Santi Castillo Sanzol
Historia y Actualidad.
“Nuestra naturaleza está en movimiento. El reposo absoluto es la muerte”. Blaise Pascal
Un Poco De Historia Sobre Los Movimientos Sociales.
Desde el periodo moderno o siglo XVIII, se ha producido una aceleración extraordinaria en los procesos de cambio, dándose mayor número de cambios en esta minúscula fracción de tiempo que en toda la existencia previa de la humanidad. Los dos principales intentos por explicar el cambio social son el evolucionismo y el materialismo histórico. Ambas interpretaciones coinciden en que el cambio se deriva fundamentalmente de las formas en las que los seres humanos se relacionan con el medio ambiente material.
Las teorías evolucionistas plantean que la sociedad humana siempre ha caminado hacia una mayor complejización. El proceso de complejización hace que las áreas de la vida social que una vez estuvieron entremezcladas, lleguen a estar claramente diferenciadas. Se realiza un paralelismo directo entre el desarrollo biológico y la sucesión de las sociedades humanas en la historia. El darwinismo social, que planteaba que las sociedades luchaban unas con otras por la supervivencia como los organismos biológicos, o la teoría de la evolución de Parsons, que plantea que la evolución social es una extensión de la evolución biológica aunque con mecanismos de desarrollo diferentes, son ejemplos de estas teorías evolucionistas.
El materialismo histórico planteado por Marx formula que cualquier sociedad descansa sobre una base económica o infraestructura, cuyos cambios tienden a gobernar las alteraciones de las superestructuras. Los periodos de alteración gradual de las fuerzas de producción y de otras instituciones se alternan con fases de cambio revolucionario dramático. Los cambios más significativos se dan mediante tensiones, choques y luchas.
Max Weber criticó tanto las teorías evolucionistas como el materialismo histórico de Marx. Sin negar la importancia de la adaptación al mundo material y a los factores económicos, plantea que resulta absurdo intentar explicar el cambio social en base a un “factor único”. Ninguna teoría puede explicar por sí misma la naturaleza de todo cambio social. Resulta fundamental para ello identificar alguno de los factores que tienen influencia general sobre el cambio social en muchos contextos, así como desarrollar teorías que postulen ciertas fases o estadios de cambio. Por citar alguno de los factores fundamentales implicados podemos hablar del entorno físico, la organización política y los factores culturales.
Dentro de los factores importantes del cambio social moderno, están la expansión del capitalismo industrial, el desarrollo de estados nacionales centralizados, la industrialización de la guerra y el surgimiento de la ciencia y de modos de pensamiento críticos. En las últimas décadas el viejo orden industrial ha sido sustituido por un nuevo orden social basado en el conocimiento y la información. La información, el conocimiento y la creatividad son las nuevas materias primas de la economía, pudiéndose hablar de la revolución de la información. También se ha dado un rápido aumento del sector servicios, en comparación con el sector industrial.
A. La Sociedad De La Inseguridad Y El Miedo.
Los choques entre fuerzas sociales que tienen intereses contrapuestos, así como las contradicciones sociales, generan las asociaciones y los movimientos sociales. Existen grupos de fracturas o contradicciones que nos pueden ayudar a entender de manera global los conflictos sociales complejos; Las contradicciones ecológica, sexual o de género, generacional, racial, económica, cultural, espacial y vital.
La sociedad actual está marcada por la inseguridad y la inestabilidad. Las preocupaciones fundamentales se encuentran en la polaridad seguridad-miedo. Durante los últimos años se ha dado un rápido desmantelamiento del estado de bienestar perdiendo gran cantidad de logros conseguidos de la década de los sesenta a los ochenta. La actual sociedad se encuentra marcada por los cambios a nivel económico-laboral y también de valores.
Dentro de esta inestabilidad se puede nombrar:
-La ausencia de trabajo fijo: la eventualidad, la precariedad y la parcialidad son una norma hoy en día. Nadie se plantea ya un trabajo fijo para toda la vida.
-La familia tampoco es para toda la vida: Las separaciones, las nuevas formas de familia, los cambios de costumbres y valores.
-El hábitat no es para siempre: La necesidad de emigrar nuevamente para encontrar trabajo. En este contexto en continuo cambio lo único estable para los jóvenes es la hipoteca que les acompañará toda la vida, lo que provoca la adscripción a trabajos precarios y la sobre explotación.
-Los cambios tecnológicos y los valores individuales, llevan a la sociedad a un consumismo insaciable y a mayores desigualdades sociales.
B.- Las Polaridades o Contradicciones Sociales.
Johan Galtung (1992) habla de una serie de contradicciones sociales:
-Ecológica: Binomio Humanidad-Naturaleza
-Sexual o de Género: Hombres-Mujeres, Masculino-Femenino.
-Generacional: Jóvenes-Adultos.
-Racial: Negros-Blancos, Negros-Amarillos, Blancos-Rojos, etc.
-Económica y socioeconómica: Burguesía-Proletariado, Oligarquía-Insolventes.
-Cultural: Tolerancia-Intolerancia, Libertad-Fundamentalismo, Democracia-Autoritarismo.
-Espacial, territorial: Estado-Pueblo, Propietarios-No propietarios.
-Vital: Salud-Enfermedad, Vida-Muerte.
Estas contradicciones se puede agrupar en tres marcos generales:
Las relativas al mundo de producción, las relativas al hábitat y las relativas a la socialización.
Frente a las contradicciones los movimientos sociales pueden tener como objetivo la defensa de una de las polaridades de la contradicción o pueden plantearse la superación de dicha contradicción, mediante la colaboración entre sectores enfrentados y la no agresión. Algunos movimientos sociales se generan como respuesta a otros grupos.
Las sociedades modernas se han constituido en base a dos fuerzas principales que lo vertebran: El Estado y el Mercado. Como decía Marc Nerfin, El Príncipe y el Mercader. El triangulo lo completa el tercer sector que es El Ciudadano, puesto que en las sociedades en las que vivimos los problemas no se resuelven con más poder a las administraciones públicas o más poder al capital. Estaríamos hablando pues de los tres vértices del triángulo de nuestra sociedad: El estado central, las grandes empresas y corporaciones y en el tercer vértice los movimientos sociales más transformadores y alternativos (tercer sector).
Jesús Ibáñez, y Tomás R. Villasante vienen explicando desde los años ochenta que la complejidad social no se puede reducir a dos opciones contrapuestas. Se trata de dialécticas orientales más paradójicas que los simples binomios, donde los binomios se abren a varias soluciones posibles.
Las posibilidades de los nuevos movimientos sociales han pasado pues por una respuesta frente al poder que va más allá de decir sí o no. Las respuestas posibles son al menos cinco:
“SI: respuesta de los afines. (Conductas conversas)
“NO: En la lógica de nosotros o ellos. (Conductas perversas)
“El “SI pero NO”: Se aceptan las reglas pero se puede denunciar que el poder no las cumple. (Conductas subversivas)
“El “NO pero SI”: Cumplo pero denunciando la injusticia de las reglas o las contradicciones del sistema. (Conductas reversivas).
“El “ni SI ni NO”: No acepto las reglas del juego y no entro en el juego.
C. Relaciones En El Tejido Asociativo.
Las personas que participan en asociaciones o movimientos sociales lo hacen de diferentes formas, desarrollando diferentes papeles o roles:
“Los dirigentes o “Grupo Formal”: Principalmente los ideólogos.
“Los “Sectores Activos”: Se mezcla la vocación de líder natural con el tener los conocimientos, preparación. Les mueven motivaciones más inmediatas. Los “técnicos”.
“La “base social”: Las personas que solo puntualmente participan. Simpatizantes, amigos que solo puntualmente forman parte de la entidad, asociación o movimiento. El conjunto de acción sería la forma en que se estructura un tejido social, dependiendo de cómo se relacionan estas diferentes formas de participar. De aquí se generan diferentes estructuras en el tejido social:
“Grupos autoaislados: Cuando una asociación se relaciona poco con otras y tiene poca base social. Su relación con la institución es escasa y conflictiva.
“Populistas: El grupo formal es pequeño y se relaciona muy bien con la base. El sector activo casi no existe. Hay relaciones intensas con las instituciones y se alternan buenas relaciones con conflictos.
“Gestionistas: El grupo formal casi ha desaparecido, gestionan muy bien pero puede perder su horizonte ideológico.
“Intentos ciudadanos: Buscan generar movimiento ciudadano. Cuando un grupo formal se preocupa de ampliar su sector activo y su base a través de formación y técnicas participativas. Busca una buena relación con asociaciones, grupos formales e informales. Colabora con las instituciones, pero sin perder el sentido crítico.
D. Evolución De Las Asociaciones Y Movimientos En España.
Tomas Alberich distingue distintos escenarios temporales en las últimas décadas:
1) El movimiento ciudadano de la década de 1970. Asamblearismo y participación en las asociaciones de vecinos:
Las relaciones de los movimientos ciudadanos en esta década estuvieron caracterizadas por un tejido social homogéneo en cada localidad, en cada barrio formando una asociación formal, que se situaba frente al aparato institucional. En la mayoría de los barrios se establecieron asociaciones vecinales, que daban cohesión al movimiento ciudadano. La relación con otras asociaciones del barrio era fluida, como con asociaciones de padres, deportivas, etc.
Las asociaciones vecinales daban identidad al barrio, creaban historia en muchos casos en barrios que eran fruto de la emigración del campo a la ciudad. Generaban actividades culturales y deportivas, fiestas, y poco a poco iban construyendo redes educativas y de solidaridad interna. En ocasiones actuaban controlados por la policía o directamente eran disueltos. Por eso muchas veces funcionaban legalmente o ilegalmente.
Las asambleas eran convocadas para todo el barrio y podían participar socios y no socios. El acierto de estos movimientos fue saber construir también una buena relación con equipos profesionales, partidos de izquierda y con los medios de comunicación. Su nacimiento fue relativamente espontáneo y apartidista, porque surgía como respuesta a los problemas reales y cercanos, así como estaban conformados por gente con orientaciones políticas diferentes.
2) Años ochenta. La crisis de los movimientos ciudadanos.
A partir de las elecciones democráticas en 1979 la asociación deja de ser un todo frente a la institución. Las instituciones cambian y se diferencian y por otro lado absorben a parte de los grupos formales de las entidades sociales, pasando a ser alcaldes, concejales o liberados en partidos políticos e instituciones. Los movimientos vecinales en estos años pasan a ser sectaristas y fuertemente ideologizados, al igual que las administraciones locales. Al mismo tiempo las administraciones crean nuevos servicios sociales y culturales, absorbiendo a los sectores activos de las asociaciones que pasan a trabajar en ayuntamientos y comunidades autónomas. Las causas más importantes de la crisis de los movimientos ciudadanos se pueden encontrar en:
• Causas generales:
-Abandono de las asociaciones: Físico e ideológico. Se sustituyen ideas por intereses inmediatos personales y de los partidos políticos. Los equipos técnicos de las asociaciones pasan a dedicarse profesionalmente a ello.
-Cambios en el sistema socioeconómico y en la estructura social: Se da una precarización del empleo, altos índices de paro y falta de recursos. Las soluciones que se buscan son más individualistas.
• Factores de los miembros de asociaciones y de la administración pública:
-Sectarismo político.
-Competencia: Se impone la lógica del más fuerte. El poder político se ve legitimado por las urnas.
-Crisis en la izquierda con enfrentamientos y escisiones.
-Falta de reconocimiento público e interés por el asociacionismo, por parte de la administración pública.
-Temor de las asociaciones a ser controlados. Tratan de controlar y acaban de encorsetar a los movimientos.
• Factores por parte de los movimientos sociales:
-Falta de nuevos horizontes globales y sociopolíticos. Se deja atrás el objetivo de “tomar el poder”, y es necesario transformarlo en el objetivo de “controlar el poder”.
-Desconfianza radical hacia todo poder público. Se mueven entre la dependencia de las subvenciones y considerar negativo todo lo que venga del “poder”.
-Creencia en que la democracia lo resolvería todo provoca un desencanto en los ochenta.
-Escasez de afiliados a asociaciones y escasez de personas con formación debido al éxodo de los grupos formales.
• Otros factores:
-Los medios de comunicación se dedican principalmente al seguimiento político partidista.
-Bajo reconocimiento social del trabajo voluntario, porque no debería de existir o lo debería de hacer
la administración. En este momento se va dando un alejamiento entre un movimiento ciudadano débil y fragmentado y unas administraciones públicas gobernadas por la izquierda, con la prepotencia de las mayorías absolutas.
3) Los años noventa.
Este periodo se caracteriza por los nuevos problemas económicos de las administraciones públicas, el “boom” del voluntariado a partir de las olimpiadas del 92 y la externalización de servicios desde las administraciones, contratando a nuevas asociaciones. Estas nuevas organizaciones se denominan ONG y pasan a ser un asociacionismo más pragmático y subvencionado.
Los movimientos sociales vienen ligados en esta década por una serie de fenómenos:
-El asociacionismo subvencionado. Esta afectado por las ideologías políticas, pero con menor peso que en la década pasada.
-Mantenimiento y nuevas presencias de movimientos radicales.
-Creación de nuevos servicios desde las asociaciones. Se crea la asociación-empresa, cuando debería de denominarse cooperativa o comunidad de bienes. Se empiezan a privatizar servicios mediante la concesión a entidades y asociaciones.
-Las asociaciones comienzan una actividad más profesionalizada.
-La constitución de nuevas asociaciones denominadas ONG, dando una imagen más independiente y también más institucional.
-El voluntariado se extiende y las administraciones crean departamentos para su captación y formación. Gestionan actividades culturales y sociales, convirtiéndose en una especie de moda y en un inicio a la profesionalización.
E. La Terapia Gestalt Y Los Movimientos Sociales.
La Terapia Gestalt surge en un contexto sociopolítico y cultural determinado. Tanto el movimiento de la contracultura norteamericana, como el mayo francés, como los movimientos de liberación latinoamericanos surgen en el mismo momento histórico. De hecho Paul Goodman, líder de la contracultura norteamericana de los años sesenta, es el escritor junto a Fritz Perls de los primeros elementos teóricos de la Terapia Gestalt.
El movimiento contracultural americano surge como reacción a la modernidad. La modernidad inicia el paradigma cartesiano desde el renacimiento en los siglos XV y XVI, planteando que la única verdad se encuentra detrás de la razón y sólo así se puede entender la realidad. La sociedad cree que a través de un mundo diseñado racionalmente, la experimentación científica y el desarrollo tecnológico industrial, se puede asegurar el progreso social.
Sin embargo en los años 60 todo este planteamiento entra en crisis y surgen los movimientos contraculturales norteamericanos proponiendo una nueva forma de entender el mundo, basada en la sensibilidad y el sentimiento, frente a lo meramente intelectual. Se plantea un nuevo paradigma que habla de la bondad, verdad y belleza, frente al consumismo y a las guerras. En este contexto surge la Terapia Gestalt, y no solo como reacción al psicoanálisis, sino que sirve de sustento psicosocial a estos movimientos.
Carlos Alberto Vinacour, en el congreso Internacional de Gestalt de 1995, plantea una serie de coincidencias entre las tesis de la contracultura y las de la Terapia Gestalt. La contracultura era protesta social, rebelión hacia lo establecido, experimentación y expresión de afectos. Perls y Goodman plantean que los conflictos internos no son el objetivo de la terapia, puesto que el propio organismo si se le deja hacer es capaz de autorregularse.
Se trataría de hacer frente a lo introyectado, “tragado” y no asimilado, que precisamente desorganiza al organismo. Lo mismo ocurre cuando el individuo se centra excesivamente en lo impuesto socialmente, impidiendo el darse cuenta de sus procesos del Self. Perls habla de una cultura donde la competitividad, la necesidad de control, la exigencia de perfección y la inmadurez son características.
Mientras en Estados Unidos emergía el movimiento contracultural con Paul Goodman como uno de los grandes exponentes, en Europa se estaba produciendo el Mayo de 68 franceses entre los que aparece como una de las máximas influencias Herbert Marcuse. Su pensamiento a mi parecer se asemeja mucho a lo planteado por la Terapia Gestalt, llevado al ámbito social.
Marcuse expone que las necesidades que el hombre reconoce en la sociedad capitalista, son necesidades ficticias, creadas por el propio sistema, y orientadas a que el propio sistema se perpetúe. Distingue entre necesidades reales, las que atienden a la naturaleza misma del hombre, y las ficticias, que provienen de su conciencia alienada y que son producidas por la sociedad industrial moderna. Para él la conciencia misma del hombre ha sido alienada por la sociedad industrial. La propia sociedad ha sustituido a la familia a través de los medios de comunicación de masas, formando a hombres desde la niñez, que sustituyen sus verdaderas necesidades, por anhelos y deseos del capitalismo. Este mismo mecanismo desactiva cualquier forma de oposición o movimiento antisistémico.
La psicología llevada a lo social, se refleja en su afirmación de que los problemas psicológicos se transforman en problemas políticos. Y aquí aparece la referencia a la necesidad de una curación del desorden general para poder abordar la curación personal. Perls a su vez afirmaba que en un contexto enfermo, ninguna psicoterapia puede ser exitosa.
Sin embargo tras los planteamientos de los años 60, en la actual postmodernidad, gobierna el desencanto y ya no se cree en los sueños de libración. La terapia gestáltica surge no solo como una forma psicoterapéutica, sino también como una filosofía de vida, ligada a un proyecto social. Las comunidades que surgieron en Esalen y las posteriores en Canadá fueron intentos de llevar esta filosofía y psicología a lo social. Pero fueron los caminos propuestos desde la Gestalt sociológica los que parecieron fracasar. Sin embargo si nos enfrentamos a la realidad social desde una postura gestáltica resulta prácticamente obligado hacerlo desde una postura contestataria. Otra cosa es que la postura de los años 60, que nació junto al movimiento contracultural sea necesaria actualizarla en este momento.
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