Psicodrama y Gestalt - Una aproximación

“Si el amor une a las personas, también los hace libres.”

 

Drama: Suceso de la vida real, capaz de conmover vivamente.
El Psicodrama es un método psicoterapéutico con raíces en el teatro, y constituye un proceso de acción y de interacción, siendo su núcleo la dramatización. A diferencia de las terapias verbales, el psicodrama hace intervenir el cuerpo en sus variadas expresiones e interacciones con otros cuerpos. En la dramatización no existe un guión a seguir por los autores, el libreto es la propia vida del protagonista.
A lo largo de nuestra vida vamos desarrollando un drama que tendemos a repetir en toda nuestra existencia. Cada uno de nosotros escondemos una serie de personajes, que son partes de nosotros mismos, son nuestros roles, a los cuales nos apegamos como solución de continuidad a nuestro propio yo, a nuestro ego. Nuestro propios personajes, muchas veces desconocidos para nosotros mismos, se repiten en busca de un escenario donde representar su comedia o su tragedia. Fueron escritos por un yo infantil e ingenuo en busca de defensa o apoyo en un mundo poblado de adultos. Personajes que montan nuestro “teatro secreto“, bien sea en la relación con los otros, en nuestro cuerpo, o en nuestra mente. Este teatro secreto trabaja todas las horas del día, monta diferentes escenas, utiliza variados espacios y personajes donde poder proyectar aquellos roles aprendidos que sirvieron una primera vez para escribir el primer guión de vida.
En el psicodrama (“teatro psíquico”) podemos hacer que nuestros personajes, nuestros roles, cobren una nueva dimensión, recobren el habla, creen una nueva trama, y elaboren ese hablar interrumpido en la infancia. Este “teatro psíquico“, permite construir nuevos significados, o significados donde no los había, y en él podemos liberarnos de angustias, miedos y desvalorizaciones a través de la escenificación de viejos, inamovibles y anquilosados roles, ya que, siguiendo palabras de Sartre: “Si quieres que tus personajes vivan, libéralos.
Gran parte de los enfoques mas actuales en educación y psicoterapia se derivan de una u otra forma del modo de hacer del Psicodrama, método por medio del cual se puede ayudar a una persona a explorar las dimensiones psicológicas de sus problemas por medio de la representación, en vez de hablar solo de ellas. Se trata de un método que puede aplicarse y modificarse en una gran cantidad de situaciones. El método psicodramático integra las modalidades de análisis cognoscitivo con las de inclusión de lo experimental. Esto es de especial importancia, no solo para aquellos que tienen una capacidad reducida en la exploración verbal o intelectual, sino también para aquellas personas que tienden a sobre intelectualizar sus experiencias.
La ventaja mas importante del psicodrama es que convierte la urgencia del participante de “actuar”, en un canal constructivo de “actuación” que lleve a su comprensión. La “actuación” se refiere al mecanismo de defensa psicológica mediante el cual la persona descarga sus impulsos internos a través de una representación real o simbólica. A través de la representación en psicodrama, los impulsos y sus fantasías asociadas, recuerdos y proyecciones, se convierten en explícitos, lo que sirve para expresar esos sentimientos mientras se desarrolla de forma simultánea la autopercepción por parte de la persona. Al usar el psicodrama, se alienta la “actuación”, pero dentro de una estructura grupal, surgiendo una representación donde los impulsos se convierten en percepciones, a través no de la expresión actuada, si no de la “actuación”, lo que viene a ser una aplicación de métodos de acción a la explotación de los aspectos psicológicos de la experiencia humana.
Cada vez es mas aceptada ” la acción” en la psicoterapia, así como los grupos de encuentro, terapéuticos, formativos, de improvisación y la inclusión de música y teatro como apoyo a “la actuación”, tanto en psicoterapia como en educación. Hace cincuenta años, Jacob Levi Moreno, psiquiatra vienés, predijo la importancia de todo ello, desarrollando medios de sociometría y psicodrama, y contribuyó importantemente a la evolución de la psicoterapia de grupo. Introdujo el espíritu del crecimiento a través del juego, subrayando ideas sobre espontaneidad, creatividad, acción, apertura propia, la importancia de la comunicación no verbal y del tacto, el cultivo de la imaginación e intuición, el valor del humor y la profundidad del drama. Todo ello inmerso en la importancia del presente, de este presente, ya que él fue quien acuñó el término “aquí y ahora“. Desarrolló, asimismo, la noción de empatía (“telé”), el cambio de roles, la silla vacía, el soliloquio (monograma ), el concepto de encuentro, y, básicamente, la expresión espontánea y dramática de sentimientos. Aunque anteriormente distintos autores habían utilizado las escenas dramáticas en el estudio de la personalidad, el Psicodrama debe su existencia a Jacob Levi Moreno.
Nacido en Bucarest en el 1889, y de origen sefardita, se separó de su familia para los trece años. Vivió en Viena desde los seis años hasta los veintiséis, cuando se trasladó a Nueva York. Conoce a Freud y estudia en campos de refugiados las relaciones de grupo tanto en minorías como en personas desarraigadas, utilizando desde 1911 la escena como instrumento para el examen de la personalidad humana. En 1921 crea en Viena el “Teatro de Improvisación“, sin decorados y con participación de los espectadores, sin saber en aquel momento que este era el comienzo del teatro terapéutico, que con el paso de los años deviene en el Psicodrama. En 1931, en Filadelfia, ya menciona el término “Psicoterapia de Grupo”, y en el año 1936 establece un sanatorio en Beacon (cerca de Nueva York), donde se establece y desarrolla sus numerosas actividades hasta su muerte en 1974.
La base del Psicodrama se encuentra en la representación, que consiste, en una puesta en escena tratando de hacer aparecer algo oculto, intentando recuperar la capacidad elaboradora del juego en el niño. En la representación Psicodramática todo el cuerpo participa en la acción, acercándose o alejándose, haciendo un gesto o dejando de hacerlo, tocando o no al otro. La dramatización al hacer participar activamente al cuerpo en el proceso terapéutico, da lugar a la incorporación de elementos inhabituales en las terapias verbales: el espacio, el tiempo, las distancias, las correcciones, las actitudes posturales, los movimientos o no voluntarios, etc. Todo esto cobra una nueva dimensión al verlo in situ, dentro de su contexto original, y no como un accidente más dentro de un relato lineal. Toda escena es la representación de una ausencia, la dramatización repite ahora de un modo activo escenas que en otro momento se soportaron de otra manera, se repiten situaciones vividas sin elaboración, y que ahora al vivirlas de un modo diferentemente activo permiten al personaje “crearse una escena nueva.”
Gestalt y Psicodrama vienen de la misma filosofía humanista y fenomenológica, comparten la relación terapéutica mas allá del proceso transferencial y de la importancia de la movilidad corporal en terapia. Ambas trabajan desde la espontaneidad y la exploración del contenido emocional, buscando mas allá de lo intelectual, ayudan al paciente (protagonista) a expresar sentimientos y ordenar pensamientos. El psicodrama es mas interpersonal mediante sus técnicas de doblaje, yo auxiliar y montaje y participación de antagonistas y público en la escena. La Gestalt es mas intrapersonal, ya que es el propio personaje quien escenifica y juega sus diferentes roles, sin injerencia ajena. El público (grupo, compañeros) son testigos sin voz en la proyección del paciente (protagonista). Gestalt y Psicodrama tienen mas en común en la actitud terapéutica que en la elaboración técnica, las dos comparten su origen en el teatro. En la representación se utilizan diversas técnicas dramáticas, guiadas por principios o reglas que están destinadas a uno o mas de los siguientes objetivos:
1. Darse cuenta de los propios sentimientos, motivaciones, conductas y relaciones.
2. Mejorar la comprensión de las situaciones, de los puntos de vista de otras personas y de nuestra imagen o acción sobre ellas.
3. Investigar y descubrir la posibilidad y la propia capacidad de nuevas y mas funcionales opciones de conducta.
4. Ensayar, aprender o preparase para actuar las conductas o respuestas que se encontraron mas convenientes.

Conceptos básicos en el proceso psicodramático

La espontaneidad

La presentación es improvisada en su forma y su contenido, interviniendo la espontaneidad no solo en la dimensión verbal, si no también en todas las demás dimensiones de la expresión humana: actuación, interacción, el habla, la danza, el canto y el dibujo. El psicodrama acude al rescate de la espontaneidad creadora propia del ser humano, como un don perdido por el hombre a lo largo de su vida, reemplazándolo por conductas estereotipadas, repetitivas, ritualizadas y vacías de significado.

El encuentro

Facultad que cada uno tiene de ayudar al otro. Es una especie de fusión, de empatía total entre los miembros del grupo. Es una comunicación que no se consigue a través del lenguaje, si no con la conexión de todos los miembros entre sí, a través de vista, tacto, movimiento o silencio, se tiene la impresión de ser una misma cosa, de comprender al otro plenamente.

La acción corporal

La mímica, los gestos, la proyección del cuerpo y el manejo del espacio, entre otros, introducen una nueva dimensión en el discurso. El control que se ejerce sobre la expresión verbal se supera gracias a la dramatización. Muchas cosas que no pudieron decirse serán representadas. En algunos casos el gesto puede enfatizar la expresión verbal, siendo algo mas que un símbolo, algo mas que un simple refuerzo de la palabra.

La catarsis dramática

Concepto introducido por Aristóteles, el cual lo usó para expresar el efecto peculiar que ejercía el drama griego sobre los espectadores, como significado de purificación, vía emociones surgidas en el curso de la representación. En el teatro de la espontaneidad, o Psicodrama, se produce un efecto terapéutico, pero no en los espectadores (catarsis secundaria), sino en el grupo, en los actores, que crean junto con el protagonista a través de la improvisación espontánea, una representación del vínculo del hombre con su mundo, que crean el drama, y al mismo tiempo se liberan de él.

Etapas de una sesión dramática

1. Caldeamiento

Preparación para la acción, es la comunicación necesaria entre participantes. El grupo se centra surgiendo un clima común, en función del cual se crean sentimientos positivos y negativos que fluctúan y finalmente se dramatizan. El papel del director es favorecer la interacción grupal, atrayendo la atención del grupo, y haciendo disminuir estados de tensión a fin de preparar la dramatización. El director, mediante entrevista estática y dinámica con el protagonista, a quién protege, va centrando la escena atrayéndola hacia el centro del escenario.
Caldeamiento del yo auxiliar terapéutico desde lo no verbal, desde el gesto, interpretando el sentimiento inconsciente del movimiento del protagonista y captando su metalenguaje. Caldeamiento de antagonista y yoes auxiliares mediante la presentación verbal y a través del contacto del protagonista. ¿Quiénes son en realidad y que representan para el protagonista?

2. Dramatización – La escena psicodramática

Es la unidad de análisis y de representación, es en sí misma un fenómeno de transición entre la Gestalt inconclusa y su posibilidad de resolución. La escena es interna y externa al protagonista, es un devenir hacia fuera de aquello que quedó congelado en tiempo y espacio, y esta re-vivencia de la experiencia permite liberar de tintes de negatividad y emoción no resuelta.
Es la parte mas importante del trabajo, tiene como fin resolver el conflicto emocional planteado en el caldeamiento, no hay reglas concretas. El protagonista será quien haga fluir situaciones y pensamientos, tanto como personaje como en la inversión de roles. A medida que el participante entra en su rol se manifiesta en el aquí y el ahora tanto su conducta como en actitudes, gestos y mímica. En la escena, la representación dramática adquiere una función liberadora , porque toda segunda vez libera a la primera, en esta segunda vez es donde se encuentran significados nuevos que posibilitan conductas nuevas, la escena es la posibilidad de explorar para recordar y así evitar la representación estéril, la posibilidad de conocer lo que del inconsciente aflora en el recuerdo. Es la representación del pasado, un lugar simbólico donde se rebela lo imaginario, posibilitándose el levantamiento de la represión, haciendo consciente lo inconsciente y reemplazando lo repetitivo por lo creativo.

La otra escena

Detrás de toda escena desplegada psicodramáticamente hay otra escena. La escena representada sirve para “enmascarar a la otra”, la que quedó en el inconsciente, la que está oculta en la resistencia. La dramatización busca su expresión, su emergencia, la escena está retenida y producirá dolor cuando emerja, pero es el dolor inevitable que conlleva su propia sanación.
El director buscará el momento apropiado, el ritmo adecuado, la armonización con la escena madre, que no pierde ni lugar, ni importancia, pero que adquiere un nuevo significado a tenor de la escena oculta, cobra un nuevo sentido y dota de nueva emoción a lo proyectado. Sombras de pasado que cobran luz en el presente y ayudan a cerrar la Gestalt congelada en tiempo y espacio, en el alma, en la conciencia.

3. Comentarios y Análisis – Cierra y puesta en común

La empatía surgida entre los miembros del grupo hace que se muestren diferentes, el cierre comienza en el mismo momento de terminar la dramatización, sacando primeramente al protagonista del tiempo pasado en el que se acaba de producir la escena y trayéndolo al presente grupal, de la misma forma circular que se montó la escena, ésta se desmonta con el protagonista.
De la misma forma que fue animado con objetos estos dejan de tener el sentido que tuvieron en la escena, siendo el protagonista quien los saca del contexto. La puesta en común es primeramente desde lo roles de antagonista, yo auxiliar terapéutico y posibles yoes auxiliares. Tras la puesta en común, estos salen del personaje, y comienza la puesta en común grupal con los contenidos que a cada participante en el grupo le haya podido producir la escena.
Tengamos en cuenta para la dramatización que básicamente las intervenciones del protagonista son posicionamientos morales, no son personificaciones, y que el drama lo potencia la singularidad del protagonista y por tanto a cada caso hay una técnica diferente.

Formación en terapia Gestalt
Melchor Alzueta (Agosto, 2004)