo exterior aquellas partes de su propia personalidad con las que se niega a identificar. En el caso de la necesidad neurótica de afecto, esta necesidad no puede verse satisfecha porque el amor, en caso de que se ofreciera, no es aceptado ni asimilado realmente. Las proyecciones son, en el sentido más estricto, alucinaciones. La pesadilla del niño pequeño, es una alucinación proyectiva de ese tipo, que constituye un síntoma central en la paranoia genuina. Cuando sigue existiendo suficiente sentido de la realidad, se racionalizan las alucinaciones; podemos entonces hablar de un carácter paranoide. Por ejemplo, el marido morbosamente celoso va a estar a la espera y va a tratar de poner trampas a su mujer para descubrir si sonríe a alguna otra persona, y cuando esto ocurra interpretará esta sonrisa con sus ideas preconcebidas de celos.
Delirio Paranoico: Características Y Tipos.
Características.
Los rasgos de la personalidad paranoica no siempre conducen al delirio, pero, en cambio es frecuente q los delirios paranoicos se asienten sobre la personalidad paranoica descrita.
El inicio es progresivo e insidioso, su convicción pasional desborda la realidad y todo se reviste de significaciones que irán incluyéndose progresivamente en su delirio.
El delirio se presenta como lógico, pues parte de hechos o situaciones reales, cuya nota delirante se justifica por racionalizaciones. Esta apariencia de lógica irrefutable hace que sea un delirio contagioso y muchas personas creerán sus argumentos delirantes que tienen apariencia de verosimilitud. Las ideas delirantes se acompañan de trastornos del juicio y de la percepción, sin deterioro intelectual ni perturbación de las funciones instrumentales.
Tipos De Delirios.
• Delirio De Persecución: es el más frecuente, a menudo hay una base real que está demasiado exagerada. Destaca en estos individuos la tendencia a la interpretación y a explicarlo todo. No pueden progresar ni estar tranquilos porque ellos por celos o envidia se han propuesto perjudicarlos.
• Delirio De Reivindicación: Cuando versa sobre la ley, constituye el delirio q siempre coloca al individuo en juicios y procesos, fruto de sus constantes denuncias. Se caracterizan por tener una idea que prevalece sobre las demás, subordinando todas las conductas a un postulado fundamental. Los sujetos que los sufren poseen un temperamento vivo, receloso y susceptible; son fanáticos de la política, religión o reforma social. Sobre esta constitución paranoide desarrollan el delirio, debido a un fracaso o un conflicto. Se pueden ver tres tipos:
-a) Los nuerellantes: Persiguen la defensa de su honor a ultranza con menoscabo de sus intereses.
-b) Los inventores: Reivindican el mérito, guardando el secreto de sus experimentos, quejándose de ser desposeídos de la patente.
-c) Los apasionados idealistas: Sueñan con sistemas políticos de paz universal. Su reivindicación es ideológica, atentando contra hombres políticos e instituciones.
• Delirios Pasionales:
 Delirio Celotípitco: El individuo se siente frustrado y privado de una buena relación, la cual se interpreta en el sentido de q el cónyuge prefiere a otro. No tarda en iniciar indagaciones e investigaciones personales o mediante detectives.
 Delirio Erotomaniaco: El paciente tiene la convicción de ser amado por alguien que a menudo ocupa un rango social superior al suyo. Es más frecuente en mujeres. Su inicio es
relativamente rápido y se basa en alguna interpretación errónea. A partir de entonces encuentra sentidos y confirmaciones de su delirio en cualquier detalle o hallazgo. Todo son señales y signos de amor del otro.
 El sensitivo de relación de Krechmer: Afecta a personas menos agresivas, de carácter tímido, hipersensibles y con complejo de inferioridad. La persona se relaciona con un grupo (vecinos, familia o su cónyuge); esta persona es el centro de interés enojoso y humillante de un conflicto vivido con los demás. Reacciona con depresión. Es típico de los gobernantes y el de persecución, de las solteronas.
 El de interpretación: Constituye una especie de locura razonante obedeciendo a una necesidad de explicarlo todo y descifrarlo todo. Interpreta erróneamente una situación normal (un saludo, una mirada). Por medio de esta interpretación transforman el mundo, construyendo el delirio sobre los temas: de persecución, envenenamiento, misión divina, etc.
• Delirio Hipocondriaco. Los temas más frecuentes incluyen la infestación de la piel por un parásito, infestación interna por gusanos, presencia de bultos dérmicos atribuidos a cuerpos u organismos extraños Los pacientes son extraordinariamente insistentes y enérgicos en sus quejas y repiten siempre lo mismo de forma estereotipada.
• Folie  Deux. Se trata de un término francés q se refiere a los casos en q el delirio es compartido por dos más personas. Requiere que las personas afectadas mantengan una relación íntima, el contenido delirante sea semejante y se comparta la convicción delirante.
Afectividad Y Paranoia.
En relación con la Memoria, el impulso que se manifiesta como cualidad paranoide proviene de rendimientos subcorticales (diencéfalo límbico) y de registros corticales primitivos (corteza paralímbica). En este punto, que resulta de primordial importancia (la génesis afectiva de la cualidad paranoide) habrán de ser paradójicamente contundentes y breves. Es bastante bien conocido que el cerebro límbico es productor específico de reacciones emocionales primitivas vinculadas con la expresión de instintos y la influencia de este sistema cerebral “primitivo” sobre las conductas de personas y animales ha sido muchas veces confirmada y aceptada.
En nuestro medio, Goldar ha detallado con suficiente amplitud los circuitos del sistema límbico ligados a la producción de “señales de peligro”, especialmente el conjunto que va del núcleo amigdalino, por vía del hipocampo y el fórnix a sus proyecciones sobre la corteza orbitaria posterior, región cortical en laque se procesan los que este autor llama “valores preventivos”. Por ello puede pensarse en la participación específica del fenómeno primario paranoide como resultado de rendimientos límbicos. Esto Haría De La Cualidad Paranoide Un Fenómeno Esencialmente Afectivo, a despecho de quienes creen ver la paranoia, un fenómeno intelectual o racional. La capacidad de distorsionar los términos de la realidad que tienen los afectos exaltados es muy corriente de observar en el mecanismo de las “ilusiones” y ésto, tanto en maníacos como en personas normales que pasan por momentos de intensa emotividad. También es un fenómeno que todo el mundo conoce por experiencia personal. La exaltación de los “valores preventivos” no puede llevar a alguien a otro lado que a la paranoia, ya que estos “valores” son esencialmente defensivos.
Razonamiento Y Paranoia.
La idea tan difundida de que la paranoia es un trastorno del intelecto debe considerarse a la luz de lo expuesto, como una simple apariencia. Según lo que se ha detallado arriba, tanto en la clínica como desde la neurobiología, el trastorno “primario” de los pacientes paranoides proviene de la afectividad profunda. Es natural, por ejemplo, que una persona que experimenta intensos celos, crea adivinar en las actitudes de su pareja la confirmación de la temible certeza que la embarga. La interpretación racional constituye siempre un fenómeno secundario (posterior) a un hecho emocional que lo impulsa, lo cual coincide con el escalonamiento filogenético que corresponde al pensamiento verbal, que es el último en aparecer y el más especializado.
Según Allport el “afán de explicación” es una natural tendencia de las personas a tratar de “explicar” situaciones que se le presentan. Es así que se generan los rumores. Cada uno transmite los hechos no objetivamente, sino como cada uno tienda a interpretarlos. Nadie transmite información “objetiva” o que no esté distorsionada con su visión personal. Desde este punto de vista, la objetividad es casi inexistente, como se ha visto también en el caso de la memoria. El origen de la paranoia puede ser muy complejo, aunque no es un trastorno del pensamiento intelectual, que en estos pacientes está perfectamente conservado. Cada vez que un paciente emite una interpretación delirante demuestra, sin necesidad de otra prueba, que su capacidad de raciocinio no está afectada directamente sino tal vez simplemente distorsionada.
Rasgos Para Detectar Un Caso De Paranoia A Través De La Escritura.
Los rasgos que debemos buscar en la escritura para poder detectar un caso de paranoia son los siguientes:
1. La paranoia es una ideación extrema. Así que el paranoico es un idealista enfermo, por esto debemos buscar los rasgos definitorios en la parte superior de las letras: las hampas.
2. Repetición de un tema. Hay que analizar la repetición de muchas palabras clave que no guardan la debida proporción con el texto.
3. La emoción desbordante y enormemente comunicativa le impulsa a escribir en cualquier sitio y, es muy probable que un mismo papel le lleve hasta el mínimo rincón, incluso dándole vueltas.
4. La necesidad de comunicar a los demás su monomanía o delirio parcial, le obliga a subrayar varias veces la misma palabra que, normalmente, es la palabra que él considera clave, y/o bien a poner dobles signos, e incluso triples, de admiración.
5. Palabras expresivas y altisonantes: neologismos.
6. Frases rebuscadas.
7. Puntos agudos a la derecha y hacia abajo.
8. Mayúsculas altas y adornadas, a veces 10 ó 20 veces mayores que la escritura.
9. Letras grandes y arrogantes, lentas.
10. Trazado sobrealzado y puntos y rayas innecesarios.
Trastorno Paranoide De La Personalidad, (Siguiendo El Dsm Iv).
El DSM IV, define las características de esta personalidad cuando presenta el trastorno paranoide en el eje de los trastornos de la personalidad. Consiste en un patrón de desconfianza y suspicacia hacia los otros, de tal manera que las intenciones de estos son interpretadas como maliciosas, patrón que comienza en la edad adulta y aparece en distintos contextos. Los cónyuges celosos, los litigantes crónicos y exaltados, los buscadores de agravios, básicamente las personas desconfiadas y suspicaces, conviven con rasgos de carácter relacionados y, a menudo pueden presentar un trastorno paranoide de la personalidad. Las personas paranoides se caracterizan por cuatro o más de los siguientes rasgos: Piensan que los demás pretenden explotarles, perjudicarles, o que van a defraudarles, pese a que exista escasa evidencia que justifique tal expectativa. Se preocupan y tienen dudas injustificadas acerca de la fidelidad o confiabilidad de sus amigos o asociados. Son reacios a confiar en otras personas debido al miedo de que la información pueda ser utilizada maliciosamente contra ellos. Interpretan como denigrantes o amenazadoras comentarios o acciones que realmente son benignos. Son rencorosos. Perciben ataques inexistentes hacia su carácter o reputación, reaccionando con enojo y rapidez. Tienen sospechas recurrentes e injustificadas acerca de la fidelidad de su compañero sexual.
Se puede manifestar por primera vez en la infancia o en la adolescencia por medio de actitudes y comportamientos solitarios, con escasas relaciones a nivel social. Puede haber bajo rendimiento escolar y son hipersensibles, pudiendo aparecer fobias extrañas y duraderas, insomnios y pesadillas en la infancia, que se transforman en celos, desconfianza, miedo y radicalización de opiniones en la adolescencia. También son propensos a la depresión, decía Melanie Klein que las ansiedades paranoides son defensa contra las ansiedades depresivas, éstas son provocadas por la sensación de daño al otro, pero también por la íntima sensación de no haber sido querido. El paranoico no ha podido establecer una relación de confianza con los padres, ha sido tratado con disciplina y autoridad por padres severos y no ha podido establecer un vínculo afectivo, lo que irá repitiendo a lo largo de su desarrollo, no se fiará de nadie, y menos de experiencias emocionales, mas tarde en la adolescencia al volver a activar los vínculos afectivos con otras personas ya estará fijado en este patrón de desconfianza emocional.
El trastorno paranoide oscila entre el 0,5 y el 2,5 % de la población general, normalmente no buscan apoyo terapéutico más que por indicación de alguna persona próxima, ya que ellos no sienten que nada les ocurra, esto en el comienzo de la relación terapéutica les lleva a ser corteses y sentirse desconcertados al no entender bien que hacen en terapia, fuera de sus sospechas de manejo del otro. Es más frecuente en hombres que en mujeres. De modales serios no pueden evitar el escudriñar el entorno, la incapacidad para relajarse y su tensión muscular se evidencia con rapidez. Los paranoicos dan por hecho que los demás se van a aprovechar de ellos, les van a hacer daño o engañar. Hacen un mundo de sospechas sin pruebas que las apoyen, ven complots en su contra y sienten que pueden ser atacados en cualquier momento y sin razón alguna. Se sienten a menudo ofendidos por otros sin motivos para ello. Escruta minuciosamente la lealtad de los suyos en busca de pruebas de intenciones hostiles, y cuando alguien se muestra leal y ofrece su confianza se sorprenden tanto que como reacción no confía en él, con lo cual no confía en nadie, e intima poco. Vislumbra a menudo significados ocultos de amenaza o degradación ante cualquier hecho insignificante.
Interpreta mal los halagos, y puede ver en una oferta recibida de ayuda una crítica a él mismo, o a su hacer. Son rencorosos y son incapaces de olvidar los insultos, injurias o desprecios de que creen haber sido objeto, lo que les lleva a una permanente situación de hostilidad. Al sentirse atacados, o no considerados por los otros, o no tomados en cuenta reaccionan con ira, su desconfianza le lleva a los celos, tienen la prolongada sospecha de que la pareja le es infiel sin tener pruebas de ello. Pueden reunir pruebas triviales y circunstanciales para confiar sus sospechas, quieren mantener un control total sobre las personas con las que mantienen relaciones para evitar ser traicionados, y constantemente pueden hacer preguntas y cuestionar los movimientos, los actos, las intenciones y la fidelidad del cónyuge o de la pareja. Los paranoicos son personas con las que no es fácil llevarse bien, suelen tener problemas en las relaciones personales. Su suspicacia y hostilidad suele despertar en los demás una respuesta hostil, que a su vez, le sirve al paranoico para confirmar la peor de sus expectativas. Se expresa bien a menudo a través de la queja recurrente o las protestas airadas, pero, otras veces es a través del silencio hostil que marca una gran distancia, con apariencia de frialdad y falta de compasión. El paranoico, que sigue sin fiarse de nadie, tiene una excesiva necesidad de ser autosuficiente y autónomo, quiere tener todo bajo su control.
Se queja mucho, pero no acepta críticas ni consejos, y además tiende a culpar al otro de sus propios errores. Se puede ver envuelto en situaciones legales, él mismo es litigante, y le gusta verse en situaciones de poder y jerarquía, el ser desconfiado le lleva a excluir a los demás, y a categorizar en lo social, llenándose de prejuicios y estereotipos negativos de los otros, a los que discrimina, y esto le coloca en situaciones de exclusión de los otros grupos. Tratan de confirmar sus concepciones negativas preconcebidas, respecto a la gente o las situaciones que les rodean, atribuyendo malas intenciones a los demás, lo que no dejan de ser proyecciones de sus propios miedos. Esto les origina dificultades para mantener vínculos estrechos con otras personas. Ocultan sus ideas paranoicas ya que saben bien cuales son consideradas por los demás como patológicas, aparentan normalidad atenuándolas.
Para el psicoanálisis el paranoide es una persona que tiene miedo, como el fóbico, tiene miedo a quedarse solo, pero el miedo es anterior, es preedípico, el miedo les hace ser agresivos. Esta rabia le resulta intolerable y necesita proyectarla en otras personas, esto les lleva a sentimientos de persecución, con lo que todavía aumenta más su miedo. La proyección de la agresividad, la identificación con el agresor, el narcisismo y la negación son sus principales defensas estructurales.
Millon.
Millon diferencia tres tipos de personalidad paranoide:
• Paranoide-Narcisista; Sobrevaloración y falta de control parental. La relación interpersonal es seguida por aislamiento y fantasía.
• Paranoide-Antisocial; Puede tener una basa biogenética. Trato parental desagradable. Tensiones interpersonales por anticipación de posibles ataques. Arrogancia. Estrés no compensado que ocasiona falta de contacto con lo social y la realidad.
• Paranoide-Compulsivo, como el compulsivo pero con diferente estilo de afrontamiento. Puede que los compulsivos hayan considerado necesario renunciar a su dependencia de los demás como fuente principal de compensaciones, pero no abandonan los restos de un hábito de control excesivo, así, continúan buscando la claridad de reglas y normativas, no toleran la indefinición e imponen orden y sistema en sus vidas. Privados ahora de las directrices de aquellos a quienes han despreciado, estos paranoides se apoyan cada vez más en sí mismos y se convierten es sus propios esclavizadores despiadados, en busca del orden y del poder. (Millon T.)
Fritz Perls.
En Yo, hambre y agresión, Perls explica el caracter paranoide a traves de los procesos de alimentación, y mediante los mecanismos de introyección y proyección. El introyecto sería el alimento que no masticamos y nos lo tragamos. El resultado es una especie de anestesia oral, que al igual que en el ano como aparato expulsor, se crea una confluencia, no llegando a diferenciar ni lo que comemos ni lo que expulsamos.
Si consideramos los recuerdos reprimidos como acumulación de trozos no digeridos, vemos dos formas de liberarnos de ellos; asimilación y eycción. Para que se asimile, el material debe ser re-masticado y para ser remasticado debe ser regugitado. El asco es el componente emocional del vómito. Si no se regugita el material no digerido se expulsa, y al no notarlo, al expulsarlo se convierte en una proyección.
El organismo continúa con sus intentos de atacar y destruir el material recien proyectado que se vincula a objetos apropiados del mundo exterior. Siempre que estos objetos se convierten en figura, el mecanismo espande su agresión; hostilidad, vengatividad y persecución. Esta persecución paranoica es un intento de establecer la frontera del Yo que no existía en el momento de proyectar. Pero el intento fracasa porque el paranoico quiere atacar y tratar como material externo aquello que en realidad es parte de él mismo. No puede dejar en paz lo proyectado porque su agresión es sobretodo alimenticia. Sin embargo, como no es una agresión dental la destrucción no fructífera y nos lleva a una re-introyección. La situación digestiva y re-digestiva sigue sin concluir, se incorpora al enemigo, pero no se le asimila, y más tarde es proyectado de nuevo, y experimentado como el perseguidor.
Y así, una y otra vez. La anestesia de boca y ano produce una falta de comciencia inmediata, y la sensación de alimento y defecar dejan de ser funciones del Yo. Como el material no asimilado no es simplemente expulsado y descartado sino proyectado al mundo, cada vez tiene más material anteriormente proyectado, que de nuevo se digiere de forma incompleta. Se inicia y establece un círculo vicioso y el carácter paranoide, al perder gradualmente contacto con el mundo real, llega a aislarse de sus alrededores. Vive en un mundo imaginario, permanece confluyente con el mundo proyectado, al que confunde con real. Uno de los ejemplos clarificadores que Perls utiliza para explicar el carácter paranoide a través de los mecanismos de proyección-introyección es el siguiente: Un muchacho admira a un gran jugador de fútbol. Se le ridiculiza su entusiasmo; por eso lo suprime y proyecta su admiración sobre su hermana imaginando que ella es la que admira al deportista. Más tarde introyecta al héroe y quiere ser él mismo admirado. Para conseguir esta admiración alardea haciendo el payaso y poniendo en juego el resto de su repertorio infantil. En vez de conseguir admiración, su hermana lo reprende y se rie de él. El chico se vuelve tímido y tiene sueños diurnos secretos de ser un deportista sobresaliente. Está ahora en camino de llegar a ser un neurótico, pero todavía no es un paranoico. Esto sucederá, si al mismo tiempo lamenta, envidia los éxitos de su héroe anterior que, en su imaginación, ha llegado a ser su competidor. Si entonces proyecta la envidia y por ello experimenta la creencia de que el mundo envidia sus méritos (fantaseados), crea un muro entre él mismo y su entorno, se vuelve silencioso y reservado o todo lo contario, irritable y explosivo. Ya están puestos los fundamentos de un carácter paranoico.
La persona que proyecta pierde energías, la pérdida de energías por la proyección, es decir, la no asimilación, produce la atrofia de la personalidad del carácter paranoico. El chico, al proyectar su entusiasmo, lo pierde, reduciendo así su personalidad.

Estudio sobre la paranoia (extracto).
Carlos Cantabrana.
carlos@aybcomunicación.com