La visión occidental de la salud y la enfermedad defiende una separación entre cuerpo y mente. Se entiende que las enfermedades físicas son causadas por agentes externos al cuerpo o por anomalías del organismo y los problemas Psicológicos son algo distinto, que se comprende poco y mal. Hay otra visión integral del hombre y la patología. Esta visión ve al individuo un conjunto único y global, cuerpo y mente es parte indivisible y en relación con el medio que le rodea.
De esta forma, el cuerpo y los humores están totalmente relacionados, el cuerpo es la vía de expresión de los humores y su desequilibrio provoca lo que conocemos aquí como enfermedad. En la medicina occidental la enfermedad es algo caído del cielo, algo ajeno a nosotros. Sin embargo la visión integral de concebir al hombre ve a los síntomas como formas de expresión de un desequilibrio organísmico entre cuerpo, mente y emoción.
1.- Perspectiva histórica de la visión de interrelación entre cuerpo y mente.
Medicina Tradicional Oriental.
La Medicina Tradicional en India es conocida por Ayurveda. Existe desde hace 5000 años y se considera el sistema médico más antiguo y completo del mundo. En el ayurveda se afirma que el ser humano consta de cuerpo, mente y espíritu. Los tres responden a las fuerzas vitales conocidas como Doshas (humores), clasificadas en Vata (aire), Pitta (bilis) y Kapha (flema), que en conjunto controlan todas las funciones corporales. Todo el espectro de características fisiológicas, psicológicas y conductuales se basan en el equilibrio de estas fuerzas.
La Medicina Tradicional China es prácticamente tan antigua como el Ayurveda y cuenta con raíces holísticas semejantes. Dos conceptos importantes son los de la dualidad Yin y Yang y la Teoría de los cinco elementos, según la cual todas las cosas, incluido el cuerpo humano, están constituidas por cinco elementos básicos: fuego, tierra, metal, agua y madera. Nuestras tendencias físicas y el tipo de personalidad dependen de las proporciones pertinentes de Yin y Yang y de los Cinco elementos.
El yin-yang es un concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo según la filosofía oriental, en la que surge. Describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. En todo se sigue este patrón: luz/oscuridad, sonido/silencio, calor/frío, movimiento/quietud, vida/muerte, mente/cuerpo, masculino/femenino, etc. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.
Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación. Este concepto es lo que en gestalt se conoce por polaridades, que son extremos de identificación. Las personas, ante una sensación determinada realizamos un proceso mental de análisis, desmenuzando la realidad en dos partes, identificándonos con una parte y rechazando el lado contrario. Con este acto rechazamos la unidad y polarizamos nuestro existir. La integración requiere admitir a ambos como propios.
La teoría de los Cinco elementos es una forma de explicar los fenómenos naturales, en continuo movimiento y transformación. Refleja la unión del hombre con la naturaleza, somos parte de un todo, indivisible y en continua interacción. Los cinco elementos basan su fisiología en dos principios especiales:
• Producir, nutrir, elaborar (actividad Yang)
• Dominar, contener, controlar (actividad Yin)
Esta teoría hace una analogía del ciclo de los cinco elementos con todo aquello que nos rodea, dando una visión global del hombre y en plena relación con el cosmos, con la naturaleza. Todo se traduce en energía, todo que somos capaces de percibir son diferentes formas de expresión de la energía en continuo movimiento y trasformación. La forma material de los cinco elementos se ve reflejada también en la constitución física del hombre. Así hay cinco modelos de hombre: Prototipos Madera. Fuego. Tierra. Metal. Agua
Ejemplos de prototipo:
• Madera:
Se caracteriza por tener: Cuello largo. Hombros anchos. Manos y pies pequeños. Capacidad de trabajo. Piel de tonalidad verdosa.
• Fuego:
Se caracteriza por tener: Cabeza pequeña. Mentón puntiagudo. Espalda, hombros redondeados. Manos y pies pequeñas. Mucha energía y actividad. Vida corta. Piel de tonalidad rojiza.
• Tierra:
Se caracteriza por tener: Cabeza grande. Cara redonda. Hombros y espalda carnosos. Muslos y abdomen gordos. Manos y pies pequeños. Serenidad, calma y generosidad. Piel y tonalidad amarilla.
• Metal:
Se caracteriza por tener: Cabeza pequeña. Hombros estrechos. Manos y pies pequeños y finos. Firmeza y meticulosidad. Piel de tonalidad blanquecina.
• Agua:
Se caracteriza por tener: Cabeza grande. Hombros estrechos. Abdomen voluminoso. Columna vertebral más larga de lo habitual. Mucha movilidad. Piel de tonalidad negruzca.
Antigua Grecia:
En la época de Hipócrates los griegos habían desarrollado un sistema interpretativo del mecanismo de producción de las enfermedades, basado en la teoría de los cuatro humores orgánicos. El camino que llevó al pensamiento griego a este sistema médico es muy parecido a la visión oriental anteriormente descrita. Esta teoría dice que el universo está formado por cuatro elementos básicos (agua, aire, fuego y tierra) cada uno de ellos caracterizado por una cualidad especifica (humedad, sequedad, calor, frío), y la teoría de los cuatro contrarios que sostenía que entre los elementos opuestos debe conservarse un equilibrio para mantener la armonía del cosmos y la salud en el microcosmos que es el hombre.
El principio médico básico fue la teoría según la cual todos los fluidos orgánicos están compuestos, en proporción variable, por sangre (caliente y húmeda), flema (fría y húmeda), bilis amarilla (caliente y seca) y bilis negra (fría y seca). Al igual que con los modelos orientales, la salud general o constitución del hombre depende en su totalidad de un equilibrio adecuado entre los cuatro humores corporales. Aunque existe un equilibrio entre los humores, en la mayoría de los individuos redomina uno, que será, por consiguiente el que defina la constitución de cada sujeto.
Propio de este concepto es que cada constitución mostrará características particulares en lo que se refiere a anatomía, es decir, la forma corporal, predominio de sistemas orgánicos y fisiología, de modo que cada tipo tienen una mayor predisposición o inclinación a enfermedades. Esta relación entre determinadas características y la tendencia a ciertas enfermedades se conoce como diátesis.
De manera análoga, el temperamento de un individuo dependerá del predominio relativo de los humores que haya en él:
• 1. Sanguíneo: (latín: sanguis, sangre) Afable, simpático, activo, entusiasta. El predominio de la sangre en el cuerpo da lugar a un físico robusto, bien desarrollado, de amplia frente, labios carnosos y expresiva mirada. En definitiva, una presencia inconfundible que se hace notar. Este notorio físico acompaña a un carácter fuerte y dinámico, una mente en constante maquinación de proyectos, inquieta. De natural optimista, con furtivos momentos de pesadumbre y enfados estrepitosos que son superados con rapidez. La característica indiscutible del sanguíneo es su sociabilidad: líder carismático, al que halaga ser el centro de atenciones, suele, por su natural extrovertido y comunicativo, ser el directivo por naturaleza. Su habilidad de contacto social, unida a su natural sensibilidad le convierte en un ser empático y buen oyente, aunque, en ocasiones, podría conducir a actitudes un tanto despóticas e incluso dictatoriales, dado su interés avasallador.
• 2. Flemático: (latín: phlegma, linfa) De movimiento lento, apático e inactivo. Físicamente destaca por su obesidad, sus movimientos lentos y su aparente pasividad, que les hace inalterables ante cualquier circunstancia y por lo tanto, amantes de la rutina, del automatismo. Se caracterizan por su capacidad analítica y memorística y, aunque su ritmo de vida o trabajo tienda a ser lento, son regulares y metódicos. Socialmente son de trato agradable y tranquilo, aunque no suelen ser expresivos en lo que a afectividad se refiere. Su tendencia es a la introversión y a un aislamiento que puede rayar a veces en egocentrismo. Son personas adaptables y sumisas; si encuentran su lugar y se acomodan a él, difícilmente querrán cambiarlo.
• 3. Colérico: (griego: khole, bilis) Variable, de reacción rápida e irritable. Tipo esbelto, con rostro predominantemente anguloso en el que destaca una mirada profunda y penetrante; serio de gestos firmes y mesurados. La fundamental característica de su carácter es la reflexión, de intelecto ágil pero seguro, analítico, de inmensa inquietud por profundizar en pensamientos e ideas. Realista, se rige siempre por la razón. De actitud fría y distante, se distingue por su sobriedad, no se emociona ni entusiasma fácilmente con proyectos sin dar tiempo a su necesaria reflexión y análisis; ahora, una vez tomada su decisión, es difícil que la varíe. De carácter básicamente introverso e individualista, toma las relaciones sociales como un deber; en cuanto a los afectos, su moderación y sobriedad le llevan a comedirse, controlando sus sentimientos y emociones, evitando las manifestaciones afectivas.
• 4. Melancólico: (griego: melas khole, bilis negra) Deprimido, triste, abatido. En éste destacamos el desequilibrio y la desproporción en sus facetas tanto físicas como caracterológicas. Suele destacarse la delgadez, el rostro afilado y pálido y la mirada vivaz a la vez que soñadora. La ambivalencia extroversión-introversión también es característica propia de este tipo aunque suele haber una tendencia hacia la introversión. Seres intuitivos, creativos, su vivacidad les hace inquietos y temerosos de la rutina, y su emotividad provoca que antepongan el sentimiento ante la razón. En las relaciones sociales dan al entorno lo que de él reciben; si reciben afecto, si el ambiente es agradable, serán seres abiertos, comunicativos y, por contrario, si el entorno les desagrada, pueden ser ariscos y desconfiados. Por lo tanto, apreciamos que este temperamento es difícilmente encajable, tanto social como laboralmente, en el entorno pero a su vez, paradójicamente, tremendamente versátiles.
2.- Modelos Biotipológicos Recientes.
El temperamento o humor está en relación a la morfología del cuerpo formando en conjunto lo que se denomina Biotipo. Esta relación ha sido estudiada a lo largo del siglo pasado dando lugar a diferentes modelos de clasificación o biotipología. Voy a profundizar en los más conocidos que son el modelo de Goldthwait, el de Littlejohn, el de Sheldon, el de Ernst Kretschmer y el de Leon Vannier. Antes de comentar cualquier clasificación, conviene aclarar que cualquier tipo descrito nunca aparecen en la realidad de una forma pura, son conceptos hipotéticos. De manera habitual un individuo tendrá una combinación de características de dos o más grupos y los rasgos reflejan la proporción relativa de estas características.
Biotipo de Goldthwait.
Goldthwait, un cirujano ortopédico, analiza como cabria esperar, la estructura global del cuerpo y los efectos que surgirán como consecuencia de un trastorno de la postura global. Incidió en dos aspectos:
1. Las diferencias que se encontraban en las tres clasificaciones (tipo delgado, tipo intermedio y tipo fornido.)
2. Describir los cambios anatómicos y fisiológicos que tendrán lugar como consecuencia de una postura deficiente.
Mediante el análisis de los cambios macroscópicos en la anatomía que aparecen por estas diferencias respecto a la norma es posible predecir los problemas probables, tanto funcionales como patológicos, que pueden surgir como consecuencia. Esto se basa en que la estructura gobierna la función, uno de los principios básicos de la osteopatía. El tipo intermedio se considera el ideal o normal y las otras dos tipologías son variaciones respecto al tipo intermedio.
o Tipo delgado:
Este tipo es pequeño y delicado o alto y delgado, con una cara estrecha, una piel fina y blanca y un vello abundante. Las extremidades varían en gran medida, aunque a menudo son proporcionalmente largas, con unas manos y pies pequeños y unos dedos largos y afilados. Los músculos son delicados, con un volumen escaso y de naturaleza bastante acintada, lo que acentúa aun más el aspecto delgado. De forma análoga, los ligamentos (y el tejido conjuntivo en general) son delicados y por consiguiente, laxos, lo que da lugar a una hipermovilidad articular relativa.
o Tipo fornido:
Se trata de lo contrario al tipo delgado. Es de constitución bastante más tosca, con una anchura proporcionalmente mucho mayor en relación con la talla. La cabeza es redondeada y se asienta en un cuello corto y grueso. La cara es amplia, con una mandíbula cuadrada y los ojos muy juntos. La piel es relativamente gruesa y el vello escaso. Las extremidades son fornidas y cortas, al igual que las manos, pies y dedos. Los músculos son redondeados, pueden estar bien delimitados, pero a menudo se encuentran recubiertos por una capa de tejido graso que suaviza su aspecto. Los ligamentos son fuertes y resistentes, lo que origina una hipomovilidad relativa.
La utilidad de estas observaciones básicas es poder entender que cambios pueden producirse en el organismo según la morfología de la persona y las consecuencias derivadas de estos cambios. Por ejemplo, el estomago en el tipo delgado, como posee una pared abdominal fina es incapaz de mantener la forma intrínseca del estómago con facilidad. Sumado a que el tejido conjuntivo de sostén que tiene es más débil, el estomago adquiere forma de “anzuelo” produciendo que el contenido permanezca demasiado tiempo en el estómago, lo que origina una digestión lenta, flatulencia y posible ulceración debido a la presencia prolongada de las secreciones gástricas. Empíricamente se observa que los tipos delgados presentan predisposición a padecer problemas gastrointestinales, mientras que los fornidos, por la eficiencia de su tubo digestivo, tienden a adquirir un peso excesivo.
Biotipos anterior y posterior de Little John
Estos biotipos guardan relación con la inclinación, ya sea hacia delante o hacia atrás, de la línea de gravedad central con respecto a su posición ideal. La línea de gravedad central, en su posición ideal pasa entre los cóndilos occipitales, sigue
inferiormente a través del centro del cuerpo de la vértebra L3, a través del promontorio anterior del sacro y medial al centro de la cadera, rodilla y tobillo. Cuando esta línea de gravedad se desplaza de esta posición se produce una serie de cambios en la estructura corporal y por consiguiente en la función. Para poder entender estos dos modelos, es útil colocar tu propio cuerpo en una posición semejante a la que se analiza y de esta forma sentir la información procedente de colocar tu cuerpo en esa posición.
Tipo anterior:
En este tipo, la línea se ha desplazado hacia delante. Su postura es parecida a la de un saltador de esquí en pleno salto, aunque menos pronunciada. La cabeza se mantiene hacia delante y el tórax, en una posición de inspiración. Para lograr esta posición, la musculatura posterior del tórax se encuentra en contracción continua, como si se tratara de evitar una caída hacia delante de la persona. También hace que se retraigan las escápulas, lo que origina una rotación externa de las extremidades superiores. Los músculos suboccipitales también se contraen para mantener horizontal la línea de los ojos.
Como hemos dicho el tórax se encuentra en una posición de inspiración, lo que hace que el diafragma esté igualmente en inspiración, siendo su posición inferior con respecto a su posición en reposo “normal”. Esta posición diafragmática más baja comprime las vísceras abdominales hacia la cavidad abdominopélvica. Además la cadera rota anteriormente provocando que la musculatura abdominal se tense comprimiendo las vísceras posteriormente en la cavidad abdominopélvica. Todas las vísceras ubicadas por debajo del diafragma se encuentran sometidas a un aumento de la presión. La compresión tiende a ocasionar un estado irritativo en los tejidos sometidos a ella, en tanto que una disminución de la presión tiende a provocar un estado de hipofunción y estasis. Esto último es lo que pasa en los órganos que hay por encima del diafragma.
Tipo posterior:
El tipo posterior es lo contrario de todo lo anterior. El tórax se mantiene en espiración. Esto hace que el diafragma se mantenga alto en la posición de espiración, con aproximación de su origen y la inserción en el tendón central, lo que reduce la capacidad de contraerse de manera eficiente. El corazón se inserta firmemente en el tendón central del diafragma y depende en parte de los efectos de tracción y relajación del diafragma para ayudarle en su propia perfusión.
Cuando el diafragma se desplaza inferiormente, tracciona del corazón, generando un aumento de presión en las arterias coronarias y en el propio miocardio facilitando la perfusión de la irrigación del corazón e incluso la general del organismo. Resumiendo, en esta tipología hay un aumento de la presión intratorácica y una disminución de presión en la cavidad abdominopélvica. Esto provoca irritabilidad en las estructuras torácicas y congestión del contenido de la cavidad abdominopélvica, que es más prevalente en las estructuras posteriores, por ejemplo, hemorroides, estreñimiento, retroversión de útero o menorragia.
Biotipos de Sheldon.
Esta clasificación ofrece una perspectiva interesante de la relación entre estructura corporal y predisposiciones psicológicas, es decir, la relación entre cuerpo y humores. Los estudios de Sheldon se dividen en estas dos áreas distintas y relacionadas:
– Las relacionadas con la morfología de los hombres: Publicadas en el libro: Las variedades de la Psique humana, una introducción a la psicología constitucional.
– Las relacionadas con los correlatos psicológicos: publicadas en el libro: Las variedades del temperamento, psicología de las diferencias constitucionales.
Correlatos Físicos o Somatotipo:
Denominó somatotipo al patrón de componentes morfológicos. Llegó a la triple clasificación basándose en el tejido embrionario predominante, de modo que el endodermo da lugar a las vísceras, el mesodermo al sistema osteomuscular y el ectodermo al tejido nervioso y piel. El primero guarda relación con el grado de endomorfia, el segundo con la mesomorfia y el tercero con la ectomorfia. Voy a definir un poco estos tres somatotipos básicos:
o Endomorfia: Hay un predominio de la redondez blanda en las diversas regiones del organismo. Las vísceras digestivas son grandes y tienden a dominar la economía corporal. Estas vísceras digestivas derivan principalmente de la capa embrionaria endodermo.
o Mesomorfia: Hay un predominio del músculo, hueso y tejido conjuntivo. El físico es fuerte, resistente y de contorno rectangular. El hueso y el músculo son prominentes y la piel es gruesa por el tejido conjuntivo denso subyacente. La
economía corporal está dominada por los tejidos derivados de la capa embrionaria mesodermo.
o Ectomorfia: Hay un predominio de la linealidad y fragilidad. En proporción a su masa, el ectomorfo tiene la mayor superficie y en consecuencia, la mayor exposición sensitiva al mundo exterior. Con respecto a su masa, también posee el cerebro y el sistema nervioso central de mayor tamaño. Su economía corporal está dominada por los tejidos derivados de la capa embrionaria ectodermo.
Correlatos Psicológicos o Temperamento:
Sheldon utilizó 60 rasgos para elaborar tres categorías de temperamentos. Voy a poner la descripción de cada categoría en palabras del autor (en cursiva):
1- Viscerotonía: En su manifestación extrema se caracteriza por relajación general, gusto por la comodidad, sociabilidad, capacidad de convivencia y glotonería por los alimentos, las personas y el afecto. Son personas que “succionan con fuerza del pecho de la madre tierra” y les encanta la proximidad física de los demás. La organización motivacional se encuentra dominada por el intestino y por la función anabólica. La personalidad parece centrarse alrededor de las vísceras. El aparato digestivo es el rey y parece que su bienestar define el objetivo principal de la vida.Este grupo de personas son los Endomorfos, con predominio del aparato digestivo e hígado, páncreas, timo, tiroides y paratiroides. Buscan expresarse a través de este sistema, de ahí la viscerotonía. Tienen tendencia a disfrutar de los alimentos y como quizá poseen el sistema digestivo más eficiente de todos somatotipos, también la tienen a ganar peso con facilidad. No solo les gustan los alimentos, obtienen placer de un entorno elegante y suntuoso, de buenos amigos con los que cenar, así como de la presentación y el aroma de los alimentos. Es una expresión del lado sensual y sensible de las vísceras.
2- Somatotonía: Hay un predominio a grandes rasgos de la actividad muscular y de una firmeza corporal enérgica. La organización motivacional parece dominada por el soma. Estas personas tienen energía y empuje. El departamento ejecutivo de su economía interna se encuentra notablemente conferido a sus sistemas musculares somáticos. Acción y potencia definen el objetivo principal de la vida.Este grupo de personas son los Mesomorfos, con predominio del sistema osteomuscular. Se expresan mediante la actividad del sistema muscular. Estos individuos disfrutan de la actividad física y presentan un buen rendimiento en ella. Tienen tendencia a ser agresivos, no de una manera físicamente violenta (aunque también es posible), sino trabajando duro en lo que hacen. Son competitivos y pueden ser dominantes. Sus actividades reflejan de manera parecida estas actitudes, disfrutan con los deportes de equipo.
3- Cerebrotonía: Hay un predominio a grandes rasgos del elemento de control, inhibición y deseo de ocultación. Las personas cerebrotónicas se alejan de la sociedad como se tratara de una luz demasiado intensa. Reprimen su expresión somática y visceral, presentan hiperatención y evitan atraer de manera asidua la atención sobre si mismos. Su comportamiento parece dominado por las funciones inhibidora y atencional del cerebro y su jerarquía motivacional parece definir una antítesis respecto a los otros dos extremos. Este grupo de personas son los Ectomorfos, con predominio del sistema nervioso y piel, por lo que se expresan a través del sistema nervioso central. Son individuos sensibles, con tendencia a la hiperestimulación intelectual e introspección. Todos sus sentidos son agudos, no les agrada el ruido y en relación con la piel como órgano sensorial, tienden a ser de piel fina y por consiguiente, a evitar la interacción racial.
Claudio Naranjo.
En su libro Carácter y Neurosis, utiliza esta nomenclatura de Sheldon para describir cada tipo del enagrama. El eneagrama es una estrella de nueve puntas y cada una de ellas representa un conjunto de estructuras de carácter determinado. Entre ellos se observan relaciones de contigüidad, contraste, polaridad, etc. Voy a describir brevemente cada tipo del eneagrama, asociándolo a lo que Claudio describe de la constitución de cada grupo, utilizando la biotipología de Sheldon:
Eneatipo I: Ira y Perfeccionismo.
Es correcto y formal, con poca espontaneidad y una orientación al deber más que al placer. Son personas exigentes y criticas consigo mismas y con los otros. Claudio los denomina perfeccionistas. Su morfología, en términos generales, son individuos pícnicos y en su mayoría mesoendomorfos, es decir musculados pero con rasgos redondeados y no delicados ni frágiles. La agresividad propia de este eneatipo se apoya en la somatotonía de su innato temperamento.
Eneatipo II: El orgullo y la personalidad histriónica.
Tiene la paradoja de una generosidad egocéntrica. Suelen ser hedonistas, despreocupados y rebeldes ante cualquier rigidez o restricción de su libertad. La figura corporal de este eneatipo es más redondeada que la del eneatipo I y también más suave que la del eneatipo III. Por lo tanto su constitución es endomórfica, con una necesidad viscerotónica de afecto. La belleza física es más común en este tipo que en ningún otro carácter.
Eneatipo III: Vanidad, inautenticidad y orientación mercantilista.
Son individuos que buscan el reconocimiento de los demás mediante sus logros, su efectividad y sus dotes sociales. Son controladores y controlados y constituyen uno de los caracteres más alegres del eneagrama. Su constitución encuadra en el mesomorfismo. Esta constitución atlética contribuye al carácter activo y enérgico de este eneatipo. Es probable que la belleza física y la inteligencia general puedan contarse entre los factores que conducen a la implícita elección de la vanidad como forma de supervivencia psicológica.
Eneatipo IV: Envidia y carácter depresivo masoquista.
Son individuos con una autoimagen pobre, a sufrir más de lo necesario, una gran dependencia del amor de los demás, un sentimiento de rechazo crónico y una tendencia a la insatisfacción. Tienen un doloroso sentimiento de carencia y un ansia por aquello cuya falta se percibe. Su constitución presenta en la mayoría de los casos una estructura corporal ectomesomorfica, ni tan ectomórfica como el tipo V, ni tan mesomórfica como el tipo III. En ocasiones pueden tener contornos corporales más redondeados, sobretodo según van teniendo más edad y también entre los hombres. La hipersensibilidad y el nivel de retraimiento de este eneatipo son acordes a la cerebrotonía que constituye la parte de ectomorfismo.
Eneatipo V: Avaricia y desapego patológico.
Se trata de individuos que no solo tienen pocas relaciones, sino que, en su soledad, ni siquiera llegan a sentirse solos. Son individuos que procuran minimizar sus necesidades, tímidos y con mucha dificultad para expresar su rabia. Respecto a su constitución, son los más ectomórficos del eneagrama, y es razonable pensar que su complexión cerebrotónica contribuya a la elección del apartamiento como solución a los problemas de la vida.
Eneatipo VI: Cobardía, carácter paranoide y acusación.
La pasión dominante de este carácter es el miedo. Este miedo puede que no se manifieste necesariamente en la conducta, obteniendo en este caso de modo alternativo una actitud consciente de esfuerzo heroico. En muchos individuos de este eneatipo es característico la presencia de ansiedad, debido al miedo sin la percepción de peligro externo o interno. También se encuentran individuos en este eneatipo que este miedo lo trasforman en desconfianza, dando una personalidad paranoide.
La constitución de este eneatipo varia completamente dependiendo del subtipo que hablemos. Por ejemplo la variante contrafóbica de este eneatipo (sexual), fuerte y belicosa, es mesomórfica, la variante evitadora o fóbica (conservación) presenta una apariencia global más blanda, más endomórfica, y el subtipo fanático y orientado hacia el deber es típicamente ectomórfico. Según sea la constitución de estos individuos, la ansiedad la afrontan de una manera diferente. Los somatotónicos la afrontan intimidando a los demás (subtipo belicoso), los viscerotónicos la afrontan buscando alianzas de protección reciproca (subtipo conservación) y los cerebrotónicos la afrontan utilizando la razón para encontrar una respuesta a los problemas de la vida.
Eneatipo VII: Gula, fraudulencia y personalidad narcisista.
Son individuos con un sentido de derecho propio, una orientación al placer y una actitud en la vida más conscientemente estratégica que el resto de caracteres. Viven en la fantasía y tienden a olvidar el mundo real, quedando absorto en su planificación y en sus proyectos. Su pasión dominante es la gula, entendiéndola más ampliamente como pasión por el placer. Esta glotonería les lleva a la búsqueda de lo remoto y curioso, de la variedad, la aventura y la sorpresa. Su constitución es predominantemente ectomórfica, con un componente secundario endomórfico, pero en conjunto parecen ofrecer la distribución más equilibrada de los tres componentes. Ello concuerda con una personalidad en la que los intereses intelectuales y espirituales coexisten con una tendencia social extrovertida y una actitud activa o incluso agitada.
Eneatipo VIII: El carácter sádico y la lujuria.
Son individuos con orientación al poder, la dominación y la violencia. Su pasión es el exceso, una búsqueda de la intensidad, no sólo a través del sexo, sino en todo tipo de estímulos: la actividad, la ansiedad, las especias, la alta velocidad, el gusto por la música fuerte, etc. Tienen una sed de intensidad, su forma de sentirse vivo es por sobreestimulación. Este eneatipo es el más insensible del eneagrama, tiende a evitar la interioridad. Su constitución es mesomórfico en su máxima expresión dando un temperamento somatotónico. Así como el eneatipo V es el más cerebrotónico del eneagrama, este eneatipo VIII es el más somatotónico de todos ellos. Tiene una constitución atlética, con gran componente muscular y una potente estructura ósea. Esta constitución hace que sean personas con una orientación hacia la acción y presta a combatir.
Eneatipo IX: Inercia psicoespiritual y actitud sobreadaptada.
Es el tipo de persona contenta y generosa, cuya apatía no se revela tanto en una aversión hacia los asuntos espirituales como en una pérdida de interioricidad, una aversión a la exploración psicológica y una resistencia al cambio que coexiste con una estabilidad excesiva y una inclinación conservadora Las características más frecuentes de este carácter son:
– Sociable, bondadoso, amistoso, cordial
– Alegre, gracioso, divertido, precipitado
– Tranquilo, calmoso, deprimido con facilidad, de buen corazón
Morfológicamente es el grupo más endomórfico del eneagrama lo que da una personalidad viscerotónica. Esta viscerotonía se manifiesta a través de la relajación, la alegría festiva y la gula de comida, compañía, afecto o apoyo social. El motivo primordial de la vida parece ser la asimilación y conservación de la energía.
Ernest Kretschmer.
Esta clasificación tiene muchas semejanzas a la clasificación de Sheldon. Propuso una clasificación en tres tipos constitucionales básicos, relacionando una estructura corporal determinada y las tendencias psicológicas correspondientes. Los tipos
propuestos son:
1. Pícnico (ciclotímico). Deriva de la palabra griega puknos, que significa grueso. Son tipos corpulentos y macroesplácnicos. Tienen un cráneo, tórax y abdomen desarrollado con tendencia a la acumulación de grasa en el tronco. De estatura media, rostro blando y ancho, el cabello es con frecuencia fino, son tendientes a la hipertensión y a las enfermedades metabólicas. Tienden a ser extrovertidos, son muy sociables. Pueden captar varias cosas al mismo tiempo, pero se distraen con facilidad. Como se puede apreciar, esta descripción es muy parecida a la endomorfia de Sheldon. Kretschmer apreció que estas personas tienen más probabilidades que otras en manifestar trastornos maniaco-depresivos.
2. Asténico (esquizotímico). Son tipos altos, delgados y microesplácnicos. El peso corporal es casi siempre inferior al que correspondería a su estatura normal. El rostro muestra en ocasiones una desproporción aumentada de su nariz y el maxilar inferior. Cráneo pequeño y abundante cabello y resistente a pruebas deportivas. Son más propensos al asma, tuberculosis y a úlceras gástricas. Su temperamento es más bien serio, son reservados, e hipersensibles al frío. Suelen ser idealistas y soñadores, le gustan el orden, la exactitud y sus movimientos corporales son algo tensos. Esta descripción es muy parecida a la ectomorfia de Sheldon. Kretschmer observó que estas personas presentan una mayor propensión a la esquizofrenia.
3. Atlético. Son los tipos más musculosos y atléticos. Presenta hombros anchos y salientes y el tronco se estrecha hacia abajo. Su temperamento es tranquilo, relajado, equilibrado, detallista, muy digno de confianza A veces se muestran algo rencoroso. Viven sus vivencias con cierta lentitud y su proceder es cuidadosamente meditado y preciso. Esta descripción es muy parecida a la mesomorfia de Sheldon. Este tipo tiene menos inclinación a padecer trastornos psicológicos de cualquier clase. Cuando aparecen, hay más probabilidad de que sean esquizofrénicos que maniaco-depresivos.
Leon Vannier.
Leon Vannier (1880-1963) fue un Homeópata francés que observó que existía una correlación entre la constitución de los individuos y las características de tres remedios homeopáticos:
” Calcera carbónica.
” Calcera fosfórica.
” Calcera fluórica.
Hizo una clasificación de las personas en tres grupos o biotipos, cada grupo con un tipo de constitución y temperamento similares. Estos biotipos son:
” Carbónico.
” Fosfórico.
” Fluórico.
Las características más palpables de estos biotipos son:
1- Carbónico.
• La estructura corporal es firme y rígida.
• La articulación del codo, en bipedestación se proyecta ligeramente hacia delante y llevando la articulación a extensión forzada, no llega a un ángulo de 180 º.
• La articulación de la rodilla, no presenta una alineación exacta, pero no muestra deformidades angulares.
• La ortodoncia, tiene una perfecta oclusión entre la fila superior e inferior. Dientes muy blancos, incisivos centrales prácticamente cuadrados.
• Temperamento: Básico y fundamental. Es resistente y obstinado. Su principio gobernante es el orden, razona con lógica. Le gusta determinar, organizar, construir y en cualquier situación, tiene un marcado sentido de la responsabilidad.
2- Fosfórico.
• La estructura corporal es elegante y proporcionada, expresiva y de aspecto variable.
• La articulación del codo, en extensión forzada, en antebrazo forma una línea recta con el húmero.
• La articulación de la rodilla, presenta una alineación perfecta el muslo y la pierna.
• La ortodoncia, hay un perfecto contacto en todos los puntos en la mordida. Dientes largos y amarillos. Diámetro transversal de los incisivos centrales menor que el vertical.
• Temperamento: Las consideraciones estéticas dominan su espíritu y determinan sus acciones más pequeñas. Le gusta la belleza y busca expresarla.
3- Fluórico.
• La estructura corporal es Inestable y flexible.
• La articulación del codo, en extensión forzada, forma un ángulo mayor de 180 º, lo que se conoce por recurvatum.
• La articulación de la rodilla también se observa recurvatum, es decir, en bipedestación muslo y pierna forman un ángulo obtuso hacia delante.
• La ortodoncia, la mandíbula prominente es normal. Las filas superior e inferior de dientes no encajan correctamente.
• Temperamento: De actitud inestable. Indeciso y tímido, toma decisiones sin pensar. Sus planes a menudo son contradictorios, siempre de repente y sin premeditación. Dotado de extraordinario mimetismo, variedad de actuaciones brillantes.
Bibliografía:
1. Medicina Energética. Acupuntura. Bases Fundamentales. Autor M.Azmani .ISBN 978-84-8019-975-9
2. Osteopatía. Modelos de diagnóstico, tratamiento y práctica. Jon Parsons y Nicholas Marcer. ISBN 978-84-8174-990-8
3. La Enfermedad como Camino. Un método par el descubrimiento profundo de las enfermedades.
Thorwald Dethlefsen y Rudiger Dahlke. ISBN 978-84-9908-355-1
4. Carácter y Neurosis. Una visión integradora. Claudio Naranjo ISBN 84-923933-1-9
5. El lenguaje del Cuerpo. Dinámica física de la estructura del carácter. Alexander Lowen ISBN 978-84-254-1432-9
6. Apuntes Ananda del Curso de Formación en Terapia Gestalt. Instituto Ananda
El trabajo ha sido realizado durante los meses de Abril-Mayo-Junio de 2011