escritorlowen3

Extractos de análisis del carácter de Lowen

El infierno es el sufrimiento de aquellos que son incapaces de amar Dostoyevski.

El carácter es la expresión unitaria del funcionamiento de la persona, tanto a nivel psíquico como somático. Es la actitud fundamental con que ésta se enfrenta a la vida.
Describe una realidad objetiva y puede ser observado con más facilidad por otros que por uno mismo. Lo principal del carácter es que representa un modelo de comportamiento o una tendencia habitual, un modo de respuesta fijo, congelado o estructurado, y posee una cualidad característica que lo distingue como el sello de la persona, en este sentido toda estructura de carácter es patológica. Por esto el análisis del carácter no es una interpretación subjetiva de características, es un estudio sistemático, a través de la observación, del comportamiento de una persona. Comprendido el carácter es fácil percibir la naturaleza y el significado
de la resistencia.
La vida se orienta hacia la búsqueda del placer y la huida del dolor. Orientación biológica ya que el placer estimula la vida y el bienestar del organismo, siendo el dolor una amenaza a la integridad del organismo, o la reacción a esa amenaza. Cuando una situación contiene promesa de placer junto a amenaza de dolor experimentamos ansiedad. La perspectiva del placer provoca en el organismo un impulso hacia fuera para llegar a ese placer, pero el peligro del dolor fuerza al organismo a ahogar ese impulso. El dolor es la percepción de un conflicto intenso, sus componentes somáticos son una energía y una barrera que lo detiene.
Esta perspectiva de señales contrarias es la causa de la ansiedad que acompaña a todos los trastornos de la personalidad. Esto se da en la niñez donde los padres son la fuente de alimentación, contacto y estimulación sensorial que necesita el niño, pero los padres no son solamente fuente de placer, pronto quedan asociados en la mente del niño como fuente de dolor, ya que la crianza va asociada a castigos y amenazas.
Esta secuencia (búsqueda del placer-privación-frustración o castigo-ansiedad y después defensa), es un esquema general que explica todos los problemas de la personalidad. Cuanto más pronto surja la ansiedad, mas se extiende y más profundamente estructura las defensas contra ella. Todos desarrollamos defensas contra ese afán por el placer, ya que este fue la causa de ansiedades en el pasado, defensa que limita la vida y es una muerte parcial aunque permite pasar ciertos impulsos en determinadas condiciones y grados.
Estos tipos de defensa son las “estructuras de carácter”, patrones fijos de conducta con los cuales administramos nuestra búsqueda del placer. Se estructuran en al cuerpo en forma de tensiones musculares crónicas y normalmente inconscientes, que limitan los impulsos hacia fuera.
Carácter, actitud psíquica protegida por un sistema de negaciones, racionalizaciones y proyecciones polarizadas hacia un ego ideal que alimentan su valor. Carácter psíquico, estructura corporal y actitud muscular es la base para entender la personalidad. La relación entre el yo y el carácter es complicada. El yo es la percepción subjetiva de uno mismo, siendo el carácter una apreciación objetiva. Al hablar del yo la persona se expresa en función de su yo ideal, liberar al yo de su implicación en el carácter y tornarlo útil a sus aspiraciones legítimas de su yo ideal es uno de los objetivos básicos de la terapia. Siempre que desafiemos al carácter nos vamos a encontrar resistencias, y actitudes negativas, como una manifestación más de su propia estructura.
El problema es que la neurosis conlleva la identificación con el carácter, ya que este es el modo en que la vida instintiva es capaz de funcionar, y la persona no lo pone en tela de juicio mientras le permita una situación social sin demasiados conflictos, por eso, a ninguna persona se le puede llevar al abandono de sus normas de comportamiento sin poder ofrecerle una mejor manera de afrontar la vida. Al lograr separar al yo de la estructura de carácter en que se encuentra incrustado, abrimos el camino para transformar la estructura, para esto es necesario vencer y eliminar las defensas del yo. Defensas que son analizadas, pero que no pueden ser eliminadas mientras que no hayan sido reforzadas las fuerzas positivas del yo.
Analizar el carácter tiene como objetivo primario el hacer que el paciente lo perciba como una formación neurótica que limita e interfiere en las funciones vitales del yo. El análisis de los síntomas y problemas tal como se van presentando conducen a una comprensión superficial que no afecta a la insatisfacción interna. Según Reich el síntoma neurótico se experimenta como un cuerpo extraño y produce una sensación de enfermedad. Nunca es racionalizado de un modo tan completo como el carácter. El síntoma neurótico se experimenta como algo ajeno al yo.
Para trabajar con el carácter es necesario comprender la base teórica de su estructura, conocer la naturaleza del carácter y familiarizarse con sus tipos fundamentales, a través de la observación en terapia.
Freud estableció tres categorías en 1.931: Un tipo erótico, persona dominada por las instancias del ello, un tipo narcisista, centrado en el yo, y un tipo compulsivo, vida regulada por el súper yo que lo controla.
Las diversas estructuras de carácter se clasifican en bioenergética en cinco tipos, que se diferencian psicológicamente por la estructura del yo, es decir, por su actitud hacia la realidad, y desde el punto de vista bioenergético por su función genital. Cada uno con un patrón especial de defensa, tanto psicológico como muscular, que lo distingue de los demás, (no hay dos persona iguales, ni en cuanto a vitalidad intrínseca, ni en cuanto a los tipos defensa derivados de su experiencia vital), los cinco tipos son: esquizoide, oral, psicopático, masoquista y rígido, con varios tipos: histérico en lo femenino y fálico narcisista en lo masculino, compulsivo, obsesivo, pasivo-femenino.
El análisis del carácter (y diagnóstico) no se basa en la pureza del tipo, sino en la pauta del comportamiento dominante, la interpretación la vamos a dirigir al comportamiento principal, las tendencias neuróticas secundarias se ven de acuerdo con su influencia en la configuración de la estructura definitiva. Lowen: La salud mental no se debe al ajuste de tendencias conflictivas, sino a la resolución del conflicto.
Muchas veces no es fácil averiguar el tipo de carácter, hay que determinar el dominante, el oral presenta cierto grado de masoquismo, y este de oralidad, aunque los dos son estructuras pre-genitales La combinación de cualquiera de los dos con rigidez, dificulta mucho saber el dominante.