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La única búsqueda. Claudio Naranjo

Caminos Tradicionales Y Ecos Contemporáneos;
La Única Búsqueda.
Claudio Naranjo

…Los hindúes han hablado durante siglos de cuatro “yogas” o caminos de auto-desarrollo de importancia comparable, cada uno de ellos apropiado a un tipo particular de individuo y representante de un posible camino hacia la meta común de de todos los hombres: “karma yoga”, o el camino de la acción; “bhakti yoga”, el camino del amor; “gnani yoga”, el camino del conocimiento; y “raja yoga” (literalmente el yoga real), que tiene elementos de los otros tres pero que se caracteriza por las técnicas de control de la mente y de meditación. La voluntad, los sentimientos y el proceso cognoscitivo han representado una distinción triple en la Psicología desde los tiempos de Brentano, y los tres, así como la consciencia, han sido considerados como los ideales del desarrollo humano tanto en Occidente como en Oriente.
Incluso mas allá del reconocimiento explícito de un enfoque dado como perteneciente al ámbito de la acción, del sentimiento, del conocimiento o de la conciencia, creo que estas categorías -derivadas de nuestra estructura psicológica- son útiles como esquema de clasificación que pueden aplicarse por encima de fronteras culturales…

Caminos De Acción.

Desde tiempos inmemoriales, al hombre parece que le ha importado la idea de que la acción no sólo se refiere al logro de propósitos externos y prácticos- las consecuencias de la acción-, sino también a la cuestión del auto-cultivo y la auto-realización. Por otra parte, la pregunta del hombre sobre qué hacer para alcanzar la plenitud espiritual ha sido respondida por las tradiciones religiosas y místicas de manera que se considera que todas y cada una de las acciones de una persona contribuyen a la consecución de tal meta.
Haridas Chaudhuri describe al hablar del “karma yoga”, el yoga de la acción, lo que puede aplicarse a todas las disciplinas integrales del espíritu, ya que cada una de estas disciplinas implica la acción como elemento o componente:
El yoga de la acción pone el énfasis en el aspecto volitivo de la naturaleza humana. Considera la voluntad del vivir, el esfuerzo encaminado al crecimiento y a la perfección, como el punto de partida natural de la práctica espiritual. La acción es ciertamente la esencia misma de la vida. Ningún hombre puede dejar nunca de actuar. La cuestión es si está ocupado en alguna acción fructífera o en la acción sin sentido. La ineludible necesidad de acción está reflejada en el dicho popular: “El cerebro de un holgazán es el taller del diablo”.
…Cuando una persona se retira del mundo y se encierra en su habitación solitaria, aún está actuando. Puede que su acción asuma la forma de la imaginación incontrolada o del flotar libre en las nubes de la fantasía. O puede que se encuentre a sí mismo con la mente vacía que zumba con las voces discordantes de los huéspedes inoportunos del inconsciente. Incluso cuando una persona se traslada a las montañas puede que lleve la sociedad entera sobre sus hombros.
Sus deseos insatisfechos y anhelos reprimidos le acompañarán con toda seguridad a todas partes. Se retira de toda acción deliberada sólo para descubrir que su vacío mental se llena de las auto-imágenes inútiles de la libido reprimida.
Por lo tanto el yoga de la acción quiere resolver el problema básico del hombre sobre la base de una acción apropiadamente dirigida. Es articularmente adecuado para aquellas personas de hábitos activos. Trata de regular la vida de acción de la persona de tal forma que se puedan alcanzar la libertad espiritual y la plenitud personal mediante una reestructuración de todo ese asunto que llamamos vida.
Chaudhuri examina luego lo que es la “acción espiritual”, y concluye que ésta significa: “dedicación desinteresada al bienestar humano sobre la base del auto-desarrollo libre…Ser fiel a su propio ser” Este es el primer requisito del servicio social y la única manera de dar lo mejor que se tiene a la sociedad. “La primera de todas las obligaciones del individuo es desarrollar sus posibilidades latentes”.

Acción Correcta.

Una de las maneras en las que la actividad diaria puede ser considerada espiritualmente pertinente se puede resumir en la noción de “acción correcta”. En el Budismo, la acción correcta es la que procede del “dharma” (de la raíz dhr, sostener). En el Taoísmo, la acción correcta o virtud (Tê) es el comportamiento conforme al Tao, el camino. Así, según el taoísmo, cada cosa del universo tiene su tao, el hombre lo tiene también. Cada individuo puede estar o no conforme con su “camino”, que es el camino de su propia naturaleza. En el lenguaje teísta de la tradición judío-cristiana, el Tao, la voluntad del cosmos, expresada como voluntad de Dios.
Quizá sea una tentación de nuestras mentes modernas, que buscan los medios específicos para conseguirlo todo, considerar los ejercicios psicológicos como algo fuera del contexto de vida, y concebirlos quizás como una sección de “autorrealización ” que está aparte de de la “sección de sentido práctico y asuntos cotidianos”. Puede que esté bien tener presente que los grandes sistemas espirituales a lo largo de la historia no concibieron tal frontera…
…Lo que la acción correcta es para un individuo en un momento dado es algo que él tiene que descubrir con todas sus facultades. No obstante, es posible que ciertas generalidades puedan considerarse los canales mas seguros de acción correcta en una cultura dada y dentro de una serie concreta de circunstancias. Esta es la base de la concepción judaica de la Ley de Dios. Mientras que en sus pormenores, la Ley consistía en su mayor parte en “estatutos referentes a los diferentes sectores de la comunidad y a sus diversas instituciones, tanto eclesiásticas como civiles” (estatutos que habían caído en desuso durante siglos). Tales instituciones eran, en aquel tiempo, parte del reino de Dios…
…Comprensiblemente, los principios que en su día fueron considerados medios para el desarrollo interno del hombre se volvieron fines en sí mismos y requerimientos morales basados solamente en la autoridad y la costumbre. Tan es así, que somos propensos a ver solo la conveniencia social en la raíz de los mandamientos de las diferentes culturas y desconfiamos de la idea de obligación considerándola un asunto de órdenes del superego que resultan de la interiorización de normas de los padres o de la sociedad.
Por mucho que haya de verdad en que ésta es la naturaleza psicológica de la obligación en la mayoría de los individuos, una visión parcial de la acción correcta puede, en nuestros días, ocultar el sentido de la vida cotidiana como un “camino”, como ocurrió en los tiempos del Sermón de la Montaña o del Dhammapada. O, como lo expresó Basho: “No sigas las huellas de los antiguos, busca lo que ellos buscaron”.
La acción correcta como camino no es “correcta” en un sentido moral, lo es tan sólo cuando conduce al desarrollo del hombre. Puede hacer esto, guiándole ha hacer lo que “su naturaleza” quiere realmente hacer. Precisamente al discutir la ley judía, tan notable por su calidad de mandato, Schechter comenta “que todo hombre está al servicio de Dios, estando encargada cada parte o miembro de su cuerpo de la ejecución de sus respectivas funciones”. El mandato “busca al Señor y vive” puede ser interpretado, por lo tanto, como “Se tú mismo”.
La tendencia general tanto en la psicoterapia como en los modelos educativos actuales, se aleja de respuestas, modelos e incluso consejos prefabricados. Es ésta una reacción comprensible al sofocante mal uso de las formas fijas que ha sido parte de nuestra cultura durante siglos. En realidad, una visión deteriorada del principio de acción correcta tiende, al tiempo, a operar espontáneamente aparte de las prescripciones deliberadas de conducta. Un cierto tipo de refinamiento de psicológico y sutileza se manifiestan en ciertos gestos. Por ejemplo, los gestos revelan la cualidad de la que proceden, y las personas que anhelan esa cualidad pueden querer incorporar esas formas externas. Finalmente, esas formas se convierten en los estados considerados convencionalmente como elegantes, y carecer de ellos es considerado como vulgar.
Un rey de Inglaterra, emocionado por el Mesías de Hanedel, rompe el formalismo convencional al ponerse en pie durante la interpretación. En los años siguientes, cuando los nobles se ponen en pie al sonar el coro del Aleluya, se despiertan a la música por su propio gesto y la memoria de la acción de su rey. Mas tarde, sin embargo, esto se convierte en un ritual vacío; un deber, divorciado del sentimiento en el que se originó y que el gesto pudo servir para hacer revivir.
En una cultura en la que la gente ha estado efectuando rituales vacíos como éstos durante demasiado tiempo, la primera tarea de la psicoterapia es la de liberar al individuo de esa muerte y de esa carga embotadora, y hacerle así receptivo a lo que Maslow llama “las voces internas”.
Sin embargo, en los casos “más centrados en el cliente” de la psicoterapia de éxito podemos ver al individuo reajustando gradualmente su situación vital, hasta que surge un modelo que el encuentra “correcto”. Entonces se siente feliz, y podemos preguntarnos si su libertad es la fuente de esa recién adquirida libertad para dirigir su propia vida, o si es, por el contrario, la consecuencia de una vida que está en armonía con la ley de su ser, de una vida que su nueva libertad ha hecho posible. Desde ese punto de vista, prácticamente todas las formas de psicoterapia pueden ser consideradas como maneras de liberar al individuo hacia su propia identidad y vocación.
Las terapias son para la llamada interna como un sendero que conduce a uno más grande.
Aparte de esta función de liberar al individuo (a través de la comprensión de sus impedimentos y del apoyo a la autenticidad y el riesgo), las terapias pueden constituir también una búsqueda más o menos consciente de la acción correcta individual. Pero la manera en que se enfoca el asunto es la opuesta a la de la Ley o los Preceptos.

El Camino De La Armonización o Auto-Obediencia.

De igual forma que la dirección del desarrollo personal puede hacerse “a priori” o rehacerse ante cada caso, en la cuestión de la acción encontramos también dos planteamientos opuestos que conducen a la misma meta.
• Uno es el de los preceptos y la disciplina, los ideales y la obligación, las órdenes y la restricción: es un camino de fricción en el que el individuo puede legar a conocer sus imperfecciones y desarrollar su voluntad.
• El otro es un camino de auto-confianza y auto-expresión, sin una restricción de los ideales causada por la acción.
Según esta visión, la libertad misma debería conducir a superar la acción errónea o imperfección, proporcionando, la mayor ocasión para la experiencia y la elección. Siguiendo sus deseos, el individuo aprenderá a reconocer aquellos que tienen su origen en su condicionamiento del pasado y sólo le conducen a callejones sin salida y espejismos. Así se armonizará, respecto a su estructura, función y estilos reales. De esta forma encontrará la voluntad de Dios “por el Espíritu” en vez de la Ley encarnada en los padres, la iglesia o los mandatos de su cultura.
Este planteamiento no es exclusivamente la actitud de las terapias contemporáneas. Se puede encontrar en caminos tan antiguos como el taoísmo o el yoga tántrico, en todas las formas flexibles de educación y, en alguna medida, es el camino de todo ser humano que confíe implícitamente en sus preferencias. Es el yoga tántrico, sin embargo, el que personifica tal planteamiento y, por esta razón, tiene un significado especial para cualquiera que esté interesado en los caminos.

El Camino De Obrar Correctamente La Acción Que No Es Acción.

La pertinencia de la acción en la búsqueda espiritual no sólo existe en términos de “lo que se está haciendo”, o acción correcta propiamente dicha, sino de “cómo” se está haciendo correctamente, sea cual sea la acción que nos ocupa. Este ha sido cultivado como un camino en diferentes escuelas, pero es un rasgo muy prominente de la tradición derviche y del budismo Zen, en el que ha creado formas culturales japonesas como el arte de tiro con arco o la ceremonia del té. Se cuenta que Gurdjieff que tenía antecedentes derviches, dijo: “Si puedes servir una taza de té correctamente, puedes hacer cualquier cosa”
La atención es la primera actitud. Obrar correctamente implica algo más que la adecuación mecánica a la acción que se está realizando. Este es el aspecto externo de lo que está buscando el que la lleva a cabo, los aspectos internos son la actitud correcta y la relación correcta con la acción. “Correcto”, como “apropiado”, no se refiere aquí a criterios normativos, sino a algo que esta dictado por una realidad profunda en vez de superficial.
La atención es sólo una de sus características. Por ejemplo, uno de los principios en karma yoga es el desapego con respecto a los frutos de la acción, de forma que cualquier cosa que se hace, se hace por ella misma. Una vez más este principio no es moralista, sino que es el resultado de la experiencia del hombre en un cierto estado auto-válido de consciencia en el que tal desapego no es sólo natural, sino que tiene su origen en la “comprensión” de nuestra independencia con respecto a la sucesión de los acontecimientos, y es el resultado de un cambio en nuestra manera de ver el mundo. Actuando “como si” estuviese en tal estado de ánimo, una persona podría esperar que este estado surgiese mas fácilmente en la realidad, igual que un actor puede facilitar con sus palabras y acciones que surjan los sentimientos y puntos de vista de su personaje (dichos sentimientos no son imaginarios, porque el actor no podría evocarlos sino formasen ya parte de él).
La atención y el desapego -las dos actitudes mencionadas anteriormente, podrían parecernos estados de ánimo muy poco relacionados, pero en realidad sólo son independientes en concepto…
…Obrar correctamente, es una disciplina de meditación en la acción y es al menos tan compleja como la meditación misma. Es una práctica de la consciencia, con desapego del interés propio, con sinceridad, abierta a la realidad, una práctica de estar disponible para la tares que estás realizando con una unificación de cuerpo, sentimientos y pensamiento, y de muchas otras cualidades en la medida en que decidamos considerarlas como diferentes unas de otras.

Caminos Tradicionales Y Ecos Contemporáneos (Extracto)
CLAUDIO NARANJO
La Única Búsqueda
Editorial Sirio. 1.989