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El gran río de la conciencia. Dhiravamsa

SOBRE LA CONCIENCIA, EL EGO Y EL FUEGO INTERIOR.
EL GRAN RIO DE LA CONSCIENCIA.
Dhiravamsa.

La Luz De La Consciencia.
¿Nuestro hogar está en llamas?
Si no lo sabemos es muy mal asunto. Primero hay que reconocer que nuestra casa está en llamas; si no lo reconocemos, estamos viviendo en la oscuridad. Quizás no está completamente oscuro, pero está oscuro. ¿Qué podemos hacer? Hay que ir en busca de la luz. Creo que eso es lo que estamos haciendo, intentando encontrar la luz poquito a poco. Es importante mantener esta luz. ¿Tenéis mas luz? Aunque vengan tormentas y ventoleras muy fuertes que van a tratar de llevársela, nosotros intentaremos mantenerla. Esa es nuestra tarea.
¿Cómo podemos mantener esa luz encendida? Hay mucho viento y muchas llamas ¡Buf! La repuesta es: Estar atentos. Una vez os hable sobre uno de los sueños de Jung. En este sueño Jung estaba en medio de una gran oscuridad, vio una luz muy tenue ardiendo y se fue hacia ella. No importaba que el viento soplara cada vez más fuerte, ni que la tormenta atronase; él vigilaba que la luz no se apagase… y, lo consiguió. La lucecita no se apagó. No es una luz muy grande, pero es luz; es muy buen ejemplo. Hacía una sola cosa.
Deberíamos hacer esto en nuestras vidas. Así, poquito a poquito vamos a tener más luz. Es muy importante mantener esa luz; aunque vengan tormentas y ventoleras muy fuertes. Hay que mantener esa luz de la consciencia brillando, con atención, y hacer que sea más y más resplandeciente. Si la perdemos, lo perdemos todo y nos quedamos totalmente a oscuras y con más miedo. Y ya sabéis lo que ocurre en la oscuridad: todas las fuerzas destructivas van a intentar hacernos daño. Cuando no tenemos luz no nos podemos proteger. Si estamos despiertos y tenemos la luz encendida, los ladrones no podrán irrumpir en casa; pero cuando nos durmamos y apaguemos las luces puede que entren.
Vemos que la luz es muy importante. Recuerdo que Buda dijo. “El mundo está en la oscuridad, ¿Por qué no buscar la luz? Si tenéis mas luz ayudareis a que el mundo sea más luminoso; y allí donde vayáis brillará la luz de la consciencia. Recordadlo. Tenéis más luz en el sentido de que sois más conscientes, de que estáis más atentos, más despiertos. Esa es la dirección del trabajo que realizamos aquí: darnos más luz a nosotros mismos e irradiarla hacia el mundo…
Nuestra acción debe empezar en lo local, es decir, en un ámbito limitado. No podemos realizar una acción global, es imposible. Pero podemos pensar de una forma global, porque el pensamiento no tiene límites. La acción si es limitada pero esta acción limitada puede ser escuchada a través de muchos canales. El canal de la gente es un modo: tus amigos, las personas que están a tu lado. Tenemos muy buenos medios de comunicación como televisión, radio, vídeos, internet… Podemos comunicarnos con el mundo entero. Nuestra acción limitada también puede expandirse así…
Vamos a hablar ahora de expandir la acción. Hay que pensar globalmente, ampliamente. Me ha dado cuenta de una cosa sobre nuestro estado del Ser: cuando nos hallamos en un estado mental muy normal y muy natural, tanto en la meditación como en la vida cotidiana-, creo que es un momento iluminado. Hay gente que piensa en la iluminación como un momento muy grandioso, como en una explosión de algo. Puede que haya algo así como una explosión de energía, pero el verdadero momento de la iluminación es el momento en que tu eres realmente natural y normal.
Os voy a contar lo que es para mí un estado normal. Voy a Hablar de experiencia no de teorías, ni de libros, ni de nada parecido. En ese momento no hay deseo, no hay emoción, no hay idea o pensamiento, no hay nada que te pueda distraer ni molestar. Es un momento muy vivo; tan solo Ser, estar ahí, estando ahí o estando aquí, en cualquier lugar en donde estás (estar en el momento no significa estar perdido por ahí). Es un estado muy hermoso. La vibración es muy armónica, muy equilibrada. Es un estado de claridad que se hace muy obvia, y no hay nada especial. Es simplemente ser natural, estar natural. Significa que tienes libertad, que en ese momento eres realmente libre. En esta estado uno no se pregunta donde están los deseos, las pasiones, todo ese fuego. En este momento no hay nada. Si te lo preguntas, empezarás a especular, y entonces los pensamientos traerán de vuelta todas estas cosas. Pero si estos deseos y pasiones vuelven y estas plenamente presente y consciente, entonces, aun así, estarás libre. De no hacerlo así, puede que no estás libre, es decir, puede que estas cosas te influyan.
El Ego.
No podemos destruir el deseo ni las ideas o el pensamiento, pero tampoco tenemos que identificarnos con todo ello. Si nos identificamos ya no tenemos elección con respecto a ellos. Podemos ver que es muy simple y completamente lógico. La verdadera elección solo viene cuando estás totalmente presente y atento; de otro modo, nunca podrás hacer una verdadera elección. ¿Quién es el yo? El “yo” es la identificación con el controlador, con el protector, con el juez o con cualquier otro personaje. Esto es el “yo” en un sentido normal y corriente. Durante el día hay muchos “yoes”. Haz una lista de todos los “yoes” que tienes; el yo hambriento, el yo, secretaria, el yo profesor, el yo meditador…Y entonces pregúntate: ¿Cuántos yoes hay en mi cabeza? ¿Quiénes son todos estos yoes? Dicho así es chistoso ¿no? La forma más breve de responder es: Míralos y observa donde se localizan estos “yoes”, cómo se manifiestan. Esto es muy interesante, porque no es una especulación sino que es observar lo auténtico, lo que está aconteciendo.
Una definición psicológica tradicional de ego es: “el ego es un sentido del “yo” que me hace experimentarme a mí mismo como soy”. Es una definición normal del: yo soy el ego, el ego soy yo. Todo el mundo tiene este sentido, el sentido de quien es. Te experimentas a ti mismo como quien eres. Básicamente te identificas con tu nombre, con tu cuerpo. Te miras, la cara en el espejo por la mañana y dices: “Ese soy yo”. Pero ¿Eres realmente tú o eres otra cosa? ¿Realmente ves la cara auténtica o ves algo más? ¿Tal vez es la imagen de esta cara, ese rostro que tu quieres ver? ¿Quizás los espejos diferentes te dicen cosas diferentes sobre tu cara? Tendrás dudas: ¿Cuál es la autentica, la verdadera? Quizás te quedes con la imagen que te haga sentir mejor sobre ti mismo y te digas: “este espejo es bueno porque refleja una buena imagen de mí. ¿Piensas así? ¿Tiene este tipo de reacciones? Procura acceder a distintos espejos que reflejen diferentes imágenes de ti y observa tu tendencia al escoger; si escoges la buena o la mala. ¿Cuál crees que eres tú? Es muy simple, pero también es una manera de verte a ti mismo.
¿Cómo queremos aparecer ante el mundo? En realidad, queremos impresionar más al mundo que a nosotros mismos. La verdad es que no buscamos o no miramos quienes somos realmente, porque esto requiere demasiada atención. Así pues, decimos ¡Qué aburrido es esto! Sin embargo, lo único que tenemos que buscar es “quién soy yo”. A esto no se puede responder verbalmente, tiene que ser visto individualmente.
Decía el otro día que la ilusión no existe en las cosas, ni en las situaciones, sino en nuestra propia percepción, que está ligada a nuestra consciencia. Depende de cómo percibamos las cosas, podemos crear ilusión o realidad. Esta mañana estaba mirando los árboles y vi que los árboles son árboles ¿sabéis?, son tan independientes. Si tenemos una buena percepción de ellos, son simplemente lo que son, y entonces no hay ilusión porque ¿cómo puede ser un árbol una ilusión? Un árbol es un árbol Seguro que es nuestra percepción del árbol lo que crea la ilusión. Esto quiere decir que no vemos los árboles como árboles sino que tenemos un concepto. Observad y ved por vosotros mismos. ¡Esta mañana me quedó tan claro!, abrí los ojos y… ¡oh! Me pareció como si hubiera visto un árbol por primera vez. Vernos a nosotros mismos es algo más complicado que ver la naturaleza. Usad vuestra atención penetrante; penetrad en cada imagen, en cada concepto sobre uno mismo y, entonces, este acto despejará las nubes y solo habrá cielo azul. Y podréis ver quienes sois.
El Fuego Interior.
¿Qué significa que la casa está en llamas?
Físicamente hacemos cosas: esta actividad, la otra, Chi-Kung, meditación, comer, hablar. Hacemos todo tipo de actividades que van ardiendo y ardiendo; y por la noche estamos agotados y dormidos. Este fuego no es muy malo, pero el fuego que no veis es el más peligroso: son los fuegos invisibles que subyacen tras todas las actividades.
A veces, en la sesión de meditación te sientes triste, deprimido, resentido, lo que sea, y lo que quieres es la paz, quieres una meditación profunda. Y dices: “Nunca llego a lo más hondo”. ¿Cómo puedo lograrlo? Estás meditando con este fuego y no sabes que está quemando. Bueno, todo queremos algo en esta vida: esto es fuego. El dolor, el cuerpo, la agonía de la mente, también son fuego. Si por ejemplo, tienes demasiada fe o mucha compasión o demasiado amor, esto te pondrá en acción.
Son parte del fuego, pero no arden de un modo tan doloroso como el otro; solamente te mueven. Realmente debemos tener cuidado con los fuegos que nos queman ¿Por qué nos deprimimos?, ¿Por qué nos enfadamos?, ¿Porqué somos infelices? ¿Qué ocurre? ¿Por qué nos ponemos ansiosos?¿Es un hábito? Observad estas cosas en el momento que las sintáis. ¿Por qué sufrir? ¿Es necesario?
Sea necesario o innecesario, la cuestión es que sufrimos. Deberíamos preguntarnos en el momento en que estamos sufriendo: ¿Y por qué sufro?, ya que ése es el modo de despertarse. Si no lo hacemos así, vamos sufriendo y sufriendo. Podemos cortar el proceso por un instante y observarlo, ver que es lo que causa el sufrimiento o el modo en que nos hacemos sufrir a nosotros mismos.
Voy a poner un ejemplo. Cuando la gente es mala conmigo, puedes decir: “esa persona me ha hecho sufrir”. Pero ten en cuenta que la elección de vivirlo así o de otra manera es tuya. No tienes porqué sufrir. Si alguien se vuelve muy malvado contigo, el problema es de esa persona. Así no sufres. Tienes elección, no tienes porqué sufrir. Haciéndole así, dispones del espacio para observar qué le ocurre a esta persona, qué le influye, o qué dirige sus acciones. Así practicas Vipassana y te conviertes en una hoja de loto (las hojas de loto permiten que el agua se deslice por ellas sin empaparlas, y se quedan limpias y secas. Ni siquiera se humedecen con el agua; el agua se desliza por encima y por debajo).
A veces nos divertimos con ciertos comportamientos de las personas; quizás nos hagan reír. Cuando estamos realmente en estado meditativo, lo podemos hacer porque no reaccionamos. Un estado meditativo es un estado normal de estar muy centrados y muy equilibrados. Ése es nuestro estado natural. Por eso si nos hallamos en estado reactivo, entonces no podemos entrar en ese estado natural.
Es normal que los seres humanos reaccionemos, pero disponemos de medios para manejarnos con nuestra reacción. Hay que situar la atención en dicha reacción, atraparla como se pesca un pez. Si lo logramos la reacción no tendrá mucho poder. Este estado quema un poquito porque es un estado de fuego que aparece con ciertas ideas, con ciertas cosas que le acompañan. Por ejemplo, cuando reaccionas enfadándote con alguien es porque esa persona no encaja con tu estado o te parece que no se comporta bien, que no es lo bastante civilizada. Por eso te enfadas.
Recordad que tenemos medios para manejarnos con nuestras reacciones. Los usemos o no, depende de cada uno. El fuego no nos va a quemar si no le permitimos que nos queme, pero si se lo permitimos, entonces nos identificamos con ello.
Os estoy explicando todo el rato que la práctica, en todo momento y en la vida, es desidentificación. El beneficio inmediato es que vais a tener espacio, mucho espacio, en vuestro interior. Al principio, puede que el espacio sea pequeño, pero, si lo ampliáis, se irá haciendo más y más grande. En este espacio podréis elegir; si no tenéis espacio no podréis elegir. Cuando practicamos o realizamos la desidentificación, reforzamos nuestro estar atento, nuestro percatarnos. Hagámoslo continuamente. Hoy firmamos el contrato. ¿Si no lo hacemos? ¿Quién lo va a hacer por mostros? La vida no es lo bastante larga. Hacedlo ya y disfrutadlo en todo momento. Disfrutar de estar en el espacio. Disfrutad con el otro también, incluso aunque parezca malo lo que haya de malo también puede ser interesante de observar.

Sobre la conciencia, el ego y el fuego interior.
El gran rio de la consciencia.
Dhiravamsa
La Liebre de Marzo.
2.004