1.- INTRODUCCIÓN.
Hoy en día la profesión de maestro, profesor, educador… está muy devaluada. Estamos sumidos en una crisis económica, social, política…y peor aún humana en la que lo material importa más que la propia persona, donde estamos más pendientes de lo que gana el maestro, profesor, educador… de sus vacaciones… que de lo que enseña o transmite a nuestros hijos.
Pero por encima de esto, de los comentarios, de los reproches…esta la vocación de los que verdaderamente se toman esto en serio. De los que entienden que ser maestro, profesor…va más allá de un mero trabajo. De los que creemos que enseñar no es lo mismo que EDUCAR y esta palabra tan simple se escribe con mayúsculas y en negrita porque en ella abarcamos a toda la persona. Cuando educamos tenemos en cuenta todos los aspectos de la persona y no solo el académico. Cuando educamos entendemos que estamos compartiendo la vida de una persona y le estamos ayudando para que pueda caminar sola en un futuro con las zapatillas adecuadas. Y que además estamos formando individuos que contribuyan a crear una sociedad más comprometida, más justa, más sana…donde la fuerza se ponga en los valores humanos y no en lo material.
2.- EL MAESTRO, AYER Y HOY.
El papel del maestro como ahora lo conocemos tiene apenas unos doscientos años, los mismos que la escuela moderna, la cual es un producto de la Revolución Industrial de 1750 y de la Revolución Francesa de 1789. Sin embargo, maestros, preceptores, tutores o en la versión femenina las institutrices, han estado presentes en todas las sociedades a lo largo de los siglos. La enseñanza ha sido el mecanismo por el cual un grupo social, generalmente el dominante, transmite a las nuevas generaciones sus conocimientos del mundo, su cosmovisión, sus valores y sus creencias religiosas principalmente.
Durante la antigüedad y la época medieval no existía ningún tipo de instrucción específica especializada en la pedagogía propiamente dicha, es decir, que formara en los principios y en la práctica de la enseñanza. Quienes deseaban ser profesores debían demostrar el conocimiento que poseían en la disciplina que sería objeto de enseñanza. Habrá que esperar a los siglos XVII y XVIII, momento en que se impuso la consideración de que el desarrollo político, social y económico de las naciones podría ser alcanzado a través de la educación de los ciudadanos y, en consecuencia, se promovieron las instituciones adecuadas para fomentar la formación de los profesores.
Entre las primeras instituciones educativas que ofrecían un programa sistemático de formación para el profesorado se encontraba el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, creado en 1685 en Reims (Francia) por el sacerdote Juan Bautista de la Salle. En el siglo XVIII otras instituciones se desarrollaron en Francia y Alemania.
El más importante de los educadores que aplicó y desarrolló las teorías psicológicas de Rousseau fue el reformador pedagógico de nacionalidad suiza Johan Heinrich Pestalozzi. Un avance importante se llevó a cabo en Prusia al inicio del siglo XIX, con la aplicación de las ideas del educador Johan Friedrich Herbart. Potenció el estudio de los procesos psicológicos del aprendizaje como un medio para desarrollar los programas educativos basados en las aptitudes, habilidades e intereses de los estudiantes. El éxito de los métodos de Herbart provocó su adopción en los sistemas de formación del profesorado de numerosos países.
Los sistemas educativos nacionales surgen en Europa a principios del siglo XIX a raíz de la Revolución Francesa. En España la Constitución de 1.812 incorpora la idea de educación, con importantes ideas renovadoras en el campo educativo, como la defensa de la universalidad de la Educación Primaria para toda la población y la uniformidad de los planes de enseñanza para todo el estado. También se señala que las competencias recaen sobre las Cortes y no sobre el Gobierno, como una organización en la que debe intervenir el Estado. Su concreción definitiva culmina con la aprobación de la Ley Moyano en 1.857.
Las características fundamentales de esta ley fueron la marcada concepción centralista de la institución, un carácter ecléctico y moderado en la solución de las cuestiones más problemáticas, la promoción legal y la consolidación de una enseñanza privada, católica y la incorporación de los estudios técnicos y profesionales a la enseñanza postsecundaria.
La educación volvió a tener un gran protagonismo a finales del siglo XIX. La regeneración de España pasaba por la reforma educativa. Fruto de este sentimiento será el período de cambios producido a principios del siglo XX. Se reforman las escuelas normales, la enseñanza secundaria y los planes de estudio de las enseñanzas universitarias. Un hecho muy destacado es el intento de que los maestros pasen a ser pagados por el dinero público.
Posteriormente con la Constitución de la República Española se proclama la escuela única, la gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza, la libertad de cátedra y la laicidad de la enseñanza. Igualmente establece que los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial serán funcionarios y que se legislará con el fin de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza.
Pero todo esto se viene abajo con la llegada al poder de Francisco Franco. Su régimen rechaza política educativa de la II República y promulga una enseñanza católica y patriótica. Sus máximas son: enseñanza confesional católica basada en la educación de acuerdo con la moral y los dogmas católicos, la enseñanza obligatoria de la religión, derecho de la iglesia a la inspección de la enseñanza, politización de la educación por medio de una orientación doctrinaria de todas las materias, subsidiariedad del estado en materia de educación, es decir, el Estado deja las tareas educativas en manos de la iglesia y prohibición de la escolarización mixta.
Con el final de la dictadura franquista y ya en la etapa de transición democrática, se convocaron las primeras elecciones democráticas donde triunfó la Unión de Centro Democrático. El Parlamento surgido de estas elecciones diseñó una constitución debatida y pactada por la mayoría de las fuerzas políticas del país. El artículo 27 de la Constitución marcó los principios generales de toda la legislación actual en materia educativa, introduciendo profundas diferencias de enfoque y ciertas modificaciones parciales.
Su formulación dio pie a la LOECE, con la que se realizó el primer intento normativo de ajustar los principios de la actividad educativa, la organización de los centros docentes y los derechos y deberes de los alumnos/as. Con el paso del tiempo, se fueron aprobando nuevas leyes educativas; LGE, LODE, LOGSE, LOPEG…hasta llegar a la actual LOMCE promulgada por el Ministro WERT.
3.- EL PAPEL DEL DOCENTE EN EL SISTEMA EDUCATIVO.
El Docente en el sistema educativo debe de actuar como agente de cambios con compromisos y retos intrínsecos que le permitan esforzarse a plenitud para encontrarse a sí mismo y poder diseñar el camino para enseñar y orientar en educación. De esta manera el acto de educar se convertirá en una acción vital y superior para la construcción y formación de la vida misma de los hombres con una actitud capaz de insistir en la búsqueda de medios y técnicas que permitan mejorar el proceso curricular y de garantizar su constante mejoramiento personal y profesional. Este debe cumplir con características muy importantes para desempeñar su papel, siendo este generador de acciones que propicie la innovación y el desarrollo educacional capaz de participar conscientemente y creativamente en la elaboración y ejecución de proyectos pedagógicos.
Debe ser un promotor, asesor, facilitador, e investigador que junto al educando y a la comunidad en general propicia cambios en las estructuras educativas planteadas por la educación, basada fundamentalmente en la concepción de un educando con un desarrollo integral. La educación impartida por el docente debe dar conciencia al alumno del papel y del rol que está desempeñando y debe jugar dentro de su grupo social permitiéndole la autoformación de sus valores individuales colectivos sociales y culturales.
Cabe destacar que el educador tiene que estar constantemente motivando a sus alumnos para que de esta manera obtenga mayor capacidad de aprender en su desarrollo integral, socialmente comprometido en el proceso permanentemente de auto crecimiento conocedor de la realidad educativa, mediador de la acción pedagógica, planificador, evaluador y promotor de relaciones humanas inspiradas en principios democráticos y de justicia social a través de la práctica educativa responsable, orientados a la búsqueda de la excelencia en los resultados.
El educador debe reflejar su manera de educar en su propia vida, tratar de caminar siempre al lado de sus alumnos tomando en cuenta sus intereses y necesidades, dispuesto a atender con especial cariño y dedicación sobre todo cuando estén en serios problemas y dificultades. Que los alumnos sientan que siempre podrán contar con su ayuda y comprensión y que nunca estarán solos.
Es importante resaltar que el docente autentico sabe que su trabajo consiste en ayudar a los alumnos a construir una misión y dentro de esta descubrir su vocación o las semillas de la misma, actúa para que el estudiante pueda conocerse y descubrirse a sí mismo en búsqueda de la verdad de aquellos de los que puedan creer con la mayor honestidad y sinceridad posible, las razones por la cual vale la pena vivir.
En palabras de Claudio Naranjo “Si hemos de tener una educación orientada al desarrollo humano, deberemos pasar del monopolio del intelecto a una pedagogía muy económica en lo tocante a la teoría. (…) Habría que devolverles a los maestros la función propiamente humana de la reeducación interpersonal y la ayuda al desarrollo de las comunidades. Y la propuesta de encaminarnos a una educación verdaderamente más relevante para la vida tendría que privilegiar el autoconocimiento, lo que significaría, junto al propósito de una educación para la convivencia feliz, una reeducación importante de los educadores.”
4.- LA ETAPA DE EDUCACIÓN INFANTIL.
La etapa de Educación Infantil es a menudo olvidada y en muchos casos menospreciada hasta por los propios compañeros docentes. Existe dentro del centro educativo un abismo entre la etapa Infantil y Primaria. Es fácil caer en el pensamiento de “solo son niños/as, total los pones a jugar y ya está” pero sin embargo es muy curioso que cuando estos mismos profesionales tienen que acudir al aula a sustituir a una maestra de infantil les da pavor y en muchas ocasiones salen horrorizados de lo que supone estar en un aula con niños tan pequeños.
Entonces, si esto piensan muchos de nuestros compañeros, que no dirán o pensarán el resto de ciudadanos, la mayoría padres y madres de familia. Cuantas veces he escuchado comentarios despectivos referentes a mi trabajo, entendiéndolo como un pasar el rato y no viendo realmente lo que supone estar con un niño tan pequeño. A veces se nos olvida que además de niño es una persona y como tal merece el mismo respeto. Y ahí radica la diferencia, la falta de respeto, el no entender que ellos además de cuidados, cariño, atención, necesitan respeto, necesitan ser tenidos en cuenta, ser escuchados… en definitiva ser vistos.
En esta etapa de infantil el niño forja su manera de ser, lo que será en el futuro. Lo que viva, las experiencias que tenga con sus iguales y con los adultos que le rodean van a ser fundamentales sobre todo en el plano emocional.
Por esto, porque dependen de cómo los tratemos, cuidemos, los mensajes que les transmitamos, el cariño que les demos, el respeto que les mostremos es imprescindible tomarse esta etapa educativa con la mayor seriedad posible teniendo siempre en cuenta que tenemos en nuestras manos la vida de una persona. Por todo esto, el conocimiento de las características psicoevolutivas de los niños/as en las primeras edades de su vida, el cómo piensan y sienten y el cómo aprenden es uno de los capítulos más importantes de la formación del profesorado.
1.- Características físicas:
En lo que respecta al esqueleto y musculatura, los niños son ligeramente más altos y pesados que las niñas, con más músculo de peso corporal y las niñas tienen más tejido graso. Los primeros dientes de leche aparecen a mediados del primer año de vida, completándose la dentición hacia el tercer año. La caída de los dientes se produce alrededor de los seis años, iniciándose, así, la segunda dentición. En el nivel motor, el momento evolutivo más importante es la adquisición de la marcha.
Esto ocurre aproximadamente alrededor del primer año de vida del niño. El control de esfínteres es una faceta importante en el desarrollo psicomotriz; se produce normalmente en torno a los 2 y 3 años, controlando las heces (alrededor de los 2 años) y la orina (a los 36 meses aproximadamente).
En el tercer año el niño anda con seguridad, puede acelerar o moderar la marcha, cambiar la dirección de su trayectoria y detenerse a su voluntad. Sube y baja escaleras, apoyado en una mano o sin apoyo, camina de puntillas y es capaz de saltar y utilizar el triciclo. Entre los cuatro y cinco años tiene una gran destreza y finura en los movimientos, es la edad de la gracia. Se da un importante avance en la motricidad fina: desde trazados verticales (a los 3 años) hasta realizar trazos típicos de la escritura convencional (entre 5 y 6 años).
2.- Características socio-afectivas:
En el nivel social y afectivo, al nacer, ya cuenta el niño con un repertorio limitado de conductas expresivas (sabe llorar, agitarse, relajarse…) y poco a poco va descubriendo cuales de sus conductas son las que debe utilizar para conseguir una finalidad. Todas estas conductas se convierten en sus primeras respuestas sociales, las cuales reflejan la necesidad del niño de establecer un contacto social.
Una evolución de la conducta social significa una evolución de la socialización del sujeto. Es fundamental, por ello, la atención que recibe el niño por parte del adulto, sobre todo en sus primeros años, pues cuanto mayor sea la atención mayor será su sentimiento de seguridad y de optimismo ante el mundo que le rodea.
En los cinco o seis primeros años de la vida del niño se han señalado tres periodos críticos que son etapas del desarrollo en el que el sujeto está preparado para recibir un tipo determinado de conducta, estimulación o experiencia, de modo que si no se da ese aprendizaje en dicho momento no se adquirirá o se adquirirá mal.
Los periodos son:
• -El periodo que va desde el nacimiento hasta los 5 o 6 primeros meses de vida, en el cual el niño establece las primeras relaciones de apego con la madre.
• -Hasta el final del tercer año el apego materno se intensifica, ya que el niño necesita a la madre como apoyo y compañera, llegando a rechazar incluso a otros miembros de la familia o extraños.
• – A partir de los 4/5 años el apego se extiende a otros miembros secundarios, que pueden ser otras personas de la familia e incluso objetos de sustitución como un muñeco, una almohada al acostarse, etc.
Se llama apego a la ligazón afectiva que se establece entre un sujeto y otro. En el niño es la necesidad de la proximidad de un adulto y sentirse así seguro y protegido. John Bowlby destaca en su obra “Cuidado maternal y salud mental” la importancia del apego en los seis primeros meses de la vida de un niño, pues si carece de esta figura esto podría acarrearle consecuencias negativas. Cuando por algún motivo se le priva al niño de esta relación de apego, la reacción del niño puede pasar por distintas fases:
1. Fase de protesta: se caracteriza por lloros, intentos de huida, ansiedad, aferrarse a la figura de sustitución, trastornos en el sueño y en la alimentación y un rechazo y hostilidad ante quien le quiere consolar.
2. Fase de ambivalencia: sigue el desconsuelo, los lloros, angustia, el mal sueño y las conductas regresivas.
3. Fase de adaptación: si se prolonga esta situación el niño acaba acostumbrándose, olvidando la figura de apego e interesándose por nuevas personas. Si las condiciones son favorables se formarán nuevos vínculos afectivos, como en el caso de una adopción.
3.- Características del lenguaje:
En el nivel lingüístico, la capacidad del lenguaje es una de las características de nuestra especie y que, al estar en estrecha relación, con el pensamiento constituye un tema de gran importancia en el estudio de la conducta humana. Los principales factores que condicionan la adquisición y desarrollo del lenguaje son:
• a) A nivel neurofisiológico, pues se necesita una maduración del sistema nervioso central y la intervención del equipo anatómico-fisiológico para la emisión de sonidos, compuesto por el aparato fonativo (formado por laringe, glotis, velo del paladar, dientes y labios) que originará las contracciones musculares necesarias para la articulación de fonemas, el aparato auditivo, pues el órgano del oído interviene de manera indirecta en la articulación de fonemas y el aparato respiratorio, pues es importante la respiración a la hora de hablar.
• b) A nivel psíquico, es necesario la aparición de la función simbólica para la adquisición del lenguaje. La función simbólica es la capacidad de reconocer que una cosa representa a otra sin que haya un indicio que lo represente.
• c) A nivel afectivo, pues el niño/a se siente motivado a expresarse y desea comunicarse con los demás si recibe una respuesta adecuada (estímulo) por parte del entorno que le rodea.
• d) A nivel sociocultural, pues el proceso del lenguaje depende en gran parte del estímulo que el ambiente le proporcione al niño/a, de ahí la importancia de disponer de modelos distintos para adquirir un lenguaje adecuado.
Generalmente se distinguen dos grandes periodos en el desarrollo del lenguaje: un primer momento denominado pre lingüístico, que se enmarca sobre el primer año de vida, desarrollándose los precursores del lenguaje y otro que se sitúa en algún momento entre el año y año y medio, denominado periodo lingüístico y que comienza con la emisión de las primeras palabras. Aquí se suceden varios fenómenos como el periodo holofrásico, el periodo telegráfico, la sobre extensión y la adquisición de las reglas de la sintaxis o sobrerregulaciones.
Hacia los tres años han desaparecido las dificultades para pronunciar diptongos y se produce un significativo progreso en la pronunciación de las consonantes. Normalmente en torno a los cuatro años el repertorio fonético está casi completo y se dominan las construcciones sintácticas simples. Mejora en general el uso de tiempos y modos verbales. La sintaxis se hace más compleja con el uso de subordinadas, yuxtapuestas y coordinadas. Utiliza y reconoce un vocabulario de 900 a 1200 palabras.
4.- Características cognitivas:
En cuanto al desarrollo cognitivo Piaget es considerado padre de la teoría genética y punto de referencia obligado para la gran mayoría de estudios evolutivos. El eje central de su teoría es el desarrollo de la inteligencia. Presenta una teoría del desarrollo en la que muestra que, desde el nacimiento, las competencias intelectuales sufren un desarrollo continuo hasta que alcanzan las formas adultas. Distingue varias etapas evolutivas en el desarrollo humano:
• Etapa sensorio motriz (0-2 años)
• Etapa pre operacional (2-6 años)
• Etapa de las operaciones concretas (6-12 años)
• Etapa de las operaciones formales (12-16 años)
Y siguiendo a Piaget, en la etapa de educación infantil, se distinguen dos periodos:
A) Periodo sensorio motriz (0-2 años).
Se distinguen diferentes etapas:
1. Ejercicio de los mecanismos reflejos (0-1 mes).
2. Reacciones circulares primarias (1-4 meses).
3. Reacciones circulares secundarias (4-8 meses).
4. Intencionalidad (8-12 meses).
5. Reacciones circulares terciarias (12-18 meses).
6. Representación mental (18-24 meses).
Al final del periodo sensorio motor surge en el niño la aparición de la función simbólica, que marcará el inicio de la siguiente etapa.
B) Periodo pre operacional (2-6 años).
Con la aparición de la función simbólica, los esquemas de acción propios de la inteligencia sensorio-motriz se convierten en esquemas de acción representativos, es decir interiorizados, lo cual nos hace pensar en la importancia del lenguaje en la verbalización e interiorización de los principales conceptos. En esta etapa se distinguen dos estadios:
• Pre conceptual o simbólico (2-4 años). Donde la actividad intelectual va a estar determinada por distintas formas de conducta como:
Imitación: Bandura acentúa el papel de la imitación en cualquier aprendizaje, lo cual implica la presencia del modelo a imitar aunque ya en este momento se da la imitación diferida, por lo que el modelo no hace falta que esté presente. Juego simbólico, es aquel en el que el niño organiza el mundo a su medida para asumirlo y controlarlo. Piaget distingue varios tipos de juego simbólico en esta etapa: de imitación, de escenificación primaria y escenificación secundaria.
Dibujo: es un instrumento de disfrute en el que se esfuerza por representar la realidad. En la etapa de educación infantil el niño pasa por varias etapas en el dibujo: etapa del garabateo (desordenado, controlado y con nombre), etapa pre esquemática, etapa esquemática, etapa de integración social. Preconceptos: son esquemas representativos concretos y se basan principalmente en imágenes que evocan los ejemplares característicos de una colección de objetos determinado.
• Intuitivo (4-6 años): Se caracteriza porque el niño interioriza como verdadero aquello que sus sentidos perciben. Esto se debe a las características propias del pensamiento pre operacional:
1. Yuxtaposición, o incapacidad de dar una explicación coherente a una situación.
2. Sincretismo, que relaciona unas cosas con otras sin un análisis previo y por consecuencia llegando a conclusiones no lógicas.
3. Centración, el niño/a se mantiene en una sola dimensión o aspecto de algo, sin tener en cuenta los demás.
4. Razonamiento transductivo, que va de lo particular a lo particular.
5. Irreversibilidad o imposibilidad de ejecutar una acción en el sentido contrario.
6. Egocentrismo o imposibilidad de ponerse en el punto de vista de los demás, cree por tanto que todos piensan como él, que todo debe girar a su alrededor.
7. Artificialismo, pues piensa que todo ha sido creado por el hombre.
8. Animismo, dándole vida a todo objeto.
9. Realismo: supone la indiferenciación entre las experiencias subjetivas y los hechos objetivos con los que se relaciona.
10. Estatismo: no es capaz de considerar los cambios y las transformaciones y de seguir los pasos de un estado a otro.
11. Fenomenismo: es la tendencia a establecer un lazo causal entre fenómenos que son vistos como próximos por los niños, por ejemplo que las ganas de dormir bastan para que llegue la noche.
12. Finalismo: cada cosa tiene una función determinada que justifica su existencia, por ejemplo las nubes se desplazan porque tienen que ir a llover a una región determinada.
5.- CONCEPCIÓN DEL NIÑO/A
Leyendo el libro Bésame mucho, me he planteado una pregunta tan simple como importante; ¿Cuál es la concepción que yo tengo acerca del niño? ¿lo visualizo como alguien a quien enfrentarme o como un aliado? ¿veo al niño como algo bueno por naturaleza o algo malo? Pues sinceramente me cuesta responder, son tantas cosas las que influyen y que están alrededor de él. La verdad y como dice el autor del libro, de todo habrá como en botica pero lo importante, lo que yo me planteo es mi opinión al respecto. Son “ángeles” o “demonios”, criaturas inocentes que nos necesitan o tiranos que saben mucho y nos manipulan, lloran porque sufren o porque nos toman el pelo.
• Estas dos visiones antagónicas de la infancia impregnan nuestra cultura desde hace siglos. En la práctica muchos profesionales no somos conscientes de que existen estas dos tendencias, y que en función de una o de otra la orientación en la educación de nuestros niños será completamente diferente. Si nos paramos a pensar podemos ver que ambas son completamente opuestas y pensaríamos que como siempre la virtud está en el término medio. Desde el punto de vista educativo a veces estas medias tintas no sirven y es necesario tomar claro partido por una u otra opción. Lo importante es tener claro que todos padres, educadores y niños estamos en el mismo barco y que debemos remar en la misma dirección.
• Es difícil EDUCAR, que no enseñar y entraña una responsabilidad enorme. De hecho creo sinceramente que si fuéramos realmente conscientes de lo que supone tener en nuestras manos la vida de una persona nos lo pensaríamos muy mucho a la hora de ser padres.
Y sin embargo mirando a mi alrededor también es cierto que a pesar de las dificultades de nuestros padres, abuelos, de la falta de conocimientos de generaciones anteriores, a pesar de los tabúes con los que generación tras generación se han criado…en muchos casos no lo han hecho tan mal. Estos padres han sido capaces de educar a sus hijos haciendo de ellos personas solidarias, seguras, confiadas, alegres, responsables, empáticas…en definitiva ciudadanos de bien.
• Y cuál es el secreto? Estoy segura que si somos capaces de mirar a nuestros alumnos/as, a nuestros hijos/as y entender que en estos primeros años de sus vidas somos un bastón en su caminar, si somos capaces de respetarlos y verlos como personas además de cómo niños/as, si somos capaces de escuchar sus emociones y ayudarles a ponerles nombre y si les ayudamos a que experimenten a que vivan sabiendo que ahí estaremos por si nos necesitan pero que son capaces de ir poco a poco haciéndolo ellos solos, seguro que ayudaremos a nuestros pequeños a en un futuro ser ciudadanos de bien, al menos con ellos mismos, es fundamental tener presente el aspecto emocional que es el sustento del ser humano y más en esta etapa en la que el carácter y la personalidad del niño se está formando. Lo que vivas hoy serás mañana eso sin dudarlo.
6.- LA GESTALT Y LA EDUCACIÓN
“Casi toda educación tiene un móvil político: se propone fortalecer a algún grupo, nacional, religioso
o social en la competencia con otros grupos. Es este móvil el que principalmente determina que materias se enseñan, que conocimiento se ofrece y que conocimiento se oculta, y que determina además que hábitos mentales se espera que los pupilos cultiven. Prácticamente nada se hace en función del desarrollo interior de la mente y del espíritu; en efecto, quienes han recibido más educación han sufrido a menudo una atrofia mental y espiritual.” Bertrand Russel, en Grace Llewelyn, Op.cit.
Encuadrada dentro de la Psicología Humanista, se caracteriza por el hecho de estar centrada en la existencia real de cada individuo, en su vivencia individual y pone la mirada en desarrollar el potencial de cada individuo, no como una persona patologizada sino como alguien con recursos saludables para su propio auto-desarrollo. La Terapia Gestalt desarrolla una perspectiva unificadora, promoviendo la integración de las principales dimensiones del ser humano – corporal, emocional, intelectual, social y espiritual – permitiendo una vivencia global y unificada de la persona.
Y favoreciendo el contacto auténtico con uno mismo y con los otros, la propia responsabilidad de los procesos en curso y la fe en la sabiduría intrínseca del organismo (la persona total que somos) para auto-regularse de forma adecuada. A partir de esta corriente la terapia ya no aparece forzosamente ligada a la enfermedad, se convierte en una herramienta de desarrollo personal. Para ello pone el acento sobre la toma de conciencia de:
– la experiencia presente, en el “aquí y ahora” (que incluye los restos del pasado y las fantasías de futuro)
– y en el cómo vivimos esta experiencia, focalizando más en los procesos que en los contenidos, en lo que está sucediendo, en lo que se está pensado y sintiendo en el momento, por encima de lo que fue, pudo haber sido, podría ser o debería de estar sucediendo.
Claudio Naranjo (1989), en La Vieja y Novísima Gestalt, nos presenta los principios básicos de la Gestalt. Estos conceptos básicos los podríamos resumir en tres:
1.-Valoración de la actualidad temporal. (el presente vs. el pasado o el futuro), espacial (lo presente vs. lo ausente) y sustancial (el acto vs. el símbolo). Es decir, se valora el aquí y ahora, la actualidad, el presente, lo que a la persona le está ocurriendo en este momento de su vida. Nada ocurre sino ahora, el pasado ya no existe y el futuro aún no es.
La situación terapéutica sólo es posible en esta actualidad temporal (AHORA) y espacial (AQUI), por lo que al hablar de acontecimientos del pasado o expectativas hacia el futuro, estos recuerdos o expectativas se traen al presente de la sesión para darnos cuenta de cómo están repercutiendo en el momento actual.
2.-Valoración de la atención y aceptación de la experiencia. Con atención y aceptación de la experiencia nos referimos al awareness o darse cuenta, a la capacidad que tiene cada individuo para percatarse de lo que está sucediendo dentro de sí mismo y en el mundo que lo rodea. Darse cuenta es entrar en contacto con el aquí y ahora, con lo que uno es, siente y percibe. Es un concepto semejante al de insight, aunque más amplio; una especie de cadena organizada de insights.
3.-Valoración de la responsabilidad. Es decir, se fomenta la autorresponsabilidad, somos responsables de nosotros mismos lo queramos o no. No es un deber, es un hecho. La gestalt invita a tomar conciencia de esta realidad con una permanente invitación a responsabilizarnos de lo que nos está sucediendo en cada momento (lo que estoy haciendo, sintiendo, evitando o negando, deseando, inhibiendo, etc.) sin pretender cambiarlo, detenerlo o evitar algo que hay en mí y que no me gusta. Como consecuencia, es más probable que nos veamos más como un ser activo, que “hace cosas”, en lugar de creer que somos un sujeto pasivo, al que “le suceden cosas”.
La Psicología Gestalt es una corriente psicológica que ayuda al individuo, a ser consciente de su realidad en el momento mismo en el que ocurre. A darse cuenta, a centrarse más en la acción que en el pensamiento o la fantasía y a hacerse responsable de sus acciones. Todo esto que se explica de una manera “tan sencilla” aparentemente, en realidad, es un proceso largo, duro y doloroso (“hay que pasar por el infierno para llegar al cielo”) al que generalmente se acercan las personas en la vida adulta. Visto así no está nada mal. En un momento determinado de tu existencia sientes que necesitas ayuda para reorganizarte, para poner orden o desorden quien sabe, para verte, para ver a los demás…en fin para salir del callejón sin salida en el que de repente te has visto envuelto. Y ahí está la Terapia Gestalt para echarte una mano.
Pues bien ¿qué tal si en vez de esperar a este momento, somos capaces de mostrar y ofrecer las herramientas que la Gestalt nos brinda a las personas desde sus primeros años de vida? ¿qué tal si somos capaces de ver, nosotros los educadores, a personas y no a niños/as con el mismo respeto con el que vemos a los adultos que nos rodean? ¿qué tal si nos servimos de las técnicas gestálticas para comprender y ayudar en el desarrollo emocional del niño/as? En definitiva, ¿qué tal si priorizamos el aspecto emoción-relacional del niño/a frente al cognitivo?
Indudablemente todo esto cobra mayor importancia cuánto más pequeños sean los alumnos/as con los que trabajamos. El niño/a en sus primeras etapas de vida necesita de su madre/padre para establecer sus figuras de apego y así sentirse seguro, confiado para descubrir el mundo y desarrollarse emocionalmente de una manera equilibrada.
Cuando el niño/a acude al colegio su figura referente es su tutor/a. Es la persona en quien deposita su confianza, con quien establece lazos afectivos, con la que se siente seguro, en definitiva, es la prolongación de sus padres.
Vivir implica sentir, la vida es emoción, la vida es experiencia, relación, sentimiento… El niño/a desde que cobra vida es capaz de sentir y conforme va creciendo va haciéndose más consciente de sus emociones, de lo que le pasa en su mundo interior… o no? A lo mejor si nosotros los adultos no le ayudamos no sea capaz de darse cuenta y pase por la vida de puntillas, sin ser consciente de lo que pasa por su interior. Y entonces, a lo mejor, no viva consciente y plenamente.
Por eso es fundamental que en estos primeros años de su vida los adultos ya conscientes de lo que supone vivir seamos capaces de facilitar esa consciencia, de proporcionar herramientas, de hacerles verse para poder después ver a los demás, y de servirles de apoyo en su desarrollo emocional, afectivo y social tan fundamental en su infancia. Todo esto cobra mayor importancia en el terreno educativo.
Los profesores deberíamos priorizar en esta etapa educativa este desarrollo frente al cognitivo porque estamos EDUCANDO y no enseñando y porque trabajamos con PERSONAS y en nuestro día a día nuestro quehacer influye para bien o para mal en el futuro carácter y experiencias que estos niños/as tendrán.
A través de la Psicología Gestalt podemos ayudar a nuestros alumnos/as a conseguir esto, aunque bien es verdad que en el día a día en el aula se nos escapan infinidad de detalles al estar sumidos en la vorágine del devenir curricular. Cuesta ver a los alumnos desde el plano emocional, por eso, es fundamental estar atento a cada pequeño detalle:
En la ASAMBLEA cada día dedicando unos minutos solo a observar físicamente como están los niños/as ya nos ofrece mucha información. No digamos ya en el primer contacto contigo al abrir la puerta del colegio o en el primer contacto con sus compañeros/as. En ese preciso instante ya sabes, si te paras a observar, como viene cada uno/a. Por eso dedicar unos minutos en la asamblea para preguntarles como están, si tienen algo que compartir con los compañeros/as, conmigo.
Al principio solo son experiencias de vida un poco banales; “he ido con mi padre al parque”, “mi madre no me ha dejado comer galletas hoy en la mañana”…pero detrás de todas ellas hay mucha información acerca de con quién los niños/as pasan su tiempo, como lo viven, como les gustaría vivirlo…y sobre todo aprenden a mirarse por dentro, a pararse, a sentir, a expresar sus emociones y a conocerse un poco mejor.
De esta manera cuando realmente aparece un acontecimiento, vamos a llamarlo importante o más significativo, por ejemplo la separación de sus padres, son capaces de con toda naturalidad contarlo y expresar como se sienten. Son capaces de vomitar la emoción sea cual sea, se atreven a vivirla sin miedos, porque saben que se encuentran en un ambiente seguro, de confianza donde sus compañeros, ahora ya amigos, les escuchan, y les ofrecen lo más puro que tienen, su corazón.
Y esta es otra, que los demás aprendemos a escuchar, a empatizar, a reconocer emociones en el otro, a respetarlas y a vivirlas con una gran naturalidad. También en la asamblea cada día nos paramos a pensar como hemos venido hoy al cole; contentos, tristes, asustados o enfadados. Damos rienda suelta a la emoción. A veces le ponemos un porqué, otras veces simplemente la vivimos, porque de eso se trata, de vivirlas todas, sin excepción y sobre todo sin miedo y con plena libertad.
En la asamblea salen nuestros SUEÑOS, lo más profundo de nosotros mismos, nuestros deseos, nuestras inquietudes, nuestros miedos, preocupaciones… Es verdad que un niño/a tan pequeño tiene dificultad a la hora de expresar y relatar su sueño. En él se mezclan realidades y fantasías, vivencias reales y deseos…pero en la información que nos traen, si somos capaces de leerla bien veremos que en ella siempre nos muestran una parte más de sus emociones. Dibujamos el sueño porque a veces eso nos ayuda a verlo con más claridad, y le ponemos título, y lo explicamos a los compañeros/as, y lo pintamos y a veces escribimos cosas en él, y lo ponemos en nuestro rincón de sueños, porque hemos creado un lugar en el aula donde exhibir nuestros sueños, donde exponer y mostrar a todos lo que somos en realidad.
A veces cuando los sueños se repiten mucho necesitamos crear un espacio en el aula que nos sirva de RINCÓN SEGURO. Donde pueda sentirme a gusto, segura, confiada. Un espacio que me guste que me permita estar en soledad cuando así lo deseo y que me permita también compartirlo cuando más lo necesite.
Y a través del DIBUJO no solo describimos nuestros sueños sino muchas cosas más. Dibujamos a nuestra familia y vemos como estamos situados en ella, dibujamos como hemos pasado el fin de semana y a veces como nos hubiera gustado hacerlo. Dibujamos cosas sobre lo que estamos trabajando en clase y a veces le ponemos un sinfín de detalles que dicen como soy. O a veces no ponemos nada y también estamos diciendo como soy.
A través del dibujo, utilizo trazos, líneas de apoyo, garabatos, colores… sobre los que muestro como estoy, como me siento y que me ayuda a descargar mi emoción, porque cuando la saco fuera descanso porque me dejo ver, porque soy yo de verdad, porque aprendo a aceptarme como soy, porque descanso viendo que los demás me aceptan tal y como soy.
A veces las experiencias que nos tocan vivir con los niños/as son realmente duras para ellos. Por ejemplo una separación de los padres les supone en estas edades un momento muy importante a nivel emocional. Es difícil que sean capaces de expresar con total claridad lo que sienten porque ni ellos mismos lo saben. Esto supone en muchos casos conductas inadecuadas con sus compañeros/as en el día a día del aula.
Poner la figura materna, paterna, del hermano… en uno de sus compañeros y poder expresar lo que en ese momento siente o le gustaría decirle a esa figura, descansa al niño y le permite vaciar esa emoción, ser consciente de lo que le pasa, ponerle palabras, en definitiva poner orden en el caos. A modo de REPRESENTACIÓN los niños/as aprenden poco a poco a respetarse y a tomar conciencia del aquí y ahora.
Pero también en el quehacer cotidiano surgen infinidad de conflictos entre ellos mismos que a veces no son capaces de gestionar o al menos eso es lo que creen. La ESCUHA DEL ADULTO a lo que nos cuenta cada niño nos permite ver cómo viven ellos los conflictos y como se sitúan en ellos. Si son capaces de defenderse, si siempre piden ayuda al adulto, si se muestran seguros ante un conflicto o si por el contrario dejan patente su inseguridad.
De esta manera por un lado conocemos como son estos niños/as, sus puntos débiles y los más fuertes y por otro tenemos la oportunidad de brindarles estrategias que les permitan adquirir poco a poco confianza, seguridad en sí mismos. Que sean capaces de ir poco a poco resolviendo solos los conflictos, las dificultades que la vida les va planteando. Dejarles ir sabiendo que estamos a su lado.
Otro aspecto fundamental que debemos tener en cuenta cuando trabajamos con personas, y más si son niños, es el tema de las “ETIQUETAS” que a menudo somos muy dados a poner. Enseguida “bautizamos” a un niño de “movido”, “despistado”, “hiperactivo”. En la mayoría de los casos esto puede no ir más allá de la mera designación de esa característica al niño/a, pero puede ocasionar a veces cargar al alumno/a con una mochila que no es la suya.
Por eso es muy importante tener en cuenta el tipo de mensajes, que enviamos a nuestros niños/as teniendo en cuenta que somos figuras de referencia para ellos/as, figuras de apego a imitar, a admirar y los introyectos que emitamos pueden ser fatales para su vida futura.
Por esto hay que dotar a los niños/as de VITAMINAS EMOCIONALES. A menudo escuchan de nosotros muchos más mensajes negativos para su autoestima que positivos. Así que pararse a pensar y ser capaces de decir al otro cosas positivas nos ayuda a descubrir la parte bonita de la otra persona, a pensar en el otro desde adentro, a identificar lo que a mí me gusta, a poner límite de lo no y así ser capaz de elegir en consecuencia y también de escuchar de los demás lo bueno que hay en mí. A veces se sorprenden de que eso exista en ello/as y esto es realmente duro verlo en una persona con tan poca vida. Deberíamos recapacitar acerca de lo que transmitimos oralmente a nuestros pequeños/as.
Otra manera de trabajar emociones con niños/as tan pequeños es a través del CUERPO. Podemos hacer que los niños/as representen figuras, esculturas con su cuerpo y que expresen que son, que les pongan nombre y así entender mejor como son ellos y que ellos se vean y vean a los demás. La relajación también es fundamental para que sean capaces de tomar conciencia de su cuerpo, de cómo están físicamente, de donde se queda la emoción cuando no sale de su cuerpo y de su mente. Y aprenderán también a cuidarse, a quererse y así tendrán un mejor concepto de sí mismos, y una mejor autoestima que les permitirá ser más felices consigo mismos y con los demás.
Los CUENTOS a través de los cuales los niños expresan y superan sus miedos, dejan su fantasía volar, se dejan llevar por lo que les gustaría ser o hacer. Ayuda mucho dejarles que ellos mismos los creen, cambien los finales, los mezclen, en definitiva dejar que su creatividad tenga espacio para poder desarrollarse porque a través de ella el niño/a crece, se hace más grande, más sensible al mundo, se expande, se muestra en su totalidad, sin miedos, sin límites, sin tabúes, sin rigidez. Y en la representación de estos cuentos, las MARIONETAS en las que ponen voz a sus deseos, sus inquietudes, sus miedos, su rabia…donde pueden expresarse también con total libertad. Son sus aliadas, su otro yo.
En las relaciones con sus compañeros/as también puede verse claramente como se relaciona cada uno/a. A través de un SOCIOGRAMA hemos podido observar como a veces la visión que el adulto tiene sobre el funcionamiento y las relaciones intrínsecas de la clase no se corresponde con la visión de los niños. Vemos como desde pequeños elegimos con quien jugar, con quien estar, o simplemente nos dejamos elegir, o a veces ni lo uno ni lo otro y como esto influye en cada uno de ellos.
Si lo aceptan o no y que mecanismos de defensa salen a luz para afrontar esto. Como nos protegemos para no sufrir ya desde la infancia como a veces huimos, o como nos desensibilizamos para no sentirnos mal. Como proyectamos en el otro o como esa emoción nos la quedamos para nosotros siendo verdaderamente dañina para nosotros mismos.
En fin, que son muchas las maneras a través de las que podemos trabajar la Gestalt en nuestra aula. La tarea es difícil, si, muy complicada y depende mucho de cómo también estemos nosotros en el día a día. Nuestro equilibrio emocional y físico es el equilibrio de nuestros alumnos/as.
De la misma manera que nosotros les vemos, ellos nos sienten a nosotros y empatizan y a veces una mirada basta entre yo y ellos o ellos y yo para encontrarnos y compartirnos y en ese segundo, solo en ese segundo te das cuenta de que merece la pena, de la importancia de trabajar la emoción en la escuela porque solo a través de ella se consigue un verdadero encuentro entre dos personas que comparten sus vidas, se respetan y se quieren.
7.- CONCLUSIÓN.
Supone un verdadero reto ser capaz de detener tu vida y pararse. Pensar, verse, ver lo que tienes alrededor. Yo lo hice, quizás porque no me quedaba más remedio y porque ya estaba al borde del abismo, pero eso mismo bastó y hoy cuatro años después veo el largo camino recorrido y ahora puedo decir que ha merecido la pena. Ha sido un andar complicado pero sobre todo duro.
Me ha costado sangre, sudor y lágrimas pero lo volvería a hacer, pasaría por todos y cada uno de los momentos que he vivido para poder llegar hasta donde estoy ahora. Sé que todavía me queda mucho por hacer, pero sé también que he hecho mucho. De eso trata “de equivocarse, de perder el miedo y no querer salvarse… de mil veces errar y luego perdonarse, y descubrirse… poner la cara, creerse muerto para nacer de nuevo en cada madrugada.”
8.- BIBLIOGRAFÍA.
-Apuntes Gestalt 2º y 3º curso
-Apuntes Diplomatura en Educación Infantil
-Carlos González. Bésame mucho. Como criar a tus hijos con amor. Temas de hoy: vivir mejor.
-Claudio Naranjo. Cambiar la educación para cambiar el mundo. 2002. Vitoria: Ediciones La llave
-Francisco Peñarrubia. Terapia gestalt. La vía del vacío fértil”. Alianza editorial. Madrid.
-www.umayquipae.com
-www.institutoananda.com