El Grupo. Melchor Alzueta
“Forman un grupo dos o más personas que interactúan entre sí, comparten un conjunto de metas y normas comunes que dirigen sus actividades, y desarrollan un conjunto de roles y una red de relaciones afectivas” (Harre y Lamb. Diccionario de Psicología Social).
El ser humano a lo largo de su historia ha tendido a formar grupos en los que mantiene unas relaciones especiales, que hacen que entre todos se configure un grupo de pertenencia, el cual modela a sus miembros, da forma y socializa, da apoyo y afecto, así como de la misma forma provoca rechazo entre miembros, envidia, ataca y expulsa. La pertenencia implica ser miembro, con intereses y metas similares y relaciones íntimas, elegimos unos compañeros con los que nos denominamos “nosotros”, e interactuamos inter e intra grupalmente.
Hare en 1.962 citaba cinco características propias que diferencian un grupo de un conjunto de personas: Los miembros del grupo están en interacción unos con otros, comparten una meta común, un conjunto de normas, y llevan a cabo diferentes roles en una red de atracción interpersonal.
Shaw en 1.979 define al grupo en función seis criterios:
1.- A partir de la percepción de los miembros.
Cada miembro del grupo recibe una impresión o percepción de cada uno de los otros lo suficiente como para presentar una reacción en cada uno de los otros como personas individuales.
2.- A partir de la motivación.
Los miembros se adhieren al grupo en el pensamiento de que este puede satisfacerles algunas necesidades.
3.- Por objetivos.
Los miembros del grupo se adhieren al mismo para alcanzar un objetivo, considerando este contacto como significativo.
4.- La organización del grupo (La estructura grupal).
“El grupo es una unidad social con un cierto número de miembros que tienen un estatus, que llevan a cabo unas relaciones más o menos definidas y que poseen un propio sistema de valores y normas que regulan la conducta de los miembros”.
5.- La interdependencia de los miembros (el afecto).
Punto de vista expuesto por primera vez por Lewin: “Grupo es un conjunto de personas que comparten un destino común, es decir, que son interdependientes en el sentido de que un hecho que afecte a uno de los miembros es probable que afecte a todos”.
6.- La Interacción.
El grupo es un sistema abierto de interacción en el que las acciones determinan la estructura del sistema. Siguiendo a Hare, la aparición de la estructura es lo que diferencia al grupo de una agrupación de personas. Pero, nos encontramos en que el grupo es un fenómeno compuesto de su propia estructura y a la par es un proceso dinámico de funcionar, no es de una naturaleza estática, continuamente se mueve, es difícil poder contemplar un grupo sin su propia estructura estable y al mismo tiempo sin su dinamismo.
En la Dinámica de Grupos de Cartwright y Zander 1.977, nos hablan de tres factores que establecen diferencias dentro de la estructura grupal:
• La relación existente entre que el grupo logre sus metas, es decir, tenga éxito, y que el propio grupo tenga la capacidad de desarrollar una cierta especialización entre sus miembros.
• Las motivaciones y capacidades de las personas que conforman el grupo, que pueden originar en el tiempo relaciones estables.
• Las características físicas y sociales del ambiente del grupo, desde el espacio grupal hasta las relaciones de agrado, desagrado entre miembros.
• Aquí podemos añadir la mencionada por Shaw en 1.976, “las estructuras únicas de grupo”. Un grupo puede presentar más de una estructura, dependiendo de su dimensión (liderazgo, comunicación, rechazo, afecto), dimensiones que son en sí mismas referencias que establecen diferencias entre los miembros del grupo y que, por tanto, cada una de ellas tiene un efecto determinado sobre cada una de las demás.
Turner en 1990 reduce las definiciones existentes a las siguientes categorías:
1. El criterio de identidad o perceptivo cognitivo.
Los miembros del grupo tienen cierta conciencia colectiva de sí mismos como entidad diferenciada, y comparten criterios de identidad social.
2. El criterio de estructura social.
Las interrelaciones entre miembros crean un sistema de roles, estatus, normas y valores compartidos que influyen en la conducta y en las actitudes de los miembros que son relevantes para el grupo (Sherif y Sherif).
3. El criterio de interdependencia.
Los miembros del grupo son de alguna manera interdependientes de manera positiva y en grado significativo (Cartwright y Zander). El grupo es un motivador que hace surgir la interdependencia social y psicológica en forma de interacción e influencia.
Todo aquel que enseña el funcionamiento de grupos comprueba, que la lectura de textos obligatoria pocos conocimientos aporta a los miembros del grupo, mientras estos no puedan establecer una relación directa, entre las ideas expuestas en los manuales, y su propia experiencia (Joseph Luft).
Historia Grupal.
No es fácil centrar en el tiempo el origen del trabajo grupal, obras medievales de teatro moralizante, tragedias griegas, rituales y ritos de paso existentes en prácticamente todas las civilizaciones, tradiciones chamánicas y grupos religiosos han existido siempre, pero es a comienzos del siglo XX, década de los treinta, en América donde surge el tratar la personalidad de manera grupal.
Wender que exportaba la interpretación de la transferencia familiar al trabajo en grupo, por supuesto Freud, Slavson que fomentaba la expresión de fantasías y sentimientos a través de juegos y acción. El Psicodrama de Moreno que se basaba en la teoría de roles para motivar en el grupo y el individuo nuevas percepciones, conductas y otra organización de patrones cognitivos. Wolf que mediante asociación libre trabajaba transferencia, resistencias y sueños. La psicología de los Pueblos de Lazarus y Stheintal, de Wundt, fue un exponente de la primacía de lo social sobre lo individual, y dio paso a la psicología de las multitudes donde G. Lebon fue pionero e influyo sobre los movimientos sociales de mediados del siglo XX.
En su comienzo la teoría de grupo se centró en el individuo y su dinámica relegando los aspectos de la interrelación miembro a miembro y proceso grupal, la tradición individual de Allport donde el grupo no sería más que la suma de las partes. No obstante, Sherif, Lewin y Asch, basados en la Gestalt, nos hacen ver que cuando las personas pertenecen al grupo produce hechos que transforman la naturaleza del grupo, no es la misma conducta cuando el ser humano está solo a cuando está acompañado, en el grupo surgen cualidades nuevas y nuevas estructuras psicológicas que los miembros del mismo interiorizan como propias.
El grupo es en consecuencia un todo dinámico, fundamentado en la interacción de los miembros. Siendo el primer requisito para la configuración de un grupo la construcción de un campo compartido de referencia mutua. El grupo como tal comienza a ser visto a través de las teorías de relaciones objétales, las cuales aportan “como los miembros del grupo asimilan y reflejan aspectos del sistema”, y Freud contribuyó a la dinámica de grupos con sus escritos de” como el grupo intenta identificarse con el líder”
Desde la psicología social Robert Bale ve al grupo como un pequeño sistema social que consiste en un sistema de interacciones que resultan ser interdependientes y que actúan para adaptarse a la situación del momento, buscando cohesión grupal, gratificando a sus miembros y con la finalidad de lograr las metas del grupo. La teoría social enfoca su quehacer hacia cómo el trabajo grupal afecta a las emociones y a las acciones de la persona, a través de la comunicación.
Para la sociología la dinámica grupal no se centra en los miembros sino en el grupo como totalidad, en procesos y estructuras intrínsecas de los grupos al margen de personas y formas de liderazgo. Se atribuye a Kurt Lewin la paternidad de la dinámica de grupos, aunque este recogió ideas de los trabajos de Jacob L. Moreno, auténtico pionero, y el psicodrama, quien en 1936 utilizó la expresión dinámica de grupos para referirse a la sociometría. (En otro apunte aparte de Moreno este hace referencia al surgimiento y origen de la teoría grupal).
Fue tras la segunda guerra, en el periplo de 1.945 a 1.960 cuando surgieron las dos corrientes de trabajo grupal, una en América, con Wolf, Berger, Eric Berne. Y otra en Inglaterra, escuela británica de relaciones objetales, con Foulkes, Rickman, Bion. Dos escuelas con dos distintas situaciones, América, triunfadora en el conflicto bélico, sensación de bienestar y prosperidad, e Inglaterra sumida en el caos de un país destrozado por la guerra.
Surgieron diferentes escuelas y conceptos, analistas, neofreudianos, análisis transaccional, gestalt, humanista, racional-emotiva, existencial, todas ya en la consideración de que el trabajo grupal era útil y necesario como forma válida de tratamiento, y que dan luz a un buen número de publicaciones. Particularmente el libro de Bion: Experiencias con grupos y otros escritos. Unos centrando el trabajo en el abordaje individual de cada miembro del grupo, otros que centran su abordaje en la perspectiva grupal. Foulkes: “Cuida al grupo y cada miembro se cuidará de sí mismo” Con el paso del tiempo se han ido acercando posturas independientemente de los planteamientos teóricos, lo que nos va llevando a un pluralismo en el concepto y un abordaje pragmático en el trabajo grupal, los freudianos hacen de lo intrapsíquico la base del trabajo: Resistencias, transferencias, defensas de carácter, son motivos básicos de intervención.
Aquí para cerrar el capítulo relatamos los factores terapéuticos de Yalom para terapia de grupo:
1.-Dotar de esperanza el quehacer grupal.
2.- Universalidad.
3.-proporcionar información.
4.- Altruismo.
5.- Recapitulación correctora sobre el grupo familiar de origen.
6.- Desarrollo de técnicas socializadoras.
7.- Conducta imaginativa.
8.- Aprendizaje individual (incluyendo insights).
9.- Cohesión de grupo.
10.- Catarsis.
11.- Factores existenciales.
El Grupo Social.
Así como los individuos tienen la posibilidad de conformar grupos, los grupos tienen la facultad de formar y socializar a los individuos, en todos los grupos se consideran los factores de estructura social que permiten la interacción inter e intra grupal, y que construyen significados, ideologías, normas, roles, etc., una definición de la realidad, que hace que el grupo sea una realidad socialmente categorizada, y de la misma forma es un proceso en continuo movimiento, con dinámica propia, siendo un sistema abierto en interacción con su entorno.
La formación de un grupo es un proceso continuo en un periodo de tiempo, es el movimiento de un conjunto de personas. Moreland lo define como integración social, “el conjunto de vínculos ambientales, de comportamiento, afectivos y cognitivos que unen a los miembros de un grupo entre sí”, el grupo se forma en la medida en que tienen lugar los cuatro vínculos.
Tipos de Grupos.
-Primarios y Secundarios.
Los primarios son grupos con un alto nivel de colaboración y unas relaciones personales muy estrechas, son donde se establecen las relaciones sociales primarias y donde se desarrolla el yo social. Familia, grupo de juegos y vecindad son primarios, y ofrecen integración social y la posibilidad de afirmar la propia identidad a través de relaciones íntimas e intensas. Los secundarios son los propios del sistema social de pertenencia, son los sistemas de funciones que posibilitan los objetivos de la organización como tal.
-Formales e Informales.
Los formales devienen de de una planificación racional del sistema social organizativo, son normativos, orientados hacia una finalidad y dejan fijadas las interrelaciones, los espontáneos corresponden a una necesidad de expresar la afectividad y crear vínculos en función de la misma.
-Grupos de Pertenencia y de Referencia.
Habitualmente pertenecer a un grupo es tenerlo como referencia en un determinado estrato social, a veces pertenecer a un grupo no implica que este sea una referencia ya que no existe una identificación con el mismo. Para Kelley (1952), hay dos tipos de grupos de referencia: Los normativos, que corresponden a la imposición de normas al grupo o al individuo, el cual las adopta como formas de comportamiento o actitud, con las cuales puede no estar de acuerdo, y los grupos de referencia comparativos, que sirven como punto de referencia para la autovaloración y el auto-concepto.
-Por Tamaño.
Es el factor estructural que delimita el contexto de manera más visual. Los grupos se suelen dividir en pequeños, de dos a doce miembros, y que son de interacción, los grupos medios de hasta cuarenta personas, son grupos de trabajo, y los grandes, de más de cuarenta miembros, son variados y complejos, son difíciles las interacciones entre miembros y tienden a formarse subgrupos de participación. Los grupos grandes dan una mayor posibilidad de desarrollar un mayor rango de habilidades y una mayor oportunidad parea la interacción social, en contra, como efectos negativos, hay un menor grado de satisfacción y motivación, mayor dificultad en la coordinación de tareas, y se acentúan las diferencias entre miembros.
-Características Biográficas.
Las propias características de los componentes del grupo dotan al mismo de unas características propias que lo definen, características biográficas son:
-La Edad.
Con el aumento de la edad, la interacción se hace más selectiva y aumenta la complejidad de las pautas de interacción, así como consecuencia hay más contacto personal y desarrollo cognitivo (Shaw, 1979).
-El Sexo.
La historia grupal ha ido creando el mito de que las mujeres están más enfocadas a los roles socioemocionales, y los hombres a los roles relacionados con la tarea, la experiencia ya nos dicta que esto puede llegar a ser así pero que no tiene porqué ser así, no es de exclusividad de uno u otro sexo una u otra cosa. En grupos terapéuticos, e incluso en grupos formativos, puede hacerse necesaria la presencia de ambos sexos para poder completar la identidad individual y grupal. Trabajo con padres, parejas, hijos, habitualmente implican ambos sexos, y es más fácil la proyección en el otro sexo, cuando esto es así, de todo lo introyectado o asumido como propio.
-Aptitud y Capacidad Intelectual.
Hay una posibilidad cierta de que una mayor capacidad intelectual consiga una mayor influencia y en el paso del tiempo ostente una mayor representatividad.
-La Personalidad.
Shaw agrupa las características personales en cinco categorías:
• Orientación interpersonal, tendencias de aproximación-evitación y manejo de autoridad, aspectos configurados por los niveles internos de exigencia y la capacidad de adaptación, en el grupo terapéutico hay una dualidad clara, el trabajo con la tarea y el rol socioemocional, doble vertiente de desarrollo en el proceso, yo conmigo mismo y con los demás, y las tendencias que dominen la personalidad, los rasgos del carácter propio vana a apoyar o bloquear el trabajo grupal en su conjunto.
• Sensibilidad social. Capacidad de empatía. Esto conlleva aceptación, son atractivos para la dinámica grupal, favorecen la integración grupal en momentos de emocionalidad intensa o catarsis, al haber mayor sensibilidad es más probable que el miembro intervenga activamente en la cohesión grupal.
• Tendencias a la ascendencia social, prestigio y estatus integran la estructura grupal y este lo adquieren los miembros del grupo en mayor o menor medida, y desde su posición pueden facilitar el funcionamiento grupal y apoyar el discurrir del proceso.
• Confianza en sí mismo y en el proceso, responsabilidad e implicación, cuanta más confianza inspira un miembro del grupo más probable es su participación en lo relacionado con tarea y autoridad.
• Estabilidad emocional, el mal manejo de la ansiedad individual y grupal puede inhibir la participación, así como el equilibrio emocional contribuye al funcionamiento eficaz. En momentos de contra dependencia es necesario tomar en cuenta la ansiedad grupal por parte del terapeuta y contenerla, así como otros estados de humor, y por supuesto los momentos de desilusión e insatisfacción grupal.
Dinámica Grupal.
El término “dinámica” implica la noción de unas fuerzas complejas e interdependientes operantes dentro de un campo o marco común. (Joseph Luft). Dinámica grupal es lo que sucede en cualquier momento de la historia del grupo, sea consciente o no, es el movimiento resultante de fuerzas surgidas desde el interior o el exterior del grupo. No es la aplicación de un conjunto de técnicas o métodos, dinámica de grupo es el estudio del comportamiento en los grupos.
En la dinámica teoría y técnica están íntimamente ligadas entre sí. La práctica da por ella misma soluciones a los problemas teóricos, y, la teoría pretende remediar problemas prácticos que no acabamos de tener solucionados (Lewin).
El grupo como tal moviliza fuerzas que producen efecto en sus miembros, pudiendo producir efectos negativos o positivos. Es labor del conductor grupal ir encauzando esas fuerzas de acuerdo a la propia finalidad grupal.
La dinámica se ocupa de las interacciones en el seno del grupo, con su conductor y entre sus integrantes, y de la relación de tales interacciones con la meta del grupo, su estructura y desarrollo. Es una amalgama de tres disciplinas: psicología individual, psicología social y sociología, es por tanto la exploración de la persona y su relación con la autoridad, el estudio de los aspectos culturales, estructurales y de contexto, y el estudio del vínculo entre lo social y lo psicológico y entre los propios miembros del grupo. (L. Richard).
Fue Kurt Lewin, considerado por muchos el padre de la dinámica grupal, quien inició un abordaje socio-psicológico de lo grupal, haciendo hincapié en las leyes inherentes a la vida del grupo: liderazgo, características grupales, cohesión grupal, redes de comunicación, cooperación y confrontación, e interdependencia entre miembros, y tomando en consideración los efectos del grupo sobre el miembro individual. El trabajo con la teoría de campo, y el aquí-ahora desde lo experiencial permitió el estudio del que hacer grupal, demostrando como a través de la sensibilidad, intimidad, espontaneidad y confianza se pueden acometer y modificas los procesos grupales.
La teoría de campo es un método de análisis de las relaciones causales, y de elaboración de los constructos científicos (como concepto teórico para formular hipótesis y comprobar su validez). En la teoría de campo un grupo cambia cuando reestructura las relaciones de lo parcial con lo global a fin de conseguir una nueva configuración. Conceptos básicos son:
• El espacio de vida, todos los hechos que existen para las personas o el grupo, todas las experiencias de vida son compartidas, y en un momento dado originan interrelación.
• La tensión, la energía, la necesidad, la valencia y el vector, que constituyen conceptos dinámicos esenciales al análisis del comportamiento.
• Los procesos que van allanando las tensiones de un sistema: percepción, intuición, sentimientos, la acción, el pensamiento y la elaboración de recuerdos.
• El aprendizaje que genera cambios, en lo cognitivo (nuevos conocimientos), en la motivación (nuevos gustos, nuevos reparos), el reconocimiento de la necesidad y la aceptación de lo emocional encubierto.
• El cambio del grado de pertenencia al grupo como asimilación de una nueva cultura.
“En resumen la teoría de campo es un marco o punto de vista para examinar y elucidar eventos, experiencias, objetos, organismos y sistemas como partes significativas de una totalidad conocida, de fuerzas mutuamente influenciables, que juntas forman un todo, (campo) unificado, interactivo o continuo. Es todo esto, más que clasificar según su naturaleza innata, o analizar aspectos desunidos, y formar todos y sumativos.
La identidad y calidad de tal evento, objeto u organismo está sólo en-un-campo contemporáneo y sólo se puede conocer a través de una configuración formada por una interacción mutuamente influenciable entre perceptor y percibido”. (Gary Yonteff).
La integración de dinámica y estructura grupal posibilita el vínculo de los terapeutas con el grupo y sus miembros, entre los miembros y entre miembros y el grupo. Destacamos de esta integración:
1. El encuadre formal y los límites del grupo provienen de las exigencias básicas de confianza de los miembros del grupo. Por ello la capacidad que el grupo tenga de adquirir contención derivará tanto de la disponibilidad inconsciente de sus integrantes para contener y ser contenidos como de la capacidad de desarrollar contención, (Bion), y de la misma forma estar a la vez contenidos, por parte de los terapeutas.
2. El vínculo terapéutico es una efectuación en el plano transferencia-contratransferencia de las posibilidades de compartir escenas sostenidas por imaginarios de “cada uno” y de “todos”, todos aportan su mundo interno.
3. La estructura y cohesión grupal es causa y efecto del proceso grupal. El grupo ha de ser continente seguro de las ansiedades individuales, pero a la vez a de posibilitar, a los miembros con menor cota de ansiedad, una distancia, de manera que estos conserven el espacio para pensar, poder entrar en la ansiedad, elaborarla y volver a permanecer en su distancia. El grupo es el continente que vertebra la estructura grupal.
La Cohesión.
La cohesión es lo que distingue al grupo de una reunión de personas, es el espíritu de grupo, siendo a la vez el atractivo que el grupo tiene para los miembros del grupo. Cohesión es el resultante de todas las fuerzas que actúan sobre los miembros para que permanezcan en el grupo (Festinger). Cohesión proviene de coaesus que significa adherirse, estar juntos, las definiciones han ido diferenciando dos tipos de cohesión: La cohesión de tarea, trabajo en común para lograr objetivos grupales, y cohesión social en tanto que los miembros del grupo sienten simpatías recíprocas y disfrutan del comportamiento mutuo.
Un grupo cohesionado consigue que los miembros se mantengan en el grupo, a mayor cohesión hay una mayor participación, disminución de la ansiedad grupal y una mejor autoestima. Cuando los miembros se sienten atraídos por el grupo, hay motivación para comportarse según los deseos de los otros miembros y facilitar el funcionamiento grupal. Consecuencia directa de la cohesión en términos de atracción es que los miembros se sienten satisfechos de pertenecer al grupo.
La cohesión que permite que la estructura grupal mantenga sus propiedades contenedoras sin bloquear la posibilidad de pensamiento y elaboración (aprendizaje y cambio) no deviene tanto de la “historia grupal” o experiencia de la trayectoria vivida por el grupo a través de cada uno de sus integrantes, sino de que los terapeutas o coordinadores garanticen que esa articulación de la secuencia ansiedades-contención-pensamiento-elaboración permanezca vigente y pueda recuperarse una y otra vez. (Rubí y Avila. Estructura y Cohesión).
Hay diferentes circunstancias que pueden dar al traste con la cohesión grupal:
-Cuando hay incompatibilidad de personalidades en el seno grupal y esto genera distintas tomas de partido y el nacimiento de subgrupos encontrados entre sí.
-Conflicto entre los roles socioemocionales y los dedicados a la tarea.
-Ruptura de la red de comunicación grupal, o entre el grupo y el terapeuta.
-La lucha entre integrantes del grupo por lograr el poder, especialmente importante en los momentos de contra dependencia.
-El grupo no se mantiene estable y hay fugas de miembros, rotación y movilidad frecuente, esto genera desconfianza en el fluir emocional y dudas respecto a tarea y objetivos.
-Desacuerdo dentro del grupo respecto de objetivos y metas grupales.
La comunicación grupal.
En el grupo se dan las redes de comunicación, se establecen canales de comunicación, señas y gestos compartidos, polaridades de atracción-rechazo y una mejor o peor situación en la red comunicativa grupal. Shaw (1979) nos dice que en las redes, cadenas de comunicación donde hay una posición central, esta es identificada como posición de líder, en el grupo terapéutico el terapeuta se coloca en esa posición ante el grupo, lo que puede vincular dependencia e impedir el crecimiento del grupo, por un abuso de autoritarismo, o una necesidad de control por la propia inseguridad del terapeuta. O bien puede ser necesario en grupos donde la red comunicativa así lo requiera.
Hay dos formas de resolver la tarea, una individualmente, donde cada quien recibe la información por igual y resuelve la problemática de una manera independiente, la otra forma de red es la centralizada, que es cuando un miembro del grupo recíbela información, resuelve el problema y distribuye la respuesta a los demás, en terapia de grupo tenemos la terapia en grupo, ejercicios propuestos por el terapeuta a la totalidad del grupo, corporales, meditativos, de escritura que este desarrollo en su conjunto.
O bien la terapia de grupo que corresponde a la intervención de algún miembro del grupo, en lo individual, ante una circunstancia concreta surgida en el seno grupal, o bien aportada por el mismo miembro. Esta forma de intervención es probable que origine una rueda terapéutica donde la temática va cambiando de argumentaciones y la red comunicativa, que se convierte en rueda, se impregna de contenido emocional. Ya está comprobado que una red comunicativa en círculo produce una mayor satisfacción a los miembros, aunque puede que la red, el círculo, por su propia característica participativa no sea tan eficaz en la resolución de la tarea, pero si en el contenido socioemocional.
La comunicación no verbal, es parte integrante del desarrollo grupal, existen códigos de comunicación, señales compartidas por parte o la totalidad del grupo, que sirven para transmitir la experiencia de una manera sistemática. Función de la conducta no verbal es la afiliación, la expresión de afecto positivo-negativo que informa sobre el estado de los humores en la interrelación, la atracción positiva trae proximidad y disposición favorable para el trabajo, la negativa conlleva una actitud de rechazo y de cierre hacia la tarea.
Otra función de la conducta no verbal tiene que ver con el control, que puede influir o modificar la conducta de otros, la mirada, la persuasión desde la afirmación y la sonrisa, el refuerzo y la retroalimentación al otro conlleva un grado de control desde la comodidad que supone el recibirlo, y el control tiene incidencia directa en el uso de las impresiones, intentar manejar una imagen propia que nos haga obtener beneficios.
Como aspecto informal de la comunicación verbal tenemos los rumores, afirmación que se da por verdad sin que haya datos concretos que la puedan comprobar, aparece en situaciones críticas, o en situaciones de privación de la información, se propaga entre iguales y está sujeta a distorsiones, está referida a temas próximos en el tiempo y espacio, al aquí y al ahora. Es más bien probable que aparezca en situaciones de tedio y sean usados como entretenimiento, pero habitualmente conllevan convicciones sobre algo o alguien, o tal vez prejuicios transformados en rumor.
El Pensamiento Grupal.
El grupo se puede llegar a convertir en una especie de carcelero de sí mismo. Cuando el grupo se identifica con un hacer y una forma de ser prima la identificación y castiga las diferencias. Establece una serie de valores inamovibles que perduran en el tiempo con independencia de la dinámica, y el pensamiento grupal se anquilosa ya que no está al servicio del momento, sino sujeto a una rígida norma moral de funcionar, el grupo deja de ser operativo, y deja de estar al servicio de la propia dinámica.
Doise y Moscovici nos alertan del peligro que puede girar en torno al pensamiento grupal, referido a situaciones en que, el estilo de liderazgo, la cohesión grupal y la crisis dentro del grupo, todas en combinación, llevan a suprimir el disentimiento dentro del grupo, hasta el punto de que los miembros acaban por dar apoyo a normas desconsideradas.
Baron, Kerr y Miller citan cuatro puntos que hacen que el grupo pierda su sensación de consenso, espontaneidad y capacidad crítica:
-Una creencia indiscutida en la moralidad del grupo, que lleva al mismo a no tomar en cuenta las consecuencias de sus propias decisiones.
-Una presión directa sobre cualquier miembro que exprese argumentos contrarios al compromiso y a las ilusiones grupales.
-La autocensura de aquellos que se desvían del consenso aparente del grupo.
-La ilusión compartida únicamente sobre la opinión de la mayoría.
Asimismo, los autores aportan precauciones para el trabajo grupal con el pensamiento intolerante: Promover la discusión abierta de todas las alternativas, crear planes de contingencia, evitar que los líderes defiendan ningún plan en los momentos iniciales de la discusión y supervisar el grupo en el exterior. Según Lewin la moral de un grupo significa que sus fines son lo suficientemente elevados como para ser el reflejo de sus objetivos a largo plazo, y de sus ideales, pero, de la misma forma el trabajo en la dinámica a de estar sujeto a la realidad del momento.
Podemos llamar moral al “sentido del nosotros”, al sentimiento de solidaridad y de pertenencia. El terapeuta grupal a de estar atento al sistema de comunicación en el grupo, captar contenidos como “lo que es bueno para nosotros”, “lo que está bien, y lo que está mal”, “lo que nos distingue”. Los mensajes que encierran en sí mismos un falso consenso y que hacen difícil que puedan surgir voces de disidencia sobre “el cómo son las cosas aquí”.
Si lo vemos en sentido positivo cualquier generalización establece una diferenciación del grupo, que le sirve como base y fundamento para, sostener el distintivo positivo del grupo y mejorar la identidad social personal, ya que las actitudes generadas por el grupo contribuyen a producir identidad grupal e individual. Este conjunto de actitudes y la identidad resultante es uno de los principales pilares que sustentan los comportamientos individuales en el seno grupal.
El pensamiento grupal en definitiva positiva al grupo siempre que esté acorde a lo que está ocurriendo, y se mueva en función de ello. No esté anquilosado en valores inamovibles que no permitan debate y crítica. Flexibilice la cultura grupal sin encorsetarla a normas aprobadas en su día y que generen inmovilismo en conductas y creencias. Permita actitudes que puedan ser contrarias a las establecidas, y, en definitiva, permita la comunicación entre miembros en libertad, dejando que emerja lo que pueda surgir, de cualquiera en cualquier momento, sin censurarlo por no estar acorde a lo ya conocido y establecido.
En un grupo terapéutico donde el objetivo es el crecimiento de sus miembros no puede ocurrir que este crecimiento esté sujeto a aprobación y veto, y gestionado en exclusividad por la identidad social, nunca el deseo de pertenencia, que es el objetivo inicial de acercamiento al grupo, puede coartar la libertad de expresión de los miembros, ya que esto genera ansiedad e impide al crecimiento real, es decir, no se cumple el objetivo que trajo a los miembros al grupo, y que va implícito en el deseo de pertenencia.
El terapeuta organiza los acontecimientos, o las sensaciones en entidades significativas por ellas mismas, independientes de su pertenencia a un contenido más amplio, grupo, ya que conoce que la personalidad se estructura esencialmente a partir de la dinámica intrapsíquica y de la interacción entre la persona y el medio, entre miembros y grupo.
El contacto entre organismo y medio en el que se desenvuelve, crea el sistema del self, la estructura interna basada en la experiencia. El terapeuta ayuda a conformar el grupo como sistema social terapéutico mediante actividades que contribuyen a establecer los límites o fronteras, de cuya protección él mismo se encarga durante toda la duración del proceso grupal, sabiendo que esto es lo que va a dar confianza al grupo y que es lo que lo va a cohesionar, e intenta impedir que la propia cultura grupal estrangule el crecer de los miembros.
Bibliografía Consultada.
Bion, Wilfred (1979) Experiencias en grupos 5º Edición Buenos Aires. Editorial Paidos
Bion, Wilfred (1997) Aprendizaje de la experiencia. Editorial Paidos Ibérica
Cartwright y Zander. (1977) Dinámica de grupos México. Editorial Trillas
Domenech M. y Pujal M.(2003) Psicología de los grupos. Barcelona. Editorial UOC
Kaplan H y Sadock (1998) Terapia de grupo. Madrid Editorial médica panamericana
Luft Joseph (1992) Introducción a la dinámica de grupos. Barcelona. Editorial Herder
Moreno, Jacob (1959-1966) Psicoterapia de grupo y psicodrama. Edit. FCE. México D.F.
Shaw Martin (1994) Psicología de conducta de grupos pequeños. Barcelona. Herder
Turner, J.C. (1990) Redescubrir el grupo social Madrid. Editorial Morata