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Gestalt y solución de problemas: El insight

En todas las etapas del ciclo vital solucionamos problemas habituales que no están bien definidos, cualquier tipo de experiencia en nuestro pensar habitual no presenta una solución lógica en su planteamiento, son problemas cotidianos que resolvemos continuamente. Nos encontramos ante un problema cuando existen diferencias entre la situación en la que nos encontramos en un momento determinado, y la situación a la que pretendemos llegar, y no visualizamos un camino inmediato y obvio, que nos permita dar los pasos necesarios para llegar a aquello que pretendemos.
La situación nos requiere generar los medios suficientes para lograrlo. Así estamos frente a un problema cuando hay obstáculos que se interponen en el camino hacia la consecución de nuestros objetivos, y no sabemos inicialmente que camino emprender y qué hacer para conseguirlos.
Esto no significa que no sepamos, o que no tengamos los recursos que resultan necesarios para llevar a cabo la tarea que nos disponemos a afrontar. En definitiva, nos hallamos ante un problema cuando queremos ir desde una situación actual a una situación deseada, pensamos, creemos, que tenemos los recursos suficientes para conseguirlo, y no nos resulta en principio obvio el camino para conseguir el objetivo, por lo que, en consecuencia, necesitamos idear e implementar lo necesario para lograrlo. Tenemos pues los componentes básicos de un problema:
1.- una situación de partida.
2.- una situación a la que se pretende llegar.
3.-una descripción de los actos que se pueden emplear, o no, para conseguir los objetivos.
En la solución de problemas podemos contemplar tres campos de acción:
1.- El grado en que están especificados los componentes que constituyen un problema, es decir el grado de definición en sí mismo del problema. Los problemas bien definidos son aquellos cuyo contenido está encuadrado dentro de la lógica formal, un enunciado donde dos premisas concretas permiten llegar a una conclusión válida. Más relacionado con contenidos abstractos que cotidianos, e independientes del contexto de la persona, (circunstancias sociales, afectivas y motivacionales), y del contexto de la tarea (tiempo, medios, lugar…).
La mayoría de los problemas que afrontamos en nuestra cotidianeidad son, sin embargo, problemas mal definidos, ya que alguno de los componentes planteados no está especificado con suficiente claridad y concreción. En algunos casos puede que no estén claras, ni la meta ni las acciones para la solución, ni además el estado actual del problema. El categorizar un problema como mal definido no quiere decir que en el momento de afrontarlo el ejecutor realice una mala gestión a la hora de su definición, sino que la propia naturaleza de la tarea impide anticipar cuál es la solución al problema, así como definir con precisión el conjunto de acciones necesarias para proceder a resolverlo.
2.- La cantidad de conocimientos necesarios para la resolución del problema. Para plantear y resolver un problema se necesitan conocimientos y habilidades ya disponibles por la persona antes del mismo. Un problema que no requiere conocimientos es aquel cuyo planteamiento y solución necesita estrategias generales del pensamiento, no necesita de conocimientos y procedimientos específicos de un dominio, nos referimos a problemas cotidianos sin una especificidad concreta. Un problema que requiere conocimientos es un problema que, necesariamente deberá estar apoyado, en una formación en el área a la que pertenece el problema.
3.- La forma en que obtenemos las respuestas al problema y que es lo directamente relacionado con la gestalt, cuando la solución es mediante insight, o solución repentina.
Los problemas de solución progresiva consisten en un acercamiento gradual hacia el objetivo final, sin que ninguno de los pasos, medios que vamos empleando y que son fines en sí mismo, que conducen a la solución sean un impedimento, y que conforme los vamos superando conllevan un nuevo paso que nos va acercando hacia la solución, el proceso va transcurriendo de forma gradual. El método consiste en definir el estado final del problema y determinar las diferencias entre este y el estado inicial, una vez que establecemos el hilo conductor vamos resolviendo cada uno de las actividades necesarias para su solución.
Los problemas de reorganización estructural súbita, (repentina), o problemas de insight, son los problemas donde el enfoque del problema está impidiendo su solución, hay una observación inicial, un paso que depende de un conocimiento previo, que se impone y dificulta contemplar el problema a resolver en sí mismo, la información existente en memoria dificulta la solución del problema ya que queda está anclada en recursos que no resultan adecuados para la resolución del problema concreto. El obstáculo no está vinculado a carencias de conocimientos o procedimientos técnicos, sino más bien a alguna restricción que uno se ha impuesto de forma innecesaria.
La psicología de la percepción, la Gestalt, trabajó con problemas de insight, y estudió acerca de las condiciones que nos impiden, o permiten, reinterpretar un problema una vez que las interpretaciones previas del mismo no han producido resultados. La forma en que nos representamos un problema puede estar determinada por experiencias en situaciones anteriores, fijación perceptiva o funcional, lo que nos puede llevar a hacer uso de métodos utilizados con anterioridad, tal vez innecesarios.
Esta transferencia automática, e inconsciente, de procedimientos de resolución de situaciones anteriores al estado actual, puede resultar un inconveniente, en la medida en que puede suponer la aplicación de métodos complejos, necesarios con problemas anteriores, a problemas que pueden ser resueltos por vías más simples. La dificultad en resolver problemas con insight queda relacionada con la tendencia del sistema cognitivo a ordenar los datos percibidos con arreglo a experiencias anteriores, con la finalidad de hacer más sencilla y fácil la comprensión de la experiencia percibida, pero hay casos en que la experiencia previa más bien dificulta la acción, debido a la fijación con situaciones anteriores.
La inclinación a aplicar una regla previamente aprendida cuando un método más eficiente está disponible fue denominada por los psicólogos de la Gestalt Einstellung (“efectos de ceguera que produce el hábito”), la experiencia previa puede dificultar la solución de problemas, en la medida en que quedamos fijados a ella. (Gabucio F. 2009)
La resolución de problemas no se limita al empleo mecánico de la experiencia pasada, como en el asociacionismo, Wertheimer (1945) se refirió a esta transferencia “ciega” de procedimientos como pensamiento reproductivo, fijación que consiste en aplicar destrezas o conocimientos adquiridos con anterioridad a situaciones nuevas, y lo diferenció del pensamiento productivo, el cual implica el descubrimiento de una nueva organización perceptiva o conceptual con respecto a un problema, reflejando una comprensión real del mismo.
El pensamiento productivo es una forma de pensamiento que se caracteriza por atender, de forma comprensiva, a la estructura particular del problema que se tiene entre manos, más allá de la experiencia previa que se haya tenido con problemas anteriores, supone la configuración de nuevas actitudes no dependientes exclusivamente de la información de la memoria, es una nueva Gestalt, una configuración perceptiva alcanzada súbitamente o por insight, la creación de algo nuevo, no mimético (pensamiento productivo), la resolución es un proceso que parte de la propia estructura del problema, intentando relacionar unos aspectos con otros, existe una comprensión estructural del problema, del todo en su conjunto y de las relaciones entre sí.
“La capacidad de captar como todas las partes del problema encajan para satisfacer las exigencias del objetivo implica reorganizar los elementos de la situación problemática y en consecuencia resolver el problema” (R. Mayer, 1986).
La Gestalt rechaza el asociacionismo, ya que este ve el conocimiento como la suma de partes ya existentes, contempla que la unidad mínima de análisis es la estructura o globalidad. La asociación deja de ser un enlace de elementos a la estructura, siendo interpretada en Gestalt como la comprensión de la relación estructural entre una serie de elementos que se requieren unos a otros.
El ensayo y el error no es aleatorio como en el conductismo, al contrario, el conocimiento se convierte en una comprobación estructural de hipótesis, la persona aprende también de fracasos, no sólo de éxitos, y aprende asimismo de las razones estructurales que han hecho posible dicho éxito o fracaso. No podremos comprender una partida de ajedrez si únicamente observamos los movimientos que se verifican en una esquina del tablero. (Wolfgam Kohler).
Desde la psicología cognitiva para resolver un problema de insight hay que superar la representación inicial del mismo, esto puede ocurrir después de una serie de intentos fallidos para resolverlo desde esa representación inicial. Al efectuar una nueva representación del problema, se puede encontrar la solución al mismo, la que viene acompañada de una sensación de insgiht, de comprensión súbita, a través de ella advertimos que la solución estaba a nuestro alcance y de que sólo la forma en cómo habíamos enfocado el problema nos había conducido a un atasco.
Según Ohlsson, la representación que nos hacemos de un problema incluye las acciones que podemos llevar a cabo para resolverlo, vamos aplicando operadores para desarrollar las acciones de uno en uno, creando un proceso de propagación de activación, la información que se halla en nuestra memoria de trabajo, provoca la activación de información en nuestra memoria de largo plazo, siempre en dependencia de los vínculos asociativos que la información mantenga con esta memoria. La propagación de activación es un proceso que no es dirigido o controlado, sino que ocurre de forma inconsciente.
Para poder recuperar un operador de la memoria a largo plazo este debe mantener alguna relación semántica con la información que nos presenta el problema. En caso de que un operador sea necesario para resolver un problema, pero la representación actual del problema no incluye claves que nos puedan conducir al operador, nos encontramos en una situación de impasse, de la que podremos salir únicamente a través de una nueva representación que logre generar una nueva propagación de activación.
Datos que desde la teoría cognitiva apoyan la tesis gesltática de que el ritmo de avance en la resolución de problemas de insight es diferente al ritmo propio de problemas de solución progresiva, teorías más actualizadas sobre el insight postulan que este fenómeno se produce como efecto de nuevas propagaciones de activación estimuladas por re-representaciones de los problemas, las re-representaciones sobre el mismo problema pueden poner a disposición del sistema cognitivo nuevos operadores que pueden producir una situación de insight.
Por medio del diálogo Sócrates colocaba a los jóvenes frente a dilemas lógicos ineludibles que señalaban los límites de lo cognoscible, y de este modo los situaba ante insights que, según sus propias palabras son las últimas cosas que se perciben, en el mundo del conocimiento, sin las cuales, sin embargo no podemos actuar con sabiduría en nuestra propia vida personal, un método de confrontación que a través del diálogo conduce al reconocimiento conjunto, desde la época de Sócrates el conocimiento ha ido conquistando en cada generación nuevos mundos más allá de los márgenes de la credulidad de los anteriores, pero el problema del insight no han perdido por ello significación o trascendencia. (Erikson E. 1979)
El insight es el proceso por el que uno aprende a conocerse a sí mismo al mismo tiempo que aprende a conocer a los demás, es la acción o capacidad de ver dentro de una situación o dentro de uno mismo a la vez, porque ambas son de hecho una misma capacidad, una misma acción, el insight lo podemos utilizar en el sentido de conocimiento, conocer puede significar muchas cosas, pero el conocimiento adquiere el sentido de lo que puede observarse y comunicarse mediante métodos que tratan que tratan de hacer las cosas definibles y comparables, medibles y manejables, pero el conocimiento requiere el contrapunto del insight, como un modo general de interacción mediante el cual aprendemos algo esencial respecto a nosotros mismos al tiempo que dominamos la realidad exterior que nos rodea.
Por insight entiendo algo más que la antigua conciencia de la ecuación personal, es decir, de los efectos distorsionantes que las peculiaridades del equipamiento sensorial del observador pueden tener sobre sus observaciones. El insight se proyecta hacia dentro, proponiéndonos indicios de la influencia que nuestras emociones y motivaciones centrales tienen en la elección y evaluación final de aquello que observamos. Y dado que nuestro móviles son siempre parcialmente inconscientes, (difícilmente asequibles al razonamiento), esta evasiva capacidad para el insight nos obliga a plantearnos problemas de orden metodológico, problemas que no pueden eludirse. (Erikson, E.1979).

Instituto Ananda.
Gestalt y solución de problemas.

Erikson, E. (1975). Historia personal y circunstancia histórica. Madrid. Alianza Editorial
Gabucio, F. (2007). Psicología del pensamiento. Barcelona. UOC editorial
Katz, D. (1967). Psicología de la forma. Madrid. Espasa Calpe.
Koffka,K.(1953). Principios de psicología de la forma. Buenos Aires. Editorial Paidos